El juego creativo permite a los niños conocer el mundo, y para la pedagogía Waldorf este es el verdadero trabajo de la primera infancia.
Uno de los mundos que el niño experimenta por medio del juego es el mundo de la naturaleza. Pero, ¿le damos la importancia que tiene?
La naturaleza es una fuente inagotable de estímulos que respetan y favorecen el desarrollo saludable de los niños. Pasar tiempo en la naturaleza nos rodea de belleza, de ritmo y de conexión consciente con el aquí y el ahora. Y especialmente para los niños, favorece y refuerza sus procesos de aprendizaje.
Al jugar con la naturaleza, los niños conocen otras formas de vida, el mundo de las plantas y de los animales, y los elementos de la tierra, el aire, el fuego y el agua. Por eso, deberían estar en contacto con la naturaleza el mayor tiempo posible.
Leyendo esto me puedes decir; "Ya, siempre que podemos nos escapamos al campo o al mar, pero nosotros vivimos en una ciudad".
Bueno, la naturaleza nos envuelve por todas partes, incluso en la ciudad.
Dicen que quien no es capaz de asombrarse observando lo que ocurre en el parque de su barrio, tampoco descubrirá nada junto a la montaña o el mar. <<Quien no es capaz de ver el pájaro carpintero o la ardilla del parque, no verá tampoco la estrella de mar, ni la marmota>>.
E igualmente, siempre podemos organizar juegos en casa con elementos naturales, que nos conectarán con la Madre Tierra y nos proporcionarán oportunidades ilimitadas para clasificar, ordenar, hacer patrones y series, contar, construir, imitar… y en definitiva fomentar un juego creativo y natural.
Así que hoy te presento algunos de los juegos y actividades que hacemos en casa con elementos naturales…
Materiales de construcción naturales
Uno de los elementos de juego Waldorf imprescindibles, que ya te conté aquí, son los bloques de madera para construir.
Los niños, que son sabios por naturaleza, suelen preferir hacer construcciones con maderas naturales antes que con bloques de plástico, lo he comprobado muchas veces en los coles que he trabajado.
Y no es de extrañar, el plástico es un material frío e inerte que no transmite sensaciones al niño, no le conecta, como sí lo hace la madera, que se percibe, se siente, se huele, se vive. Hay tanta diferencia en el contacto.
Eco Bloques
En casa tenemos los eco bloques de Jugar i Jugar, uno de sus productos estrella, pero es que me parecen básicos a partir de 1 año de edad.
Hace años que tenemos los bloques sin corteza y recientemente hemos incorporado los de corteza, que han sido un estímulo muy sugestivo para Sunflower.
Personalmente, me gustan más los que tienen corteza, por su textura y olor, mucho más estimulante, pero F. y Sunflower opinan que los que no tienen corteza son más suaves y mejor acabados, entre gustos y colores…
Bloques de corcho
Otra de las novedades que hemos descubierto hace poco, también de Jugar i Jugar son ¡los bloques de corcho!
Han supuesto toda una innovación en casa, tan suaves y ligeros. Además de permitir opciones muy diversas de construcción, Sunflower les da usos muy variados, de repente un bloque es un coche, o una alfombra mágica para que viajen sus muñequitas, es lo bueno que tienen los juguetes no acabados, que dan alas a la imaginación.
Construir con palos
¿Y qué hay de los palos, esos que nos encontramos en las excursiones por el bosque o el campo?
Podemos darles muchísimas utilidades, entre ellas pintar (como te enseño más abajo), pero si a los palos le añades estas simples, y para mí revolucionarias, piezas de silicona llamadas Stick-lets, construir refugios y cabañas se convierte en una opción entretenida y plausible para cualquier tarde de diversión.
Desde construir un tipi indio con cañas de bambú (que compramos muy baratas en una tienda multiprecio), hasta pequeñas casitas para las muñecas de Sunflower (¡este refugio lo ha construido ella solita!)
¡Estas piezas deberían estar presentes en cualquier aula de infantil del mundo!
La casa del árbol
Con troncos y ramas de madera también se puede construir una casa del árbol para los gnomos y hadas, como la que construyó F. no hace mucho para Sunflower. Puedes ver el tutorial de cómo se hace aquí.
Cestas de la naturaleza
En toda familia Waldorf no falta un rinconcito en el salón con cestas llenas de elementos naturales.
Las cestas que tenemos con piedras, palos, piñas, conchas, nueces,… Sunflower las utiliza para muchos de sus juegos, desde preparar comiditas para sus muñecas, hacer dibujos y crear formas, organizar cuentos,… pero uno de los juegos que más le gusta últimamente, que además ayuda a desarrollar conceptos matemáticos como la clasificación, búsqueda de tamaño y forma, simetría,…es el de crear una composición y formar la misma en espejo. Es lo que llamamos el juego de la simetría.
Juego de la simetría
Con un simple palo como separador, formamos una composición de elementos naturales(yo misma, o a veces empieza ella) y la consigna es "lo que aparece en un lado debe aparecer igual en el otro", al igual que las alas de una mariposa, o una mariquita, que son simétricas.
Se pueden hacer composiciones más fáciles o más complejas, creando un desafío para el niño, que seguro querrá probar su capacidad de buscar y colocar. Este juego es de lo más sencillo y a la vez de lo más enriquecedor.
Piedras cuenta cuentos
Ya debes saber que en esta casa somos amantes de las piedras. Una de las maneras que utilizo para relajarme es pintar mandalas en piedras que recojo allí dónde voy (de Oslo me traje unas cuantas también). Mira aquí cómo lo hago.
