Los síntomas del Trastorno Oposicionista Desafiante (TOD), también denominado Trastorno Negativista Desafiante (TND), incluyen conductas que van desde berrinches regulares, alegatos excesivos con los adultos a comportamientos no cooperativos, deliberadamente molestos, mezquinos y rencorosos.
Algunas de estas acciones pueden ser consideradas como esperadas para la edad y como parte de la búsqueda ordinaria por la independencia, sin embargo, en el TND se distinguen por su intensidad y duración.
Signos y Síntomas del Trastorno de Oposición Desafiante en niños
Los niños con este trastorno no suelen tener tendencia a ser físicamente agresivos, sin embargo, emplean tácticas tales como obstaculizar, obstruir, estorbar, degradar o resistirse a cualquier persona que posea una posición de autoridad tales como padres, maestros, entrenadores, policía, etc.
Deliberadamente pueden tratar de molestar e irritar a los demás, aunque cualquier niño puede mostrarse ocasionalmente agresivo e irritante con los demás, para ser diagnosticado con TND, se requiere que presente un patrón de comportamiento negativo, hostil y desafiante que dure al menos seis meses, durante los cuales se presente al menos cuatro o más de los siguientes síntomas:
- A menudo pierde la calma.
- Susceptible o se molesta con facilidad.
- Está enfadado y resentido.
- Discusiones o actitudes desafiantes
- Discute a menudo con la autoridad o con los adultos.
- Desafía activamente o rehúsa activamente cumplir peticiones o reglas por parte de figuras de autoridad o control.
- Molesta a los demás deliberadamente.
- Culpa a los demás por sus errores o su mal comportamiento.
- Comportamiento rencoroso o vengativo.
- Está enojado y resentido con frecuencia.
Se diferencian dos tipos de Trastorno Negativista Desafiante, el primero con inicio en la infancia, en algunos casos inclusive a partir de los 3 o 4 años de edad, los niños más pequeños muestran comportamientos de oposición diariamente lo cual dificulta las labores de crianza, en algunos niños la frecuencia de los comportamientos oposicionistas tiende a declinar con el tiempo, se calcula que cerca del 40 por ciento de los niños con un tratamiento adecuado logra superar este trastorno a ocho años de edad.
El segundo tipo tiene inicio en la adolescencia, cuando niños que han sido amorosos y obedientes se convierten en personas con las cuales es imposible convivir, el hogar y el colegio se convierten en lugares de conflicto casi contante.
Signos y Síntomas del Trastorno Negativista Desafiante en adultos El Trastorno Negativista Desafiante que puede perdurar hasta la edad adulta o derivar en una condición más grave, como un Trastorno de Personalidad Antisocial.
Como adultos pueden presentar múltiples conflictos por su falta de control temperamental, lo cual se puede manifestar en acciones tales como abuso conyugal o maltratos, son personas que se defienden implacablemente cuando alguien expresa que han hecho algo mal.
Se sienten incomprendidos y disgustados, encerrados y empujados. La constante oposición a las personas en roles de la autoridad dificulta para los adultos con Trastorno Oposicional Desafiante mantenerse puestos de trabajo, relaciones en general y uniones maritales.
Diagnóstico No hay un método único para diagnosticar este trastorno, para poder hacerlo generalmente hay que descartar otro tipo de condiciones que pudieran explicar mejor los síntomas, tales como ansiedad de los padres, en los mismos niños u otros trastornos como Depresión o el Trastorno Bipolar.
El diagnostico se realiza por lo general siguiendo los criterios del DSM V o CIE 10.
El Trastorno Oposicionista Desafiante comúnmente tiene comorbilidad con el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), quienes tienen ambas condiciones por lo general son más disruptivos y agresivos.
El Trastorno Negativista Desafiante se diferencia del Trastorno de Conducta, el cual se caracteriza porque el niño viola en forma persistente las reglas o los derechos de los otros; y del Trastorno de la Conducta con Emociones Prosociales Limitadas, donde la conducta trastornada es cruel y destructiva, sin mostrar remordimiento o consideración por los sentimientos de otros.
Los comportamientos típicos de este trastorno sólo pueden ser considerados como “síntomas” si ocurren con mayor frecuencia de lo que se observaría típicamente en individuos de la misma edad y nivel de desarrollo comparables, además, de causar un deterioro clínicamente significativo en el funcionamiento social, académico u ocupacional.
El diagnóstico requiere de tiempo porque se deben evaluar múltiples fuentes de información.
La evaluación requiere que se recopile informes de padres, maestros, el propio niño y cualquier otra persona que tenga un contacto significativo y pueda dar información sobre su comportamiento.
Entrevistar a tantas personas como sea necesario, acerca de cómo y dónde ocurre los comportamientos puede ayudar a determinar qué comportamientos afectan las diferentes áreas de vida del niño.
También ayudará a determinar si está respondiendo a una situación estresante, o si por el contrario está lidiando con un problema de comportamiento continuo.
Pronóstico y tratamiento Las personas con Trastorno Oposicionista Desafiante nunca se responsabilizan por su comportamiento y el efecto que tiene sobre todos los que les rodean, sin embargo, si se culpabilizan por ello.
La tensión de cómo lidiar con alguien con Trastorno Oposicionista Desafiante afecta a toda la familia, especialmente las relaciones maritales.
Afortunadamente, existen tratamientos efectivos para tratar incluso con el niño o adulto más desafiante.
No será tarea fácil, pero se puede lograr, por lo general con la ayuda de psicoterapia especializada y programas de capacitación familiar.
Si como padre requiere determinar si los problemas en la escuela, el trabajo o el hogar son causados por el Trastorno Negativista Desafiante, acuda a un especialista en el tema (psicólogo infantil) quien lo oriente en con una correcta evaluación completa.
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