Entrevista a Jose de Plantarte: comunicación y habilidades sociales
1. Hola, Jose. Muchísimas gracias por aceptar la entrevista para mi espacio. ¿Qué nos podemos encontrar en Plantarte.net?
Hola Mel. Un placer estar por aquí. Pues Plantarte.net nació hace casi cuatro años. Fue un momento de inquietud sobre temas relacionados con la salud desde la alimentación y los remedios naturales. Pero en estos años el blog ha ido evolucionando conmigo. Y lo ha hecho hacia temas de salud emocional y desarrollo personal.
Pero con el matiz que, desde mi formación y experiencia profesional puedo aportar un valor añadido y puedo ofrecer ayuda y servicios para que la gente destape sus habilidades sociales y comunicativas. Creo que estas habilidades permiten a las personas ser más seguras, eficaces y capaces de gestionar sus emociones hacia su desarrollo personal.
2. Eres experto en comunicación efectiva. Supongo que sabrás que hay muchas personas a las que les da pánico hablar en público. ¿Qué consejos o dinámicas les dirías para que llevaran a cabo y sus presentaciones fuesen un éxito?
Es cierto que existen muchos temores en cuanto a nuestra capacidad de expresarnos, especialmente cuando hay que hablar en público. Y sé que no es fácil enfrentarse a una audiencia. Pero si lo analizamos fríamente, cuando hablamos en público, lo estamos haciendo de forma individual con cada una de esas personas. Lo que se incrementa es el miedo a que, ante tantas personas, no agrademos a alguna. Sin embargo, quien acude a escucharnos siempre va a tener algo que aprender de nosotros. Le vamos a aportar un valor, unas ideas o una forma de ver las cosas distintas a la que tienen ellos. Y eso siempre es enriquecedor.
Cómo consejos para afrontar estas situaciones, siempre recomiendo ser natural y honesto. Si algo no sabemos, no pasa nada por reconocerlo. Si perdemos el hilo o nos quedamos en blanco, admitirlo aporta naturalidad y honestidad. Y eso agrada a la gente. Un tono de voz seguro es importante. Y el lenguaje corporal: mostrar una posición erguida y segura. Usar las manos y la mirada genera confianza en la audiencia. Y, si es posible, emplear el humor. Todo ello genera cercanía.
3. ¿Crees que tener talento significa esforzarse lo mínimo y no luchar por lo que se quiere?
Para mí, tener talento lleva implícito el esfuerzo constante. No creo que exista el talento sin sacrificio. Cada día debemos de luchar por lo que queremos y, sobre todo, por lo que creemos. El talento no es algo innato. Puedes nacer con alguna virtud creativa. Pero si no la cultivas cada día, ese “don” no sirve de nada. Así que, si, el talento requiere trabajo y dedicación.
4. ¿Ser sincero quiere decir expresar las cosas como queramos sin contar con las emociones, sentimientos y bienestar de los demás?
Es un concepto que creo que aún no se ha trabajado bastante en nuestra sociedad. Me refiero a la asertividad, que es la capacidad de comunicarnos desde el respeto hacia los demás y hacia nosotros mismos. Es una comunicación basada en las emociones. Esto significa ser conscientes de nuestras necesidades y lo que deseamos obtener en el proceso comunicativo. Pero siempre desde el respeto a las necesidades y deseos del otro.
La edad es una creencia limitante. La edad no es sinónimo de nada. En todo caso de experiencia.
Alguno podrá decir que esto es incompatible. Sin embargo, cuando en una conversación las personas quitan la responsabilidad de sus emociones al otro, la otra persona se vuelve más receptiva. Por ejemplo, si un amigo llega tarde a una cita con nosotros podemos recriminarle que siempre llega tarde (aunque no sea siempre). Y eso genera rechazo por parte de ese amigo, que cree que esa afirmación no es justa. Sin embargo, si le decimos que el hecho de que él llegue tarde a mí me hace sentir incómodo, le resto responsabilidad a su tardanza y le hago entender mi emoción. De esta manera, mi amigo recibe el mensaje de una forma más constructiva.
5. Decidiste abandonar tu trabajo, viajar y llevar a cabo un descubrimiento personal. ¿Por qué razón lo hiciste? ¿Qué es lo que te estaba faltando?
Pues creo que a muchas personas nos llegan momentos de inconformismos, de duda o de reinvención en nuestra vida. He dejado trabajos varias veces para salir de mi zona de confort y tratar de entender mi capacidad de adaptación a una nueva realidad. Creo que, en estos procesos, hay una parte inconsciente de ponerse a prueba. De empezar de cero y tratar de entender que es lo que quieres hacer en tu vida.
Luego, puede que ese camino no fuese el que necesitabas. Pero ya te llevas un aprendizaje brutal. He pasado varias veces por este proceso y creo que son las mejores decisiones que he tomado porque me han permitido conocerme mejor y definir mis metas y objetivos.
6. A propósito de esto, ¿crees que hay demasiados prejuicios sobre las personas que deciden dejar su empleo estable, que viajan y que deciden emprender otro camino diferente?
Creo que, en general, hay demasiados prejuicios por todo. La gente tendemos mucho a opinar, juzgar y criticar aquello que desconocemos o que no queremos para nosotros. Y creo que aquí se encuentra el miedo como responsable. Es decir, el temor a enfrentarnos a esas situaciones que otros si deciden asumir.
