Aprovechando que tengo a mano al Doctor Anónimo (reconocido especialista en aparato digestivo) le he preguntado por un tema que se aprende en primero de maternidad porque lo sufres en tus carnes desde que eres bien niño: el corte de digestión. Si no llega a ser por sus eruditas explicaciones este post hubiera sido el más corto jamás escrito: el corte de digestión no existe.Él jura y perjura que que en los libros de gastroenterología no aparece ningún capítulo dedicado a ello y en su dilatada experiencia no se ha encontrado con algún caso.
La digestión, una vez que empieza, no hay quien la pare. Y ¿cuándo empieza la digestión? El proceso digestivo es como las farmacias 24 horas, no cierra. Nos pasamos digiriendo toda la vida, intensificando el proceso cuando ingerimos alimentos. Así que de paradas o cortes, nada de nada.
Lo que no niega el doctor es que si has comido mucho (o bebido) y te metes en el mar o en la piscina con agua muy fría puedas sufrir una hipotensión, un síncope o un mareo. Pero no es un problema digestivo sino cardiovascular. A veces va acompañado de nauseas y vómitos pero no por ello es una complicación digestiva. El Doctor Anónimo pone el ejemplo del infarto de miocardio que a veces va a acompañado de nauseas, vómitos o sudoración. porque son síntomas vasovagales, vegetativos, como respuesta del organismo a una situación de estrés. A todo esto yo apostillo que después de una comilona te sientes mal te mojes o no.
En cuanto al remedio de tomarse el último bocado dentro del agua para evitar el corte de digestión o echarse agua en la nuca para evitar el corte... ha preferido no pronunciarse.
Así que queda claro: si los niños no quieren dormir la siesta ¡al agua patos!
¡¡FELIZ JUEVES!!