El pasado miércoles (22 de enero de 2014, por si lees este artículo dentro de unos años) tuve la oportunidad de asistir como invitado, en el Karting de Carlos Saínz en Madrid, a la primera edición del Edenred Bloggers Summit, un evento organizado por Edenred, empresa que conoceréis, aunque ahora no caigáis, porque está detrás de los famosos Ticket Restaurant. También, aunque menos conocidos por el gran público, Edenred gestiona los Ticket Guardería, que al fin y al cabo eran la excusa sobre la que giraba el evento.
Así que hacia allí me fui yo, ilusionado por participar en el primer evento blogger de mi vida, a reunirme con otras mamis blogueras (Sí, yo era el único papá). Y oye, me hizo mucha ilusión, porque allí pude desvirtualizar a gente que ya tenía fichada en Twitter como Patricia Tablado (No es un desfile), Joha de Mimitos de Mamá o Sara de Mamis y Bebés. Y también descubrir y conocer a otras mamis cuyos interesantes blogs ya he tenido la oportunidad de visitar (véase Papás e Hijos 2.0, Mamá diseñadora -a quien he robado las fotos de este post- o Una Mamá para Dos, Quica & Kids y Para el Bebé).
Y venciendo a mi irremediable timidez, me senté con estas mamis curtidas en mil y un eventos en una mesa redonda en la que, tras analizar los datos del estudio Guardería y Familia realizado por Edenred (que podéis consultar aquí), debatimos sobre la conciliación familiar y laboral en España. Tampoco habría mucho que debatir, pensaréis algunos, si en España esa palabra no existe. La conciliación son los padres, diréis irónicamente otros. Y ambos tendréis razón. Parte de lo que pienso al respecto lo dejé escrito en un post titulado “No es país para padres”. En la mesa redonda, sin embargo, me di cuenta de que la situación es todavía más grave de lo que pensaba y que en pleno año 2014 se siguen dando situaciones entorno a la mujer y el embarazo que parecen más propias de siglos pasados. Como tampoco os quiero amargar el día (más aún tratándose de un lunes) os dejo únicamente con una reflexión que si no me equivoco expresó en alto Marta, la mamá diseñadora: “La conciliación debería ser más importante en las empresas. Un hijo es el mayor proyecto al que te vas a enfrentar en tu vida”. Poco más que añadir.
Pero como la gente de Edenred es muy maja, os diré que la mesa redonda solo fue el principio de una gran jornada. Tras el debate nos enfundamos el mono de piloto de carreras y bajamos al karting de Carlos Saínz. Un circuito espectacular, con parrilla de salida, zona de boxes, podium, comisarios de pista y todo lo necesario para hacer la experiencia lo más cercana posible al gran circo de la Fórmula 1. Allí, además de superar un trauma de mi infancia (casi me mato en un karting), disfruté como un enamo al volante de mi kart. Primero con miedo, en las vueltas de calentamiento. Luego ya desatado, tanto en la clasificación (donde fui cuarto) como en la carrera, que acabé en el podium (tercero), tras adelantar en la primera curva, al más puro estilo Fernando Alonso, a Daniela de Papás e Hijos 2.0, que se había marcado la vuelta más rápida al circuito. Sé que Antonio Lobato se hubiese vuelto loco narrando ese adelantamiento. Lo sé.
Y tras hacer el paripé en el podium, sin champan con el que rociarnos pero con trofeo incluido, Edenred nos había preparado una sorpresa más. Un genial catering en el que nos pusimos las botas mientras charlábamos, compartíamos experiencias e intercambiábamos tarjetas. Eso que los hipsters han rebautizado como networking. Un punto y final perfecto para una jornada redonda.
Podéis ver el vídeo del evento pinchando aquí.