¿Por qué tanto insistir en que los niños viajen a contramarcha? ¿supone alguna ventaja?
Como ya sabéis, en madreyblogger somos, desde hace tiempo, defensoras de que los niños viajen a contramarcha. HASTA LOS 4 AÑOS como mínimo. Y os queríamos explicar porqué.
Información básica:
Cuando buscas información acerca de estudios de Sistemas de Retención Infantil (SRI, a partir de ahora) los referentes son, sin duda, el RACE y la Guardia Civil. Antes de entrar en qué dice cada uno, tan sólo explicaros un par de cosillas: actualmente, en la Unión Europea, conviven dos sistemas homologados de sillitas de viaje para el coche: la ECE R-44 y la ECE R-129 (o I-SIZE). La diferencia entre ambas es importante: la primera (la más antigua, introducida en 2005) es la que diferenciaba entre los diferentes grupos de sillas:
Grupo 0 y 0+ (De 0 a 13kg. A contramarcha sólo hasta los 9kg)
Grupo 1 (de 9 a 18kg)
Grupo 2 y 3 (de 15 a 36kg. Elevadores con y sin respaldo)
Los tests que se realizan, con maniquíes y en un asiento montado sobre un carril con movimiento, para homologar o no un sistema de retención infantil son:
Colisión frontal a 50 km/hr
Colisión trasera a 30 km/hr
Tests de arneses
Diseño interior y exterior del SRI
Tests de resistencia y durabilidad de las tiras de sujeción
Otros requerimientos dependiendo del grupo al que pertenezca la SRI
Para superar los tests, la cabeza del maniquí no debe moverse hacia delante más de 550 mm en el caso de los grupos 1, 2 y 3 o 600 mm en el caso de los grupo 0… ¡550 mm que son 55 cm!!!! ¡Por favor, coged un metro y mirad lo que los tests asumen que las cabezas de vuestros hijos se precipiten hacia delante! ¡Y tan sólo a 50 km/hr!!
Primer link a un vídeo en el que comparan el impacto sobre las espina dorsal de un niño de 3 años (recordad que la mayoría de sillas son sólo a contra marcha hasta los 9 kilos) en la misma silla instalada a favor o a contra marcha: VÍDEO 1.
Pues bien, antes de meterme de lleno en los vídeos de prueba de las diferentes sillas, y de poner un poco patas arriba algunos de los referentes en seguridad de este país y sus pruebas particulares de SRI, sigo explicando la diferencia entre la homologación ECE R-44 y la iSize (ECE R-129).
En esta segunda homologación posterior, las referencias no tienen que ver con el peso del niño, si no con su estatura y edad. Esto tiene mucha más lógica, puesto que lo que nos preocupa aquí es que la estructura ósea de nuestros hijos (sobre todo la de la columna vertebral) se mantenga intacta. Y es que los huesos de un bebé muy alto (que, obviamente, pesa más que uno de talla media) están igual de “poco formados” que los de un bebé que pese menos de 9 kg. El peso no es un referente fiable.
La normativa iSize entró en vigor en 2013 (me sigue sorprendiendo que en este negocio que debe de ser el de las sillas infantiles, la anterior homologación, creada ya 13 años atrás, siga siendo válida); y, en palabras de la dgt: “mejora la seguridad frente a impactos en colisiones laterales” (recordad que en la R-44 no se contemplaban), “amplía el tiempo de viaje del niño en sentido contrario a la marcha” y “ofrece una mayor probabilidad de anclaje correcto”.
Acerca de la normativa iSize, en Race nos añaden los siguientes datos: que esta normativa incluye “nuevos procedimientos de análisis y de uso, con el objeto de mejorar la seguridad infantil, aumentando el uso de la silla infantil en sentido inverso a la marcha hasta los 15 meses, entre otras medidas”. También nos informan de que la anterior normativa, la ECE R-44, estará en vigor hasta el 2018 (y se “podrá tanto comprar como utilizar”); y añaden que “de momento, no hay previsión de prohibir la utilización de SRI que se hayan homologado de acuerdo a la norma R-44 (aquí añadiría el emoticono con cara de “no entiendo nada”…).
Os dejo alguna información acerca de los distintos sitemas de retención. Por favor, leedlo antes de decidiros por una u otra sila, y hacédselo llegar a cuantos más papis mejor. Ni un peque más en peligro. Ni un padre más poco informado.
Sistemas de retención con sistema de refuerzo frontal o “escudos”:
Como hemos contemplado antes, las homologaciones permiten un desplazamiento hacia adelante de 55 cm a 50 km/h… ¿Os podéis imaginar el resultado en una silla con escudo frontal? Por si acaso no podéis, os dejo el link al vídeo del crash test. Las lesiones en caso de accidente cuando tus hijos viajan en este tipo de sillas oscilan entre lesiones internas causadas por el impacto de sus abdómenes contra la barrera, hasta lesiones de cabeza por el impacto de ésta con el escudo; eso siempre y cuando la silla disponga de otra sujección que no sea sólo el cojín frontal, en cuyo caso las lesiones podrán, muy probablemente, causar la muerte del pequeño como se ve en este vídeo.
