El diagnóstico de la diabetes es un shock para cualquier persona pues las dudas se amontonan y todo se viene encima. Sin embargo, es aún más duro cuando el diagnosticado es nuestro hijo recién nacido o con pocos meses de vida, ya que aún no puede comunicarse, alertarnos de una bajada o subida de glucosa y todo el peso de la enfermedad, lo que le pase o las consecuencias dependen de uno mismo. Por ello, aquí os presento una guía de consejos y ayuda para llevarlo lo mejor posible.
Control glucémico
Lo primero es no obsesionarse, no sabremos si el niño está en hipoglucemia o hiperglucemia por ello el control tendrá que ser más exhaustivo, pero con el tiempo el bebé también dará indicativos de una posible bajada de glucosa, antes de que se tenga que alertar a un médico.
Lo ideal son 6 mediciones al día y la pauta de insulina que ponga el endocrino será adecuada para evitar en la medida de lo posible la hipoglucemia.
Sin embargo en casa son los padres los que tendrán que estar más atentos. Al igual que en los adultos hay algunas características que indican que el bebé puede estar sufriendo una bajada y son:
palidez
irritabilidad
sudoración
somnoliento
mirada perdida u ojos vidriosos
difícil de despertar
el aliento le huele a manzana (suele pasar cuando la bajada produce cetona en la sangre)
respiración entrecortada
En estos casos, la primera medida será proceder a la medición de la glucosa y si está por debajo de 100 proceder a la administración de glucosa de absorción rápida que haya indicado el pediatra, normalmente agua con azúcar o leche en polvo. Si el bebé se desmaya o convulsiona deberá avisar a los servicios de emergencias.
En caso de hipoglucemia, también es muy importante llevar siempre el Glucagón ya que puede salvar la vida de nuestro hijo en caso de bajada grave. Si quieres aprender cómo se usa mira ésta entrada
Es muy importante controlar la bajada ya que niveles continuados pueden afectar el desarrollo del cerebro de un niño.
Cuando el bebé está en hiperglucemia, ¿cuáles son los síntomas?
Orina con mucha frecuencia: ¿Cómo lo sabremos? lo ideal es contar la media de pañales que gasta al día y cuán mojados están. Cuando el nivel se sobrepase puede que esté sufriendo una subida de azúcar.
Tiene mucha sed: si no habla lo notaremos en que tiene la boca seca o en que chupa con ansia el chupete o lo que tenga a mano.
Irritabilidad y nerviosismo
Cetoacidosis en sangre u orina.
Dónde medir la glucosa e inyectar la insulina
Para medir la glucosa lo aconsejable en bebes son lo laterales de los dedos de la mano, el lateral del pulgar de los pies (no las yemas) e incluso los laterales de los talones si aún el bebé no camina.
En el caso de la insulina, los recién nacidos o niños de corta edad suelen usar agujas muy cortas, de 5mm o menos y la mejor forma de hacerlo será en las nalgas, los laterales de los muslos y la parte trasera-superior de los brazos, nunca por el interior.
Análisis de Cetonas
Ya existen máquinas que miden la cetoacidosis en la sangre, sin embargo otro modo cómodo de medir sus niveles sin necesidad de pinchazo es colocar un algodón dentro del pañal, cuando orine retirarlo y escurrir sobre la tira reactiva de cetonas en la orina. Si los valores son altos se debe acudir al médico.
Cómo afrontar las mediciones y pinchazos
Normalmente los niños suelen llorar, alterarse e irritarse al inyectarle insulina o medirse la glucosa, ya que en ocasiones puede hacerles daño si se mueven o cogemos algún nervio. Por ello, es nuestra misión como padres normalizar la situación y que el pequeño no lo vea como un castigo.
Darle cariño antes y después le hará sentir que no es algo malo y que es una situación cotidiana.
Usar juguetes mientras lo realizas desviará su atención en el momento de la inyección y te será más fácil las mediciones e inyecciones e incluso lo percibirá como un momento de juego.
Los niños imitan y quieren lo que ven, haz como si tú también te pinchases y lo hicieses con normalidad y felicidad. No pasa nada, eso es lo que le debemos transmitir. Usar un muñeco como si también fuese diabético será una buena opción.
Hay muchas técnicas de evasión y el pediatra puede ayudarte.
Asuntos de toda la familia
Por desgracia, un recién nacido necesita control 24 horas y si es tu hijo te sentirás inseguro al dejarlo al cuidado de otras personas aunque sean tus padres, tus hermanos o su niñera habitual, por ello es fundamental que los padres eduquen a la familia en la diabetes, ya que depende de todos el control glucémico del bebé.
Además contar con el conocimiento de todos ellos nos puede ayudar a que si nos despistamos mientras cocinamos, trabajamos, etc sea otra persona la que pueda detectar algún síntoma.
Paz familiar
Es comprensible que esta situación cause tensión y peleas en la pareja si algo no sale bien, por ello, hay que concienciarse que por mucho que demos el 100% siempre puede haber una equivocación, despiste u olvido. Somos personas y al igual que tú lo eres también lo son los demás.
Si dejas el cuidado de tu hijo a los abuelos y se le baja el azúcar, no los culpes, quizá no estuvo en su mano. Siempre debemos ver la parte positiva de que al final solo quedó en un susto y seguir formándonos en adelantarnos a la bajada o subida.
Culpar o reñir puede que haga a la otra persona coger miedo y sea peor a la hora de estar con el niño.
Será una etapa difícil, pero no imposible y que con control no tendrá repercusiones en su salud. Visita al médico y piensa que cuando vaya creciendo será él quien conozca perfectamente su enfermedad.
**Si algún padre o madre se encuentra en esta situación me encantaría conocer vuestra experiencia. Os invito a que contactéis conmigo y hacerles llegar a los demás vuestra experiencia**