Pues tuve momentos de todo, 1 mes y medio más tarde de haber parido por fin me decido a contar mi parto con algún toque de humor, pues he llorado durante mucho tiempo al recordarlo y no tenía fuerzas para escribirlo.
Un miércoles por la tarde estaba en el sofá de mi casa viendo el programa “Sálvame” en compañía de mi madre. Comencé a sentir unas contracciones un tanto dolorosas y me dolían bastante los riñones, pero yo como soy muy “mía” estaba calladita sin decir nada jejeje recuerdo que mi madre me comentaba cosas del programa y yo le decía que sí a todo, pues con los dolorcillos no me enteraba de nada de lo que decía, yo estaba nerviosilla porque aquellos dolores parecían ser el principio de algo tan importante...
A las 11 de la noche mi marido ya me insistió mucho en ir al hospital, pues llevaba más de 2 horas con contracciones seguidas cada 6 minutos y cada 4 minutos, así que decidí que era el momento de ir, además me dolía bastante.
Cuando llegué al hospital y me pusieron las correas me pararon las contracciones, no me lo podía creer! Llevaba 3 horas con contracciones seguidas y dolorosas y ahora van y se paran!! me dió hasta vergüenza y le dije a la comadrona:
-De verdad, que llevaba 3 horas con contracciones rítmicas cada 4 minutos y dolorosas.
Y la comadrona que era muy simpática me dijo:
-que sí mujer, tú tranquila que claro que te creo. Es normal, éstas cosas pasan. Ahora vete a casa e intenta dormir y descansar todo lo que puedas.
Me hizo un tacto y estaba dilatada de apenas 2cm.
Una vez en casa mi marido ya se fué a dormir porque a la mañana siguiente tenía que trabajar y yo me quedé en el comedor viendo la tele. Pues fué salir del hospital y volver a tener aquellas contracciones.
Intenté dormir pero no había manera, las contracciones cada vez eran más intensas, lo peor era el dolor de riñones, cada vez que venía una contracción me retorcía de dolor en el sofá y no sabía como ponerme, pues los riñones me estaban matando. Y como las contracciones eran ritmicas cada 6, 5 y 4 minutos pues no había manera humana de poder pegar ojo en toda la noche. Me pasé las horas del sofá al lavabo y dando vueltas por el comedor. De madrugada empecé a echar el tapón mucoso y me puse nerviosa y emocionada a al vez. Aaaaaiii qué nervios y qué emoción!
A las 6 de la mañana ya no podía más,los riñones me dolían tanto que lloraba de dolor. Decidí despertar a mi marido para volver al hospital.
Una vez allí y con las correas puestas me hizo un tacto la comadrona y me dijo:
- Has avanzado mucho en ésta noche, estás de 2cm casi 3, pero aún no te vvamos a ingresar, vete a casa y aguanta mejor allí lo que puedas.
En ése momento me sentí muy mal y me puse a llorar, yo creía que estaría más dilatada y me quedaría allí.
En casa mi marido me llenó la bañera con agua calentita para soportar allí mejor el dolor de las contracciones y me fué bastante bien.
Mi madre me trajo una bolsa de agua caliente y cuando salí de la bañera me aliviaba bastante colocándola en los riñones.
A las 14'30h estábamos terminando mi marido y yo de comer, yo apenas tenía hambre y con las contracciones me tenía que levantar del sofá porque los riñones me dolían demasiado. En una de éstas contracciones, me levanté y andando por el comedor me apoyé en una silla y sentí como se rompió la bolsa!!
Mi marido y yo nos miramos nerviosos y a la vez contentos, preparamos las cuatro cosillas que faltaban por meter en la bolsa y salimos para el hospital pitando.
Peeeeero por el camino pillamos caravana!! en ése lugar nunca se forman, pero justo en ése día y en ése momento estaban de obras y cortaban un carril!!
Saqué un pañuelo blanco por la ventana y mi marido se puso a adelantar coches hasta que unos chicos muy espabilados nos cortaron el paso con una furgoneta porque creían que íbamos de listos, serán ****!! me puse histérica con mis dolores a gritarles que qué hacían! Que si no veían mi barrigón!! y claro, entonces se dieron cuenta y me pidieron disculpas y por fin se apartaron!
Llegamos al hospital y me tenía que venir a buscar el celador con la silla de ruedas, pero yo no sé donde se había metido, pues ninguna de las otras veces había tardado y ésta vez no había manera de que llegara, lo llamaron un montón de veces mientras yo me retorcía en el mostrador con un montón de gente mirándome!!
Por fin llegó el celador y me llevó en la silla de ruedas a toda leche por el hospital. La matrona me miró, me hizo tacto y comprobó que las aguas no fueran sucias. Estaba en una especie de sillón incomodísima con las correas puestas y mi bolsa de agua caliente en los riñones. La matrona cuando me vió llegar con ella se rió al decirle:
-Ésta bolsa se ha convertido en mi mejor amiga y somos inseparables!! jajaja
Después de un buen rato allí con las correas me mandaron para la sala de dilatación. Era una habitación con una cama, música relajante, luz tenue, un cuarto de baño con ducha y unos fulares que colgaban del techo por si me quería agarrar. Aquello ya era otra cosa. Mi habitación era así:
Me trajo la matrona una pelota y me fué genial durante un buen rato, pues además mi marido me ponía la bolsa de agua caliente en los riñones y me aliviaba bastante.