Si prejuzgamos lo que hacen los demás, es una forma de reafirmarnos en nuestra propia identidad. Pero en el fondo, todos dudamos. Y aquello que criticamos es una parte que no hemos sabido trabajar en nosotros mismos. También es verdad que la sociedad marca unas pautas como deseables: estudia, trabaja, cásate, ten hijos y dos casas y dos coches. Y quien se sale de ese trayecto es una persona descarriada. Ahora, cada vez más gente entiende que sus inquietudes y propósitos los elige cada uno libremente. Sin tener que seguir unos cánones establecidos.
7. ¿Cómo es posible que en la mayoría de los institutos o universidades no enseñen a los jóvenes comunicación asertiva y a expresar sus opiniones correctamente?
Viene muy en relación a lo que decíamos antes de la educación. No creo que el sistema educativo tradicional y vigente promueva valores hacia la cooperación, sino más bien hacia la individualidad. Sé que suena un poco conspiranóico, pero creo que el sistema educativo occidental se basa en crear ciudadanos productivos para el sistema. Recomiendo ver la película “La educación prohibida” al respecto.
Pensemos que, si las personas fuesen educadas en esos valores de respeto y asertividad en su capacidad de comunicación, la ciudadanía seríamos más inteligente emocionalmente. Y eso nos aportaría más criterio y una perspectiva más crítica contra las injusticias que sufrimos. Una sociedad que se respeta y se ayuda necesita menos de unas autoridades o poderes estatales. Es una sociedad más libre.
8. El miedo y la angustia es algo que paraliza a mucha gente y que les impide hacer lo que de verdad quieren. ¿Qué se puede hacer para superarlo y gestionarlo?
En este sentido, me ha ayudado mucha estudiar programación neuro lingüística (PNL) para entender cómo se forman los miedos y fobias en las personas, desde bien pequeñitos. Es una gran pregunta, la verdad.
Creo que para superar nuestros miedos, bloqueos y fobias debemos entender el origen que desencadenó esa creencia. Que no es otra cosa que una creencia limitante. Si por ejemplo, desde pequeños nos decían que llevásemos cuidado en el parque o haciendo deporte, de forma constante, esto nos genera falta de confianza en nuestras habilidades. Nos gustaba dibujar en la libreta, pero nos decían que hay que estar atentos a la clase de geografía, eso limita nuestro potencial y nos hace dejar de lado una pasión porque “no sirve para nada”.
Si por ejemplo, de pequeños, tuvimos que salir a la pizarra en el cole y los compañeros se rieron de nosotros, eso nos genera inseguridad, falta de confianza y miedo a hablar en público. Pero si somos capaces de separar ese momento traumático del resto de nuestra vida, empezamos a entender que, quizá, sin esa mala experiencia (si ese día no hubiésemos salido a la pizarra) no tendríamos ese miedo y seríamos una persona segura de sí misma.
Es restarle trascendencia al origen de ese temor y entender que somos lo que queramos ser por encima de temores creados por nuestra mente a partir de algo traumático. Y eso se puede trabajar. Siempre podemos recuperar viejas pasiones y abandonar viejas creencias o inseguridades. Pero requiere un diálogo profundo y sincero con uno mismo. Y no todo el mundo está dispuesto a hacerlo. Nuevamente, por miedo.
9. ¿La edad es una desventaja para emprender o hacer realidad los sueños?
Es otra creencia limitante. La edad no es sinónimo de nada. En todo caso de experiencia. De hecho, es la sociedad occidental la que resta valor a la veteranía, a cumplir años, vamos. En otras sociedades, por ejemplo, en Japón, la gente mayor es venerada. Quiero decir con esto que la edad nunca es un límite. Tu puedes reinventar tu vida a los 20, a los 40 o a los 80 años, siempre que tengas claro tu propósito en la vida, que es lo que los japoneses llaman Ikigai. En Okinawa, las personas no se jubilan… trabajan en aquello que creen, les hace felices y aporta algo a la sociedad hasta el día que se mueren o les falla la salud. Pero no se jubilan a los 65…
Así que, si una persona tiene claro su propósito en la vida, te diría, aunque suene exagerado, que debería emprenderlo, aunque sepa que en un año ya no estará por aquí.10.
10. Y por último, Jose, ¿qué importancia tiene la comunicación no verbal en nuestro día a día?
Pues muchísima. Seguramente más de una lectora o lector haya visto aquello que divide la importancia del mensaje en porcentajes: en lo que entendemos de un mensaje, el 35% son las palabras y el 65% el lenguaje no verbal, que incluye nuestro lenguaje corporal, mirada, gestos y tono de voz. Ahora hay quien afirma que ese porcentaje no es cierto. Pero da igual. Influye mucho el contexto y las personas para andar fijando porcentajes en esta cuestión.
Lo que es cierto es que, el lenguaje no verbal es fundamental en los procesos comunicativos. Las palabras tienen la intencionalidad, pero el lenguaje no verbal es el vehículo. Nuestro tono, los gestos con que acompañamos las manos, la mirada o nuestra posición corporal, sin duda, dicen más que las palabras. Una sonrisa puede tener un efecto comunicativo superior al de mil palabras. O un tono de voz amistoso, o desagradable, dejar bien a las claras nuestras intenciones a alguien que no entiende nuestro idioma.
El lenguaje no verbal es algo que debemos analizar y trabajar. Para que sea coherente con nuestras palabras. Es una de las habilidades comunicativas en las que menos se repara, pero es vital para un buen entendimiento entre las personas. Por eso, nos enseñan a leer, nos enseñan a hablar, pero se da por hecho que el lenguaje no verbal es algo secundario. Y así surgen los malos entendidos y malos rollos que hay en la sociedad y en las relaciones. Desde luego, es vital que nos planteemos una educación basada en nuestras habilidades comunicativas para que el mundo vaya mejor.