El tema del sueño es por excelencia de lo más duro, más difícil y el mejor negocio dentro la maternidad/paternidad. Al principio nos pilla de sorpresa, inexpertas, con las hormonas revolucionadas, y la desesperación nos tiene entretenidas hasta que sin darnos cuenta el tiempo pasa, y las malas noches también.
Que levante la mano la que en los dos primeros meses (o los 15 primeros días) no ha consultado a San Google las técnicas para que duerman más, y sin mucho éxito solo han conseguido sentirse frustradas y que sus bebés también lo estén. Yo he tenido en mi lista de deseos de Amazon muchos libros sobre el sueño infantil sin decidirme cuál comprar.
Por desgracia yo tampoco voy a aportar el secreto del sueño infantil, me he ido quedando con lo que me ha cuadrado y me ha funcionado. Y aunque mis técnicas me han servido bien, eso de que cada niño es un mundo es cierto. He oído infinidad de historias, me han contado muchos casos, de hecho estábamos tan preparados para lo peor que estamos maravillados con nuestro bebé.
Mi bebé tiene ahora 9 meses y se duerme en la cuna directamente, sin brazos, 10/11 horas, con un despertar (como mucho 2), una siesta después de comer de 1 hora y media/2 horas y a veces otra de 40 minutos por la tarde.
Voy a enumerar los pasos y las claves que nos han llevado a tan estupenda situación, y espero que le sirva a alguien, aunque sea a dar un pequeño paso:
Lactancia: con este punto solo quiero aclarar que los 2 o 3 primeros meses es normal que se despierten cada dos horas (a veces menos), y que la única solución que vi para que los 3 durmiéramos mejor era el colecho y/o una cuna de colecho. Ha sido la única manera de dormir más y al menos no desvelarnos tanto. De hecho en los dos últimos meses cuando ha estado con fiebre por alguna vacuna o con los dientes, si se despertaba varias veces o nervioso le he metido en mi cama le he puesto a la teta y se ha quedado enseguida y durante casi toda la noche, la suelta, la busca, y así.
Guardería: notamos un pequeño cambio, pero es verdad que allí los niños hacen una cosa y en casa otra. Lo que es verdad es que después de comentarles al inicio que dormía boca abajo simplemente meneándole el culete (cosa que no era del todo cierto), en la fiesta de navidad la profe nos dijo que se dormía solo. Por lo que eso a mi me dio la clave: es capaz de dormir solo. Lo que allí hará será protestar un poco y al ser varios niños sabrá que no puede ser atendido siempre, y se dormirá. Pero en casa sabe que yo no le voy a dejar llorar, y protesta un poco más. El caso es que la guardería aporta rutina y horarios, y sobre todo desgaste de energía...
"Duérmete niño": El famoso método Estivill. Los libros que habrá vendido este señor... la cantidad de niños que han aprendido a dormir (por las malas)... Pues muy bien, esto no es para mi. Yo no me siento cómoda implantando una rutina a base del llanto de mi hijo y que aprenda que por mucho que llore no le servirá de nada, que se vea solo, que nadie esté con él cuando más cansado está, que nadie le ayude a dormirse. No rotundo. No creo que a base de dejar llorar a un niño sea una buena manera de enseñarle absolutamente nada.
Para quién no lo conozca, su método resumido es dejar al niño llorar en la cuna, y cada noche tardar un minuto más en entrar a atenderle...
Rutinas: Ésta sí diría yo que es la clave. Desde que tenía un mes y medio implantamos sobre las 20:00 baño/bibe/dormir. Desde hace más de un mes, en vez de dormirle en el salón, meciéndole en la hamaca, mientras veíamos la tele, vamos a su habitación, luz tenue, le leemos un cuento (o 4), un beso y a la cuna. Antes le poníamos en la hamaca y le movíamos, y en 2 minutos estaba dormido, por lo que el siguiente paso ha sido meterle en la cuna despierto, sentarnos al lado y moverle ligeramente el culete mientras hacemos "shhh.. shhh...". 5 minutos. Con cuentos 10.
Si ese día está más nervioso y roza el llanto, se le coge 30 segundo para tranquilizarle y de nuevo a la cuna. Le he cogido máximo 2 veces. -Si te pones nerviosa pide cambio a tu pareja.-
Despertares: Para empezar a quitarle la teta por las noches, cuando se despertaba le metimos dos biberones, uno se lo daba yo sobre la 1 y otro su padre sobre las 5 (casi siempre a las mismas horas). Si se despertaba más le daba teta. Llevamos varias noches en las que se salta el segundo bibe. Normalmente sus despertares desde los 6 meses han tenido una razón: mocos, toses, caca, o dientes. Con los dientes poco se puede hacer, aunque hemos tenido dos noches que hemos tirado de Paracetamol por lo desesperado que estaba, y ha sido lo único que ha salvado la noche. Mocos y toses han sido sobrellevados con humidificador, cebolla y vips vaporus para bebés en pecho y planta de los pies. Si durante el día no ha hecho caca o solo a primera hora, el Señor J se sienta en el sofá antes del cuento y le sube las piernas un poco, normalmente acabamos con pastel.
En general si se despierta no queda otra que brazos o teta.
Siestas: Cuanto mejor duerma por el día, mejor dormirá por la noche. Esto nos lo hemos grabado a fuego, comprobado y más que comprobado. No le despertamos si se hecha una siesta de 3 horas, que suelen ser los domingos que hay matronatación y para él es una paliza, y si la siesta es de media hora, porque le duelen los dientes, intentamos retomar la siesta en una hora o cuando le veamos frotarse la cara y tocarse la oreja. La siesta de la tarde que suele hacer cuando hay guarde, no suele durar mas de 30/40 minutos, pero en ese caso sí solemos despertarle para que no duerma más de una hora.
Respeta su sueño: igual que hemos respetado su apetito y no le obligamos a comer para que la hora de la cena no se vuelva una tortura, con el sueño igual. No quiero decir que si el niño quiere estar jugando hasta las 11 lo hagamos, no, pero primero le conducimos hasta el punto de sueño y luego le ayudamos a dormir. Si alguien te metiera en la cama según has terminado de cenar y te dijera "A dormir!", ¿serías capaz de hacerlo? No, nadie lo es. Te relajas, ves la tele, lees un libro, y te vas relajando para poder llegar al punto de cerrar los ojos y dormirte. Pues aunque muchos niños suelen tener la capacidad de tumbarse y dormirse, lo normal es que haya que ayudarles a relajarse.
Paciencia: En estos 9 meses me he dado cuenta de que la maternidad viene con una gran dosis de paciencia de serie, para absolutamente todo. Si quieres que tu hijo aprenda algo, ve en esa dirección, no vayas en la contraria porque nunca dará la vuelta por si solo. ¿Quieres que se duerma con un cuento?, cuéntale el cuento, TODAS LAS NOCHES; ¿quieres que se duerma a las 21:00? entrar en su habitación a las 20:45, TODAS LAS NOCHES.
Con esto quiero decir que los niños y sobre todo los bebés solo conocen lo que tú les has enseñado, por lo que si implantas otra rutina, acabaran cogiéndola. Te costará 2 días, 2 semanas, o 2 meses, puede que por la propia rutina, o puede que por la propia maduración del sueño, pero la victoria llegará.
Aunque estés cansada, aunque lo fácil sean los brazos, la cama de mamá o lo que quieras eliminar de la rutina, se fuerte, siempre desde el amor, pero camina en esa dirección y tú hijo te seguirá.
Señora S.