Y ahí estamos los dos, corre que te corre organizando cosas porque todavía no las tenía organizadas, si me quedaban 3 semanas!!!! Prepara la cuna, coloca el maxi-cosi en el coche, prepara la maleta mía, a todo esto yo no tenía todavía ropilla para sacarla del hospital, porque se iba a encargar mi madre y todavía no había ido, dúchate... en fin, que entre unas cosas y otras llegamos al hospital a las 13:30. Allí me quedé, me pasaron a monitores y, después, me asignaron habitación peeeeeeeerooooo, acababan de dejarla y estaba sin limpiar, así es que allí nos tenían en la sala de espera a mí, a mi marido y a una amiga que se vino con nosotros... las visitas, pues las recibíamos allí tirados por el suelo.
Todavía no me había puesto de parto y me dijeron que si no me ponía yo, que a la mañana siguiente me lo provocaban. Pero no hizo falta, por la noche empezaron las contracciones, bueno ya tenía, pero aún no las notaba. A partir de las 3 de la mañana ya sí empecé a notarlas y, de ahí en adelante, ya todo salió rodado. A las 8 de la mañana me pasaron a la sala de dilatación allí yo solita, con más cables que un robot y más nerviosa que un flan. De repente, veo pasar a mi marido con la batita verde y el gorrito... jolín, que panzá de reir!!!! Sobre las 10 dejé de reirme, caray cómo dolían ya las jo.di.das contracciones!!!!! Al rato me pusieron la epidural y a vivir la vida otra vez!!! Uuufff, qué descanso!!!! A las 12:15 me pasaron al paritorio y, de 5 empujones, nació Raquel. ¡Qué pequeñita era! Solo pesó 2,270 y una semana antes me había dicho el tocólogo (había tenido la última ecografía hacía 2 semanas) que pesaba sobre los 2,500 y yo me quedé pensando... "y los 300 gr. mínimo que le faltan dónde están?". El caso es que nació bajita de peso y con la glucosa baja, pero enseguida se rehízo y se libró de la incubadora.
Era tan pequeñita!!!! Pero solo se le veían ojos, unos ojos azules muy abiertos que lo observaban todo!!! Y qué pulmones, madre mía!!! Cómo lloraba!!! Esos deditos!!! Esos pies!!!! Esas piernecillas que parecían alfileres!!!
Mañana ya cumple 1 año y jolines cómo ha cambiado!!!! Sigue teniendo esos ojazos azules que todo lo observan con tantísima atención, no queriendo perderse nada en absoluto. Las patillas de alambre se han convertido en dos muslillos de pollos que te entran ganas de ronchar... en fin, qué voy a decir yo!!!!!