Como sabéis, los alérgicos al gluten manifiestan una extrema sensibilidad en su aparato digestivo hacia sustancias que llevan harina de trigo, malta, cebada, centeno y avena. Así, a priori, no parece que los celíacos tengan demasiados problemas a la hora de comer, pero ¡falso! no os imagináis la cantidad de alimentos, de bebidas o sustancias que contienen, aunque sea, una dosis mínima de estos componentes.
Si el enfermo celíaco ingiere alimentos con gluten, las vellosidades encargadas de proteger su intestino delgado hacen que los nutrientes se absorvan mal y que se llegue a producir la desnutrición en muchos casos.
Hoy en día, los colegios españoles se han hecho eco de que esta dolencia afecta cada vez a más niños, y lo tienen muy en cuenta en sus menús infantiles. Además, en los supermercados y tiendas podemos encontrar una relativa gran oferta de productos para celíacos, aunque la cosa cambia un poco si hablamos de regiones limitadas como pueblos o ciudades pequeñas.
¿Alguno es mamá o papá de niños celíacos?
¿Habéis sentido algún tipo de discriminación, por mínima que sea, debido a ello?