Fui cambiando las posturas, caminé, me tumbé en la cama, etc... Pero llegó un momento en el que ya no podía más. Yo estaba sola en la habitación con mi marido y me dolían tanto los riñones con las contracciones que empecé a gritar. Mi marido se fue a avisar a la matrona y le dije que no podía más!
Me miró y me hizo ponerme a 4 patas sobre la cama apoyada en la pelota moviendo las caderas, pero me dolía demasiado, los riñones me mataban y yo no hacía ya más que gritar y llorar como una niña pequeña. Además no tenía fuerza para estar tanto rato en ésa postura, pero ella insistía.
Como veía que lo estaba pasando muy mal me dió el óxido nitroso y yo por más que lo aspiraba no sentía que me aliviara el dolor de riñones tan grande que sentía. Al final acabé muy mareada y gritando. Le dije que no podía estar más con ésa postura, que no tenía ya más fuerza. Fue entonces cuando me dijo que mi niña estaba mal encajada y por éso el motivo de tal numerito.
Me hizo tumbarme y pasó unas sábanas por debajo de mis riñones y ella estiraba de un lado y mi marido del otro!
Sí, sí! Muy fuerte, me empezaron a menear y yo parecía un muñeco dando tumbos en la cama sobre las sábanas de un lado a otro, para que la niña se colocara bien.
Después de un buen rato yo seguía igual y me dijo la matrona de ir a la ducha, me levanté y me metí en ella, pero me dolía tanto que me tenía que agarrar para no caerme. Mi marido y la matrona me echaban agua caliente en los riñones, peeeeeerooo de repente el agua salió ardiendo y yo gritando:
- qué me queeeemooooo!!!
jajaja si es que todo me pasa a mí!! desde luego!! Me sacaron de allí y volvía caminando a mi habitación.
Después de unas horas así de desesperada gritando con cada contracción por fin me dijo que me pondrían ya la epidural y pensé: aaaaaleeeeluuyaaaa!!!
Además recuerdo que entre contracción y contracción miré a la matrona y le dije:
- aaaaii que vergüenza, estoy gritando, estoy desquiciada, no puedo evitarlo!! me duelen tanto los riñones que creo que me voy a volver loca!! jajaja
y ella me decía: tranquila, no pasa nada, así el parto es más auténtico! Jajaja
El anestesista aún tardó un rato en llegar y para cuando apareció yo llevaba media hora pegando gritos como una loca.
Al verme la espalda para pincharme dijo que tenía la zona de los riñones muy roja y le contesté:
-Claro! Si me han chumascao en la ducha!!! jajaja
Cuando me pinchó sentí un tremendo escalofrío por la espalda y vi que hablaban entre ellos en bajito y decían:
que raro...
Me dejaron allí tumbada y el dolor se me pasó durante 10 minutos, después volvieron otra vez!!! y yo estaba gritando de nuevo pidiendo la maldita anestesia! La matrona vino y me dijo que esperara a que hiciera media hora desde que me la habían puesto para sentir el efecto, pero yo veía que no era lógico que a lo primero me fuera bien, sin dolor y luego a los 10 minutos esté otra vez igual que antes.
Pasó un buen rato y yo estaba gritando y llorando como una histérica, debían de oirme desde Andorra por lo menos! Jajaja madre mía, que vergüenza, pero juro que me era imposible contenerme, los riñones me estaban matando.
Después de verme la matrona me dijo que llamaría otra vez al anestesista para que me pusiera más.
Cuando llegó al cabo de un buen rato me volvió a poner anestesia y vieron que se me había salido el catéter y por éso no me hacía efecto!! Me volvió a poner todo bien y a enchufar más anestesia.
Al rato parecía que me calmaba, me dejaron allí sola para que me relajara con mi marido. Pero a los 10 minutos estaba otra vez igual y empecé a gritar llorando:
- Otra vez nooooo!!! me vuelven a doler los riñones! No puedo soportarlo más!!! otra vez noooo!!!
Ahora resulta que sólo se me había dormido medio cuerpo!! el lado derecho sí y el izquierdo no! Dios mío, ésto es una pesadilla!!
mi marido el pobre tenía una cara de angustia... Se fue en busca de la matrona y ésta después de mirarme me dijo que volvería a avisar al anestesista.
Le comenté que tenía ganas de empujar y me dijo después de mirarme que hiciera por aguantarme y no hacer fuerza, pero las contracciones eran tremendas y yo con el dolor no podía hacer más que empujar.
Me puse en pie, me agarré de los fulares y gritaba haciendo fuerza. Me fui al baño y me senté en la taza del water haciendo fuerza y gritando del dolor. Me trajeron ésa especie de taburete y allí sentada y agarrada a los fulares empujaba y gritaba sin parar.
