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Os comparto algunos consejos que pueden ser útiles a la hora de empezar.
Desde el punto de vista de Montessori se debe tratar al niño con el mismo respeto y discreción que lo haríamos con un adulto. No por el hecho de ser niños debemos decir a diestro y siniestro que nuestro #piratilla ha utilizado el baño para hacer sus necesidades y menos hacerlo notar en frente de ellos.
Algo que el método evita son los halagos y las fiestas a la hora del entrenamiento. Recuerda que no debemos de vitorear la conducta ya que el control de esfínteres es algo que ellos comienzan a controlar y se convierte en un arma de doble filo ya que tus #piratillas tienen el control de cuando quieren ir al baño o no.
De la misma manera que no hay premios tampoco hay reproches, enfados o riñas. Tratamos la situación de la manera más natural posible. ” Te mojaste, no te preocupes, ahora cambiamos la ropa y lo volvemos a intentar en un rato”
Di no a las prisas, no corras para ir al baño, en ocasiones como padres es tanta la emoción y el evitar que tenga un accidente fuera del baño que hacemos todo lo posible porque tengan éxito. Corremos y hasta nos vemos ridículos intentando llegar al baño los primeros.
No forzar, seguramente durante un par de semanas te pases la vida en idas y venidas al baño. Recuerda que es parte del proceso. Está conociendo donde, cómo y cuando utilizar el retrete. Es una experiencia nueva que poco a poco aprenderá a su ritmo.
La constancia es el mayor de los secretos. Si continuamos con las rutinas que llevamos a cabo tus #piratillas obtendrán el éxito tan pronto que no te darás cuenta de que estabas entrenado. Es fácil perder la paciencia porque te ha pedido seis veces seguidas ir al baño y no hace nada. No tires la toalla recuerda que es parte del proceso.
Ten paciencia y se persistente en el objetivo que queréis lograr. Con tu ayuda seguro tu piratilla controla la situación antes de lo que canta un gallo.