No estamos desamparados sanitariamente, es la realidad. Pero la salud abarca un amplio campo y por desgracia la Seguridad Social no cubre la totalidad de sus áreas, habiendo una que sí puede producir desamparo: la sanidad dental.
La Seguridad Social ofrece una atención bucodental que va poco más allá de extracciones de piezas dentarias o tratamientos farmacológicos para infecciones, una atención que se extiendo algo más para embarazadas y niños, pero que es insuficiente.
Vamos, que si tienes un problema bucodental tienes que acudir a un dentista, que teniendo seguro dental propio puede ser algo más asequible, pero aún así sigue siendo caro. Porque ir al dentista es como llevar el coche al taller, que parece que es solo un ruidito, una pieza, lo que viene siendo una pequeña caries, una molestia y al final tienes la boca hecha una pena. Y eso se traduce en un presupuesto final que te dan ganas de echarte a llorar.
En esta época de estrechez que tantas familias están sufriendo y que parece no acabar, provoca que la salud bucodental esté muy desatendida, al no poder asumir ya no solo el alto coste de los tratamientos, sino incluso el de la consulta básica. Ni siquiera tener un seguro dental te asegura poder recibir la asistencia necesaria si no te la puedes costear, sin embargo por la boca entran muchas enfermedades y dolencias, más de las que imaginamos, que pueden afectar nuestra salud presente y futura.
LA ASISTENCIA DENTAL SOCIAL, UN RECURSO PARA ACCEDER A LA ODONTOLOGÍA
Así que para mi es una sorpresa descubrir que hay iniciativas que te permiten acudir al dentista y recibir un tratamiento adecuado a pesar de no disponer de los medios económicos para ello, gracias a la Asistencia Dental Social, protegiendo así a la población más desfavorecida y garantizándole una atención de la salud bucodental adecuada.
Supongo que te preguntarás de dónde sale el dinero para ello. Pues bien, se trata de un innovador sistema de ayudas privadas que otorga la organización iDental, que es una iniciativa privada que pretende revolucionar el concepto de dicha atención sanitaria con un proyecto de emprendemiento social pionero en España, entendiendo la odontología como un servicio social y no como un negocio.
El emprendimiento social comprende nuevos modelos de negocio sostenibles con una marcada vocación social, no reciben subvenciones ni ayudas públicas sino que parte de la implicación personal y social de sus profesionales. Con dicho proyecto se pretende acercar la odontología a aquella población que por motivos económicos no puede acceder a ella, transformando gran parte de los beneficios recibidos en ayudas que sufraguen un alto porcentaje o incluso el 100% del coste del tratamiento dental de aquellas personas que lo necesiten, teniendo en cuenta el grado de necesidad de cada paciente.
En realidad es tan sencillo como entender que la atención de la salud bucodental es un derecho, no un privilegio que dependa de la capacidad económica, y que todas las personas tengan acceso al odontólogo aún cuando su situación económica no se lo permita.
Creo que es muy importante cuidar la salud bucodental en general, pero especialmente desde la infancia cuando todavía se está a tiempo de prevenir y poner remedio, lo que es una garantía de salud en el futuro. Y esto es especialmente importante en las familias que por la precariedad en la que viven no atienen como corresponde la salud bucal de sus hijos.
Como adulto puedes asumir que en cierta manera, si necesitas un tratamiento dental pero no te lo puedes costear, debes aplazarlo y asumir las consecuencias. Pero con los niños la historia cambia, pues una atención adecuada a tiempo puede significar evitar males mayores, y cuanto antes se intervenga en los posibles problemas bucales que surjan, antes se previenen problemas mayores en un futuro. Y la realidad es que para muchas familias el hecho de enfrentarse a un tratamiento dental que sus hijos puedan necesitar, hoy por hoy, es un problema si no cuentan con los medios económicos suficientes.
Pero también son muchos los padres que por garantizar la salud de sus hijos renuncian a las suya propia, porque para los padres cualquier sacrificio es poco. Y la salud, en cualquiera de sus ámbitos, es algo a lo que jamás deberíamos renunciar.
Aunque la Seguridad Social ignore la salud bucodental, no estamos desamparados en lo que se se refiere a la atención odontológica, y si necesitas ir al dentista, recibir un tratamiento, o tus hijos, pero no te lo puedes permitir económicamente, no tienes por qué renunciar a ello. La salud jamás debería ser una cuestión de dinero.