En este tiempo, los niños comienza a liberar unas hormonas encargadas de estimular el crecimiento del vello en nuevas áreas del cuerpo: axilas y genitales. También se aprecian cambios en la voz de los chicos y aumenta el tamaño de los senos en las niñas. Paralelamente, las glándulas apocrinas aumenten considerablemente su actividad. Esto ocasiona un incremento en el flujo del sudor y el mal olor corporal.
Los padres y madres debemos estar atentos a estos cambios y enseñar a nuestros hijos cómo tener una buena higiene personal. Esto evitará problemas en el colegio e instituto con sus compañeros y profesores, es decir, con su círculo más próximo.
Higiene sobre todo
No hay un momento exacta prefijado para que los niños y niñas comiencen a usar desodorante. Ese momento lo va a marcar el desarrollo de cada niño. Pero si conviene tener en cuenta algunos pasos antes de usar este tipo de productos.
– Ducharse diariamente y aplicar jabón suave en las áreas donde esté sudando.
– Usar prendas de vestir limpias, frescas, y cambiarlas si están con sudor o mal olor.
– Disminuir o eliminar alimentos como ajos, cebollas y condimentos fuertes de la dieta diaria.
El desodorante
A pesar de estas recomendaciones, la sudoración excesiva y el mal olor no se pueden controlar, y es ahí en donde es conveniente iniciar la utilización complementaria de un desodorante para evitar los malos olores. Pero no cualquier desodorante. Los adolescentes no deben utilizar productos destinados a usuarios adultos, ya que alguno de sus componentes pueden provocarles irritaciones y alguna molestia en la piel. En el mercado se encuentran disponibles desodorantes especializados y diseñados para jóvenes que se ajustan a sus necesidades y que pueden ser usados con total seguridad.
Cuando los niños empiecen a tener estos cambios físicos y comiencen a utilizar desodorantes, los padres debemos explicarles el uso correcto de estos productos, usarlos en las axilas, en poca cantidad y con la piel seca.
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