El día de hoy estaremos hablando de la mejor forma de tratar a los niños con TDH, el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, más conocido cómo TDAH, es un trastorno crónico neurobiológico que afecta entre un 5 y 10% de los niños y se manifiesta en su comportamiento, pero en muchas ocasiones, se prolonga hasta la edad adulta. Todavía no tiene un explicación clara ni evidencias científicas, pero la última opinión que se tiene es que se debe a un fallo producido en los circuitos cerebrales que controlan la inhibición y el autocontrol.
Los niños que padecen este trastorno muestran dificultad a la hora de mantener la atención en tareas de manera voluntaria, ya sea en el colegio o en casa, y les resulta difícil controlar sus impulsos. Existen diferentes clases de TDAH según los síntomas que presenten: Inatento, Hiperactivo-impulsivo y combinado (que es un mezcla de los dos primeros).
Síntomas de TDAH: acude a un especialista
Las sospechas que llevan a pensar que un niño tiene este trastorno pueden manifestarse a cualquier edad, aunque con mayor frecuencia en edad escolar. Si dudas de que tu hijo puede tener TDAH, observa si sufre los siguientes síntomas y consúltalo con su pediatra, además de informar a su profesor.
Síntomas:
- No es capaz de escuchar o prestar atención durante un tiempo.
- Se muestra inquieto y no puede relajarse.
- Es despistado y le cuesta ser organizado.
- Es impulsivo, pierde el control y habla o actúa sin pensar.
- Se muestra irritado y discute o contesta con facilidad
Tratamiento: es muy importante su detección precoz
No existe un un método único, el tratamiento tiene que ser personalizado y atender a las dificultades que presente el niño en su vida diaria. Normalmente, es posible que necesite atención psicológica, una educación estratégica y especial por parte de los padres y el colegio y, en ocasiones, necesitan algún medicamento, como la atomoxetina que da buenos resultados en torno a un 70% de los casos.
Es muy importante detectar este trastorno lo antes posible, ya que para el niño será menos traumático comenzar con el tratamiento y se sentirá distinto a nadie. Una detección tardía o un mal tratamiento puede provocar que se desarrollen otros trastornos como comportamientos antisociales, problemas afectivos o desorden del sueño.
Lo que es bueno y malo para ellos
En muy importante conocer su problema lo antes posible y entender lo que le pasa para que el niño mejore lo antes posible. Los padres tiene que ofrecer una educación coherente y consultar todas sus dudas con el pediatra o especialista, para trasmitirle de la mejor forma valores positivos y estabilidad familiar. Los profesores deben conocer la situación y adaptar las actividades educativas para el niño. Es muy importante que padres y profesores colaboren juntos.
Además de un diagnóstico tardío, existen otro factores perjudiciales para un niño con TDAH como el fracaso escolar o una educación demasiado permisiva o estricta, hay que encontrar el término medio. Tampoco ayuda que los padres tengan malas conductas, ya que se enseña con el ejemplo.
El lado bueno del TDAH
No hay mal que por bien no venga. Hay que mantener una actitud positiva, ¿Sabías que el TDAH también aporta cosas buenas al niño? La lista podría ser enorme, por ejemplo son muy buenos para hablar en público y para las relaciones públicas, pues no padecen vergüenza.
Suelen ser ambiciosos lo que les motiva para alcanzar sus objetivos. Se muestran dispuestos para aprender cosas nuevas, ayudar y les resulta fácil hacer amigos. También, reaccionan rápidamente ante situaciones difíciles o problemas y se preocupan mucho por su familia.
Fotos:worldbank/flickr, nationalassemblyforwales/flickr, chicagonorthshore/flickr, michaelsarver/flickr, boudewijnberends/flickr