Aunque la Ley está a favor de las mujeres que acaban de dar a luz y recoge algunos derechos bajo el permiso de lactancia, no es ‘oro todo lo que reluce’. La Organización Mundial de la Salud reconoce la lactancia durante los seis primeros meses de vida del bebé y junto a otros alimentos, durante los dos primeros años.Sin embargo, en España las mujeres sólo cuentan con cuatro meses, en lo que se denomina ‘parto normal’. Esto hace que a muchas mujeres les coincida su regreso a la vida laboral con este permiso.
La reducción de jornada
La madre puede ausentarse de su puesto laboral durante una hora, tiempo en el cual se supone que puede dar el pecho a su bebé. Pero en las ciudades grandes como Madrid, donde la mayor parte de la gente invierte en ir y volver a su casa desde su casa al trabajo casi una hora en total, esto no representa ni una comodidad, ni una ventaja.Si te encuentras en este grupo de mujeres trabajadoras, también puedes pedir que alguien de confianza te lleve a tu hijo hasta el trabajo, si el lugar donde desempeñas tus funciones cuenta con una sala habilitada, claro está.Otra opción es reducir tu jornada laboral media hora, bien al principio o bien al final de tu trabajo, teniendo en cuenta las necesidades del bebé y el horario que hayas establecido con tu pareja, en caso de haberos organizado previamente.
Acumular las horas de permiso
Tras el establecimiento de la nueva Ley de Igualdad efectiva para los hombres y mujeres españoles, se puso de manifiesto el derecho de que la mujer acumulara las horas que le corresponden de lactancia y convertirlas en jornadas enteras de permiso por maternidad.He aquí un hándicap principal, y es que este derecho no se recoge de forma explícita en la Ley y no queda demasiado claro en qué se traduce exactamente. Por lo tanto es la empresa la que ha de meditar esta circunstancia y negociar con la empleada. Así que existe la opción de denegación, si la empresa lo desea.