Hola a todos, un jueves más me encuentro con el ordenador, mi café y mi gato y me toca improvisar un post. Hoy es un poco más tarde que otros días, pero la lluvia que oscurece el amanecer me da esa sensación de invierno que ya creía perdida.
La verdad es que no sabía muy bien de que hablar, pero se me ha ocurrido reflexionar un poco sobre lo difícil y complicado que resulta para los padres dar a nuestros hijos la libertad de elegir.
En la teoría todo es muy fácil, podemos ser unos padres guays y enrollados y dejar que ellos vayan eligiendo todo, pero en la vida real no es tan sencillo.
El otro día Eva me hizo una entrevista que podéis leer aquí y al preguntarme por una canción religiosa(que se me ha metido en la cabeza y no se va, grrrrr) yo expliqué un poco mi forma de pensar sobre la religión, y después esto me dio por pensar.
Explicaba yo que cuando me casé lo hice por la iglesia porque en aquel momento me había parecido lo mejor, el cura era amigo nuestro, no tenía unas ideas arraigadas y no lo hice por postureo ni nada así, sino porque me pareció una buena opción.
Pero al tener a mis hijos me pregunté si tenía yo el poder de decidir sobre sus creencias, y ahí me vino el problema porque queda muy bien decir que elijan,pero mientras son pequeños no tienen la capacidad de discernir y ellos pueden querer cosas porque otro las ha hecho o por mil razones equivocadas.
Tras hablar mucho decidimos bautizarlos y luego ya iríamos decidiendo.
Llegó la hora de empezar al cole y yo fui mirando para buscar el que más se adaptase a lo que nosotros necesitábamos y acabamos en un concertado que no era precisamente barato pero en el que quedé encantada(eso da para muchos post)pero el cole era religioso.
Y ahí nos tocó pensar la mejor manera de actuar.
En esos momentos yo ya era bastante atea y decidí que debían decidir ellos, así que mientras fueron pequeños en el cole daban algo de religión y les explicaban las cosas, y yo por mi parte no les negaba nada. Las pocas veces que me preguntaron algo referente a la religión lo buscaba en una biblia que tengo y les decía que la biblia decía tal cosa(lo que fuera) y así lo dejábamos.
En el momento de la Comunión yo estaba muy dudosa así que hablé con ellos, les dije que la Comunión no era una fiesta para conseguir regalos, les pregunté si estaban de acuerdo con lo que se decía en catequesis y decidieron comulgar.
En el fondo creo que no decidieron porque eran muy pequeños, pero bueno, celebramos las comuniones y punto.
Y al ir creciendo ya bastante más, empecé a hablar con ellos y a preguntarles si veían viable lo que les explicaban en el cole, si les parecía que la tierra la había hecho Dios en una semana o si era el resultado del Big Bang, y así con cada tema.
Y poco a poco les fui explicando lo que yo creía, dejando claro que la biblia es muy antigua y que es un documento que es guía espiritual de gran parte de la humanidad, por tanto podían creer lo que les pareciese mejor, yo les daba información y ellos podían elegir.
Y poco a poco se fueron decidiendo.
Aprovecho para aclarar que opino que la historia de la religión debería estudiarse siempre, porque ir a ver por ejemplo la Capilla Sixtina y no entender que estamos viendo es triste, la historia de la religión es básica para entender el arte, pero al igual que la historia en general.Y no digo la asignatura de religión sino la historia aplicada al arte y a las costumbres de muchas épocas.
Bien, además de la religión a lo largo de la vida hay muchos momentos en que hay que decidir y es difícil dejar que lo hagan solos.
Ya sabéis lo bien que dibuja mi hija, y es buenísima también con la música, pero estudia algo totalmente diferente, y a mí me quedan dudas. Ella lo tenía muy claro, pero confieso que intenté influir en su decisión para que no se arrepintiese, miramos carreras y módulos de arte geniales, hablamos largo y tendido pero al final decidió que no.
Con la música es igual, pero al menos tiene su grupo y no lo ha dejado, y además ha tocado en algunos sitios así que no la ha dejado del todo. A veces me pregunto,¿debería haberla obligado a estudiar otra cosa? Ainnnns, no sé.
Con mi hijo fue distinto. Él dibuja fatal, jejejeje, pero es muy buen músico así que hablamos de hacer algo de música y lo descartó, le gusta para tocar con sus grupos(tiene varios) y para desconectar, no para vivir. En cambio adora la literatura y los idiomas así que se ha encaminado por ahí, porque las mates se le dan fatal y lo ha descartado,pero había cosas con mate que le gustaban y muchas veces me pregunto,¿debería haberle insistido?¿Tendría que haberle dicho que podía y que lo intentase? Yo se lo dije pero no insistí y nunca sabré si hice bien.
Y a lo largo de la vida de nuestros hijos surgen muchas decisiones y a veces es difícil dejarlos decidir, en ocasiones sabemos que se van a equivocar y no sabemos qué hacer. Yo he llegado a pasarlo fatal sabiendo que se iban a equivocar, o que iban a sufrir. Por ejemplo, ya dije mil veces que mi hija es voluntaria de Cruz Roja, pero es que ella es demasiado sensible. Un día a la semana va a entretener niños al hospital y hasta ahora lo llevaba bien porque eran niños con cositas leves pero el otro día le tocó un niño con leucemia, calvito, con mascarilla, y listo y adorable. Imaginaos que semana lleva. Y yo sabía que iba a ocurrir esto, pero aún así permití que se apuntase al voluntariado, y hasta la animé. Y sé que cuando vuelva la semana que viene nos tocará otra vez verla llorar de impotencia al saber que ese niño(y muchos otros) están sufriendo.
Y lo mismo ocurre con novios que sabemos que no van a cuajar, con amigas o amigos que no son buena influencia, con tantas cosas y...¿qué podemos hacer los padres?
Por supuesto hablar y aconsejar, pero,¿podemos influir?¿Tenemos esa capacidad de saber lo que es lo bueno o malo?¿Por qué?¿Y si los equivocados somos nosotros?
Ya sé que son divagaciones absurdas mañaneras,jejeje, pero es que pienso mucho en esto porque las decisiones a veces pueden cambiar toda la vida, y no la nuestra, sino la de nuestros hijos.
Por supuesto excluyo decisiones de salud vital, por ejemplo si un niño necesita un tratamiento para salvarse, aunque él diga que no por miedo los padres tienen que convencerlo y hacerlo, es cuestión de vida o muerte.
Yo me refiero a decisiones importantes pero donde o se juegan la vida ni la salud.
Bueno, pues hasta aquí mi reflexión, no me he aclarado nada y me he quedado como estaba, la verdad,jajajaja, pero me gustaría mucho saber que pensáis.¿Podemos los padres decidir sobre nuestros hijos?¿Debemos hacer que tengan nuestras creencias o es mejor dejarlo decidir?¿Tenemos que impedirles el sufrimiento(un sufrimiento lógico) o debemos dejarles sufrir?¿Hay edades para decidir o debemos dejarles hacerlo siempre?
Muchísimas gracias por leerme, estoy deseando leer vuestros comentarios y nos vemos mañana viernes.
Por cierto, ya no llueve y hasta parece que quiere salir el sol, biennnn!!!!!!!!!!
Besinosssss.
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