Salió la matrona de la habitación y mi marido me comentó que las había oído hablar y que yo no debía empujar porque me iba a cansar mucho y la niña no estaba bien colocada, así que no saldría, pero yo no podía hacer otra cosa y estaba rabiando de dolor por culpa de los riñones, y es que la niña en lugar de empujar bien me empujaba hacia los riñones y yo estaba sufriendo mucho.
Por fin llegó de nuevo el anestesista para ponerme de nuevo anestesia. Pero volvió a pasar! A los 10 minutos yo estaba ahí gritando y llorando sin consuelo! Mi marido el pobre no sabía como aliviarme tanto dolor.
Empecé otra vez a empujar con mucha fuerza porque no me podía aguantar y la matrona y la enfermera me decían que es que la niña no se colocaba bien. Me metían la mano y la empujaban hacia arriba una y otra vez, pero la niña seguía colocándose mal. Me dijo la matrona que la niña tenía mucha fuerza! Y que además de empujar hacia los riñones tenía la cabecita mirando un poco hacia arriba, pero yo estaba agotada de empujar para nada.
Empecé a gritar: donde está el anestesistaaaa?? donde está éste hombre??
Pero nada, allí no aparecía. En algunas contracciones me dolía tanto y yo empujaba tan fuerte que me daba la sensación de que me iba a dar un infarto!
Pero de repente comenzaron a hablar en voz baja la matrona y la enfermera, mi marido tenía la cara blanca y en cuestión de minutos se me llenó la habitación de médicos! Me trajeron una camilla y la pegaron a mi cama y me quitaron los pendientes!
Creía que de allí una de las dos no saldríamos con vida, creía que mi niña estaba mal...
Nadie me explicaba nada por más que yo preguntara, miré a mi marido y se estaba echando las manos a la cabezacon una cara que era un dilema de preocupación. Entonces miré a los médicos y les dije:
- Algo va mal!! sé que algo va mal!! que está pasando???
Y por fin me dijo la matrona: no te preocupes, es que tu niña está sufriendo un poco, pero ya está, lo vamos a solucionar rápido.
Me íban a hacer una cesárea de urgencia! Mi niña estaba sufriendo, no se colocaba y yo estaba agotada!!
La interrumpí y le dije:
-Voy a empujar!
Se miraron como diciendo: empuja si quieres, pero aquí ya está todo hecho!
Saqué fuerzas de nuevo y me puse a empujar con todas mis fuerzas y gritaba de dolor! De repente dijo la matrona sorprendida:
. muy bien! Se está colocando!! ¿puedes seguir empujando?
-Y tanto que puedo. Aunque reviente pensé!! Empujé una y otra vez con todas mis fuerzas, me agarré al pantalón de mi marido como una posesa y empujaba. Me dolía horrores, sentía como si me quemara! -mi marido se movió un momento para hacer sitio a la enfermera y no lo dejé, le dije que no se fuera!! y él me decía que no, que tranquila que estaba allí.
Me dolía muchísimo y yo gritaba.
Salieron el anestesista y el ginecólogo.
Oía a las matronas decirme:
-muy bien! Lo haces muy bien! Aguanta empujando! Mira, dejame la mano, ya sale la cabecita!!
Le pude tocar la cabecita, estaba asomando y éso me motivó para sacar aún más fuerzas de no sé donde y empujé varias veces más.
De repente sentí algo muy brusco en la barriga, como si me desinflara de golpe, y es que había salido mi niña. Inmediatamente me la colocaron sobre mi pecho y ella lloraba mucho!!
aaaiii que momento tan bonito! Que montón de sensaciones! De repente me salió todo el instinto maternal del que tanto miedo tenía yo a que no apareciera nunca! Mi niña!!
Estábamos las dos desnudas unidas por el cordón umbilical la una a la otra y yo la abrazaba.
Mi marido nos miraba emocionado. Cortaron el cordón y él salió fuera de la habitación para coger aire, estaba mareado, pobrecillo! De paso aprovechó para llamar a sus padres y a los míos para darles el notición!
Las matronas me miraron y exclamaron sorprendidas anda mira!!
y yo: ¿qué, cuántos puntazos me vais a dar?
Y ellas sorprendidas me dijeron que no me había desgarrado y que sólo me ponían 2 puntos dentro.
Yo con mi niña en brazos la miraba emocionada, dándole el pecho, pero de repente....
-aaaaaiiiii!!! qué daño!!! ¿pero que me haceis ahora?
Pues nada, que resulta que eran los puntos! Así que ahí estaba yo con mi niña en brazos y gritando otra vez como una loca!! les dije que porque no me ponían anestesia y me contestaron que como sólo eran 2 puntos sería pero el pinchazo de la anestesia y no sé que más! Apareció mi marido y me dijo preocupado que me oía desde la otra punta del pasillo!! jajaja
Pregunté que día y hora era y resulta que ya estábamos a viernes! Eran las 00'40h!
Ya por fin había acabado todo el sufrimiento y allí estábamos los tres en aquella habitación disfrutando el momento!!
Nos dejaron solitos unas 2 horas y luego ya nos subieron a planta, a nuestra habitación.