Son niños, no son sordos y desde luego, no son tontos e interpretan el sarcasmo con bastante porcentaje de exactitud.
Me pongo en el lugar de los niños y deben sentirse muy incómodos.
Quizás la Navidad sea la peor época con sus clásicos:
-Hablar de los regalos de Reyes o Papá Noel haciendo gestos con la cabeza, abriendo excesivamente los ojos y poniendo tooooooooddaaaaaaaaaaa la intención en el tono de voz.
-Quejarse de lo costosos que son los regalos.
-Decir que ha Fulanit@ le has comprado X cosa, aunque Fulanit@ no este delante, pero con Menganit@ presente.
-Durante la apertura de regalos ir contándole a los padres los pormenores de la elección del regalo: que si fuiste a 100 tiendas, que si costó X???, que si estaba agotado en todas partes pero al final lo encontraste en la tienda de la esquina...
Pero no es la única época:
El verano
-Por favor no me des el pésame por la llegada de las vacaciones escolares, yo disfruto de mis hijos aunque me pongan a veces los pelos de punta y cortocircuite, pero aunque yo misma pensase igual, no me gustaría que mis hijos los escuchen.
El inicio de curso
-Por favor, no me des la enhorabuena efusivamente porque al fin comienza el colegio y voy a dejar de pasar 24 horas al día con mis hijos.
Fuera de fechas señaladas tampoco deberíamos hablar como si no estuvieran, porque están:
-No deberíamos hablar en tono subidito creyendo que no entienden el argot obsceno y los dobles sentidos.
-No deberíamos insultar a los demás delante del niño.
-Si eresracista u homófobo, es cosa tuya, pero no lo recalques delante de los niños (al menos de los míos)
-Chistes machistas o feministas o cualquier gracieta que suponga humillar a alguien 0.
-Jamásjustificar la violencia en ninguna de sus formas ni hacia nadie.
Y por supuesto deberíamos evitar contarles a los demás los secretos de nuestros hijos, ni sus meteduras de pata, ni si se han portado fatal....que es lógico que a veces necesitemos desahogarnos, pero no hay necesidad de hacerlo delante suyo porque si nos ponemos en su lugar...deben sentirse muy mal.
Simplemente deberíamos pararnos un instante a pensar antes de abrir la boca si nos gustaría ser el protagonista de esa conversación.
Si la respuesta es no...Boca cerrada.