Sistemas de retención con arnés de 5 puntos mirando al frente:
Cuando el cuerpo de nuestro hijo está bien anclado y sujeto al sistema de retención, la única parte móvil en caso de accidente es la cabeza. Como sabéis, son las vértebras las que la sostienen sujetas al cuerpo. Vértebras que son formaciones óseas aún en periodo de formación y crecimiento hasta prácticamente su edad adulta, pero aún más cuando están en el mayor periodo de crecimiento de su vida, entre el nacimiento y los 4 años.
Os dejo los datos que he encontrado en la web de Gabrielelvikingo:
Antes de los 2 años un niño que este mirando hacia alfrente fácilmente puede decapitarse internamente en un accidente porque las vertebras de un andante (toddler) están conectadas por cartílagos y no por huesos osificados. Esas conexiones poco a poco van cerrando con el tiempo.
Hay 3 mayores puntos de osificación:
La primera estación para cerrar es la C3
La segunda es la axis
La tercera es el atlas
Los estudios demuestran que:
Hay un 50% de probabilidad que la primera fusión de la C3 ocurra a los 2 años y que la segunda ocurra a los 3 años.
Hay un 50% de probabilidad de que la primera fusión de el axis (C2) ocurra a los 5 años y la segunda ocurra a los 6 años.
Hay un 50% de probabilidad de que el atlas (C1) haga su primera fusión a los 7 años y la secundaria a lso 8 años.
Por eso es que un niño no puede viajar hacia el frente antes de los 2 años y se recomienda esperar hasta lo más cercano a los 4 años para que viajen en sentido a favor de marcha, ya que así nos aseguramos de que la C3 esté completamente cerrada.
La fuerza que el impacto en caso de accidente genera se mide en Gs, y esta fuerza se multiplica por los kilos de peso, por si queréis calcular cuánto “peso” soportaría el cuello de vuestro peque en un impacto. En palabras de la experta Cristina Barroso en una entrevista para el abc, la cabeza de un bebé pesa dos kilos, pero a una velocidad de 50 km por hora, pesa 300 kilos. Vamos, masa por aceleración. En caso de frenazo, la cabeza sale despedida porque no está sostenida por nada más que el cuello de la criatura. Éste, que es casi todo cartílago, no aguanta el impacto y se rompe.
SRI (sistemas de retención infantil) ACM (a contra marcha):
Las sillitas a contra marcha ofrecen la mejor protección porque mantienen la cabeza, el cuello y la columna alineadas durante todo momento. En caso de colisión, una silla colocada a contra marcha sostendrá a vuestro pequeño absorbiendo la fuerza del impacto.
En la misma entrada del abc de la que hemos comentado antes, también nos informan de que en Noruega es obligatorio que los niños viajen a contramarcha hasta los 4 años, y de que el año pasado no se produjo ni una sola muerte infantil menor de dicha edad en carretera en ese país.
¿Por qué en nuestro país o en el resto de los países no parece haber interés alguno en que esto se conozca, la ley se cambie y se obligue a todos los niños menores de 4 años a viajar en contramarcha?
Desgraciadamente, todos aprendemos de nuestros errores, o de los errores de otros, en especial si estos han tenido un final trágico. Es el caso de dos padres que perdieron a su pequeño 7 meses después de un trágico accidente de coche. En el momento del siniestro, Gabriel tenía 28 meses, en una carretera con una curva mal hecha, y viajaba a favor de la marcha. Han empezado un movimiento llamado “Gabriel el Vikingo y la leyenda de la Ola Verde”. Conoce de primera mano su historia, llora con ellos como lo he hecho yo al leerla, y firma para cambiar las cosas y que esto no vuelva a ocurrir. Porque la obligación del gobierno es cuidar a los ciudadanos. Porque esto no debe, no puede volver a pasar.
Sillas bien instaladas, arneses bien ajustados
Todo esto no tiene ningún sentido si no instalamos bien el SRI. Seguid las instrucciones de instalación del fabricante cuidadosamente, y ante cualquier problema, no dudéis en consultar con el fabricante.
Tampoco estaremos protegiendo a nuestros hijos de forma correcta si no los “instalamos” a ellos correctamente. He visto muchas veces padres con un coche segurísimo, con una silla segurísima, instalada a contra marcha y… ¡el cinturón demasiado holgado!! Papis: que el cinturón tiene que ir muy justo, ¡tiene que sujetar al niño para que su torso no pueda moverse! O como diría una madreybloggera que yo me sé: ¡TATUADO!!
Ni un peque mas en peligro
Espero haberos dado razones suficientes para que os planteéis el uso de una silla ACM. Espero que hagáis llegar vuestras conclusiones a todos los papis que podáis. Espero que firméis para que el uso de este tipo de sillas se haga obligatorio. Espero que os acerquéis por la web de Gabriel el Vikingo y les mandéis vuestro apoyo. Espero haber cambiado el futuro de vuestros hijos, vuestros nietos y vuestros bisnietos dándoles una vida larga, segura y llena de viajes felices en familia con llegada a destino sin incidentes.