Pero eso sí, lo primero que he vaciado son los cacharros de la cocina (mis hijos tienen la mala costumbre de creer que tejer no es tan importante como comer) y para quitarme el mono de DIY variados he preparado este desayuno especial para niños (entre otras cosas, porque , por lo menos a los míos, tomar leche les cuesta un montón): Leche Batida con Azúcar y Canela.
Es un desayuno ideal para convencer a los niños de tomar la leche, y más sencillo no puede ser:
- ponemos en un bol alto de batidora un vaso de leche templada (tened en cuenta que al batirse triplica su volumen, por lo que un bol bajo salpicaría todo)
- añadimos una cucharadita de azúcar
- batimos con un batidor o espumador para leche o con la batidora; si tenéis un Lidl cerca os aconsejo que prestéis atención a sus ofertas, porque yo compré un espumador de leche tirado de precio que va genial (por ebay los he visto también a 2,5 euros)
- una vez servido en el vaso utilizamos un colador para espolvorear la canela; yo tengo tres plantillas compradas en un bazar, pero realmente son sencillísimas de hacer recortando una cartulina a nuestro gusto
- hay que tener en cuenta al espolvorear la canela hacerlo siempre en perpendicular para que la canela no se salga de los bordes de la plantilla; os aconsejo escoger dibujos sencillos (corazones, smiles y demás)
No me digáis que no apetece mucho más la leche tomada así.
Y si queréis añadir un poco de esencia de limón (o unas gotas de su zumo) tenéis ya una leche merengada tradicional.
Y para aquellos niños a los que no guste la canela (a nosotros nos encanta y se la echamos a casi todo, pero de todo tiene que haber) os recomiendo que espolvoreéis cacao porque queda igual de bonito.
En casa es uno de los desayunos tradicionales de fin de semana (y no sólo para niños, mi marido se apunta siempre).
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