Sin duda el primer baño del bebé será una experiencia que recordarás y mantendrás en tu retina por un largo periodo de tiempo. Tengo presente el primer día que el piratilla se baño. Esperamos hasta que su cordón umbilical se callera para poder sumergirlo en el agua y no crear humedad alrededor del ombligo. Fue una experiencia muy relajante para él y sin duda para nosotros como padres primerizos. Los bebés no son tan frágiles como parecen y como padres debes mantener la calma y hacerlo con seguridad.
Material necesario
Los bebés no necesitan excesivo uso de jabón, puede verse afectada su piel si abusas de ello. Te recomiendo que coloques un par de gotas de jabón en el agua para lavar a tu piratilla, de esta manera garantizarás el cuidado de su piel evitando posibles lesiones.
Crema hidratante sin perfume.
Toalla lo suficientemente grande para envolver a tu piratilla cuando salga del baño.
Cepillo del pelo.
Pañal y pomada.
Colonia.
Ropa de cambio.
¿Cómo hacerlo?
Es importante tener al alcance todos los productos que vas a utilizar. Acomoda en un lugar estratégico y accesible lo que vayas a necesitar.
La limpieza rutinaria debe ser muy sencilla los primeros días de vida, mientras el cordón umbilical aún no se haya caído. El baño con toallitas húmedas es muy efectivo para las primera semanas, limpia sus genitales y no te preocupes por el resto el cuerpo. Muchos pediatras recomiendan no bañar todos los días a los bebés ya que su piel es muy delicada.
Utiliza gasas y suero fisiológico para limpiar alrededor del cordón umbilical, se caerá según pasan los días.
Los bebés tienen una piel fina y frágil y no generan sudor por lo que no huelen mal. Por lo tanto no es necesario llevar a cabo una rutina de baño demasiado exhaustiva, la hora del baño debe convertirse en una actividad placentera y de gozo.
No frotes su cuerpo con esponjas puedes dañar la piel del tu bebé, utiliza agua y jabón y con tu misma mano lava su cuerpo.
Mantén su piel limpia y seca en cada cambio que realices.
Cuando sumerjas a tu bebé en el agua sostén su cabeza con firmeza e introdúcelo poco a poco.
Recuerda que el baño no debe ser muy prolongando. En cinco minutos estará limpio y listo para ser arreglado.
Si tienes cualquier duda no olvides preguntar a tu pediatra, sabrá orientarte de la mejor manera. Recuerda que cada persona tiene un punto de vista diferente, toma lo mejor de toda la información que escuchas y seguro que tus decisiones serán adecuadas.
¡A disfrutar del baño!
Fuente de imagen: http://infantil.linio.com