Pero también las utilizamos para crear personajes y contar cuentos.
Nos gusta especialmente porque son fácilmente transportables y a Sunflower le dan mucho juego después, pues juega a interpretar el cuento o inventarse nuevas versiones con las mismas piedras en cualquier parte.
Este verano F. y yo hemos preparado los personajes del cuento "Érase un caracol que buscaba el sol", un cuento indicado para la estación estival que procede de las escuelas Waldorf, y que a Sunflower le encanta.
Puedes contarlo en una pequeña mesa al estilo teatrillo como ya te hablé aquí.
Si te apetece conocer el cuento y pintar tus propias piedras, lo he transcrito para que lo puedes descargar aquí.
Pintar con elementos naturales
Palos, flores, hojas… Son elementos muy fáciles de encontrar y que podemos utilizar para pintar y experimentar con el color y la naturaleza.
Es algo que hacemos a menudo, y a veces acabamos pintando también con las manos, por lo que solemos utilizar para ello pintura de dedos. La que tenemos en casa es una ecológica, totalmente natural, muy brillante y con textura, que conseguimos en Jugar i Jugar. De las mejores que hemos probado y el hecho de que sea totalmente natural no me puede gustar más. La puedes encontrar aquí.
Jugar con hojas
Las hojas también dan mucho juego ya desde bien pequeños, son un elemento perfecto para estimular los sentidos, con sus diferentes texturas, olores y sonidos al manipularlas y estrujarlas.
Dos actividades que nos gusta especialmente hacer con hojas son:
Encontrar el árbol
Esto es algo muy sencillo y a la vez muy divertido e instructivo. En el parque o en el jardín, busco una hoja de cada árbol o planta que encuentre. Luego se las entrego todas juntas y mezcladas a Sunflower y ella debe encontrar a qué árbol o planta pertenece cada una de ellas.
Esto da pie para muchas cosas, para comprobar las diferentes formas de las hojas, buscando similitudes y diferencias, aprender vocabulario con los diferentes nombres de árboles y plantas, mejorar la capacidad de observación y atención,…
Las de la foto son algunas de las hojas que tenemos en nuestro pequeño jardín en casa. ¿Sabrías reconocer de qué plantas o árboles son? ;-)
Crear herbarios divertidos
Cuando viajamos, además de piedras, también nos gusta recoger hojas y flores de las plantas y árboles que nos encontramos. Como tenemos una pequeña prensa que es fácilmente transportable, aprovechamos para crear después herbarios de nuestros viajes, que son un gran recuerdo.
A Sunflower le gusta mucho participar en todo el proceso, casi desde que era un bebé. Mira algunos de los tesoros que nos hemos traído de Noruega.
Además, con las hojas recogidas y otros elementos naturales podemos jugar también a hacer dibujos y recrear animalitos e insectos. ¡Algo muy divertido!
Juegos de mesa con maderas naturales
Sunflower está a punto de cumplir los cinco años y ahora empieza a interesarse por los juegos de mesa. Hasta ahora su juego siempre ha sido más libre y espontáneo, pero ahora comienzan a resultarle atractivos los juegos con reglas y una secuencia marcada de pasos.
Por eso se nos ocurrió introducir un juego sencillo como es el tres en raya, y creamos una versión casera con discos de madera. ¡Ha sido un éxito! Le ha dado pie a inventarse nuevos juegos con sus propias reglas y todo.
Los círculos de madera pequeños los puedes crear fácilmente a partir de ramas que encuentres, pero si los utilizas como nosotros para otras manualidades (ahora mismo estamos forrando un marco de fotos y también haciendo un salvamanteles con el fondo de fieltro muy chulo, ya te los enseñaré en Instagram y Facebook), puede ser interesante comprarlos ya cortados. En Jugar i Jugar los puedes encontrar y muy económicos además.
¿Flota o no flota?
Una mesa de experimentación donde los niños puedan jugar con agua, arena y otros elementos me parece imprescindible en toda casa con niños.
Nosotros tenemos una versión muy sencilla creada a partir de materiales de Ikea (quitando el tablero de la mesa Lätt, poniendo un listón de madera en medio y encajando cajas Trofast), pero es más que suficiente.
Cuando jugamos con el agua, puede ser interesante comprobar el efecto que producen diferentes elementos al caer en ella, ¿flotan o se hunden? ¿Qué pasa si tiramos una piedra? ¿Y una concha de mar? ¿Y si dejamos caer una hoja?
Después podemos inventarnos y diseñar diferentes embarcaciones flotantes con elementos de la naturaleza.
Una de nuestras últimas creaciones han sido barcos hechos con nueces. Muy fáciles de construir e ideales para jugar en una mesa de experimentación en el exterior o en un simple recipiente con agua sobre una mesa.
La mesa de estación
La mesa de estación o de la naturaleza es otro rincón imprescindible en una familia Waldorf, y es una forma de traer la naturaleza, con sus ritmos y sus cambios a nuestro hogar. Aquí te expliqué un poco en qué consiste.
La mesa de estación es un elemento variable, que va cambiando cada día con la interacción de todos y la naturaleza. En Instagram ya te enseñé nuestra mesa de estación de este verano.
¿Qué te parecen estas propuestas? Si en casa tenéis más ideas, por favor, déjame un comentario que nos gusta ir ampliando nuestro repertorio.
<<Nada de lo que el ser humano hace, sabe, anhela o teme no ha sido esbozado, probado y practicado o, cuando menos, previsto en los juegos de un niño – Heidi Britz-Crecelius>>
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