La idea de mantener y construir la magia de la Navidad tiene que ver con eso mismo justamente: fomentar la magia, la ilusión, en los más pequeños es parte de acompañarlos en tener una infancia feliz. No tomo la creencia de Papá Noel como una mentira sino como un juego que dejará lindos recuerdos en la historia de Mirula.
Cuando ella me preguntó quién era Papá Noel o Santa, le contesté “un personaje”. Sé que ella en ese momento no lo comprendió del todo pero el concepto está presente y con el correr del tiempo se acerca más a la idea de lo que forma parte de lo real y que no.
De todos modos, la Navidad forma parte de la cultura del catolicismo. Cultura que heredé de mi hogar y aunque ahora disienta en muchísimas cosas con varias instituciones religiosas, no sólo con la Iglesia Católica, sigo aferrándome a la idea de que hay algo que nos excede. Llámese fe, llámese como quiera. Por eso respeto y comparto la preparación de la llegada de la Navidad con Mirula.
Además de la tradición de armar el arbolito navideño juntas, acá les cuento algunas de las otras cositas que hicimos.
Leímos un cuento sobre la Navidad
El cuento que elegimos se llama “Un beso para Santa Claus” de Elisabeth Coudol, con ilustraciones de Nancy Perret. La historia es simple y super linda. En la víspera de Navidad, Simón se encuentra con Papá Noel tirado y triste en el sillón de su sala. Intenta divertirlo de todas las maneras que se lo ocurren pero nada da resultado: ha perdido la alegría. Simón tiene una gran idea y de la mano de la Literatura, logra que Santa recupere la felicidad y esté listo para llenar el mundo de sonrisas.
Este cuento fue un hallazgo (como la mayoría de los que tenemos en nuestra biblioteca): él nos encontró a nosotras. En la semana de las ofertas y mesitas afuera de las librerías de Buenos Aires, encontramos cuatro libros hermosos, de bellas ediciones y este fue uno de ellos. Muy lindo.
De hecho, Mirula se lo dejó arriba de la mesa de casa al propio Santa para que lo leyera si pasaba por ahí y tenía un tiempito. ¡Y a que no saben lo que pasó! No sólo leyó el libro, sino que se comió los caramelos que ella también le dejó y hasta tuvo tiempo de escribirle una notita. ;)
Hicimos un móvil navideño
Para armarlo utilizamos unos vectores que encontramos en Pinterest. Había algunos ya coloreados y otros para colorear. Imprimí los que estaban en blanco y Mirula los pintó a su gusto. Había varias figuras: un arbolito, un muñeco de nieve, un Santa, una estrella, un pajarito y un angelito. Mirula insistía que el angelito era una nenita disfrazada para esperar Halloween y no pude convencerla de lo contrario. Eso me causó mucha gracia.
Una vez que Mirulina pintó los dibujos, los pegamos sobre blondas de papel blanco y le pasamos un hilo para unirlos. Para empezar los colgamos afuera en la ventana pero Mirula luego los quiso poner en nuestra habitación y ahí quedó el móvil, hermoso.
Hicimos figuras con arcilla
Las dos moldeamos figuras navideñas con arcilla para regalárnoslas entre nosotras y a Abuela también. Mirula me hizo un hermoso árbol navideño. Debo confesarles un secreto: aún no pudimos pintarlas. Pero ya lo haremos antes de desarmar el árbol. (Creo).
Cocinamos juntas
Pasamos la víspera de Navidad con una familia de amigos. Ellos hicieron muchas cosas ricas pero para mí, no hubo nada más especial que los arrollados que preparamos con Mirula. ¡Es que ella tiene una mano para la cocina! Dice que cuando sea grande quiere ser pastelera (además de guardaparque, doctora, “fucbolista” y mamá) y la verdad es que no sólo sus pasteles o cupcakes le salen riquísimos sino todo lo que prepara. Excepto un día que intentamos hacer pan casero las dos y… ¡nos salieron unos pisa-papeles divinos!
Hicimos dos arrollados: uno de atún, huevo duro, aceitunas, morrón y mayonesa; y otro de jamón, queso, aceitunas, huevo duro y mayonesa. A este último olvidamos ponerle los palmitos que siempre le ponemos, pero bueno, quedó delicioso igual.
Estas son algunas de las cosas que hicimos para recibir a la Navidad. Si tienen ganas de contarnos cómo recibieron ustedes las fiestas, los/as espero en los comentarios.
Lo más hermoso de todo fue ver la cara de Mirula al hacer cada cosita y la ilusión con la que lo hacía.
En breve, les contaré algunos rituales que hicimos para despedir a este año y para recibir el que viene. Lo hicimos en compañía de una de las tías del corazón de Mirula, que ahora se nos fue para la Madre Patria a vivir una experiencia hermosa. Pero de todo eso hablaremos en la próxima entrada.
Les mando un abrazo. Sean felices. :)
Ah… ¡Feliz Navidad!
Tarde, pero seguro.