Hoy he conocido la noticia de que un chico de 20 años ha sido detenido por espiar a su novia a través de una aplicación que le instaló en su móvil. Tenía control absoluto sobre ella: llamadas, mensajes de Whatsapp, correos, redes sociales, ubicación, cuentas corrientes, acceso remoto al micrófono y la cámara...
Por raro que parezca, hay multitud de programas, al alcance de cualquiera, para acceder a los smartphone. Flexispy, mSpy, Mobile Spy o Mobistealth son algunas de ellas. Instalar este tipo de aplicaciones es ilegal cuando su función es la de espiar. Pero (ya sabéis que siempre hay un pero) si la instalas en tu propio terminal como medida de seguridad en caso de robo o, atención, en el smartphone de tu hijo menor de edad como medida de control parental, es totalmente lícito. Es más, en este segundo caso, hay aplicaciones específicas, como Teenscrio, que permiten establecer zonas, lugares o entornos en los que sus hijos no deben estar, ofrece la posibilidad de poner límites horarios a la permanencia de los hijos en determinados lugares o en los desplazamientos habituales entre la casa y el colegio, y, a través de un sistema de alertas, informa en tiempo real si los niños se encuentran donde no deben. La herramienta perfecta para los que yo llamo padres helicóptero, porque siempre sobrevuelan por encima de sus hijos velando por su seguridad (como el de la DGT).Y en esto me quería parar yo. Ya sabemos que legal es ¿pero moral? ¿correcto para la educación de nuestros hijos? ¿un ejemplo para ellos? ¡¡Cuánta pregunta intensa para tanto calor!!
Mi punto de vista, tan válido como otro cualquiera: por muy inmoral que sea, me la trae al pairo si lo que está en juego es la seguridad de la Princesa. En cuanto a la corrección y/o ejemplo ahí discrepo. Creo que no es bueno para ellos y menos para nosotros. Todos hemos sido adolescentes y hemos salido y entrado, hecho cosas buenas y no tan buenas y aquí estamos. Si es verdad que estos tiempos no son aquellos, pero considero que hay que permitir que nuestros hijos se equivoquen solos y se sepan enfrentar a lo que tenga que venir. Por eso no creo que sea una buena herramienta. Ahora bien, si el día de mañana veo actitudes, comportamientos o amistades de dudosa procedencia vamos que si le pongo un espía de esos. Uno no. Dos, tres o los que sean. Pero hasta que llegue el momento, le daré mi confianza y la oportunidad de demostrar que lo que venimos trabajando, desde que tiene uso de razón, ha servido para algo.
Y tú, ¿qué opinas? ¿Eres un James Bond en potencia? ¿Desapruebas este tipo de herramientas? ¡El debate está abierto! Tu opinión me interesa mucho así que si tienes algo que aportar al respecto, te animo a hacerlo.
¡¡¡FELIZ JUEVES!!