Cuando se habla de la infertilidad como epidemia del siglo XXI, no solo se habla de la imposibilidad natural de traer niños al mundo de forma natural. Se refiere también a los no nacimientos de bebés en la edad reproductiva óptima de la mujer, es decir entre los 20 y los 35 años.
La revolución social femenina en este siglo ha ido más allá de solicitar iguales condiciones laborales. No sólo se pretende equipararse al hombre en cuanto a oportunidades y salarios, sino que integra la maternidad en el concepto global de libertad.
De ahí que muchas trabajadoras hayan decidido implementar su carrera profesional a expensas de ser madres. Para ello se han apoyado en los tratamientos de reproducción asistida, que hoy en día permiten elegir el momento más idóneo para procrear.
Desde Clínicas Eva, pioneros en la implantación en nuestro país en el acceso generalizado a la reproducción asistida, nos cuentan que uno de los tratamientos que ha cambiado más vidas ha sido la vitrificación de óvulos, una técnica basada en la congelación de los mismos en buen estado de forma indefinida gracias a temperaturas de menos -196 grados centígrados.
Pero aun siendo una técnica ya conocida, todavía existe cierta confusión en torno a la edad a la que se debe vitrificar. Según la Dra. Mancini, aunque es posible hacerlo más allá de los 35, a partir de esta edad disminuyen tanto la reserva ovárica como la calidad del material genético. Lo óptimo, pues, es hacerlo en el esplendor de la edad reproductiva, esto es, en la veintena. En la misma línea, la Dra. Mancini aconseja que lo mejor para asegurar la futura implantación es la extracción de una docena de óvulos si bien es posible lograr el embarazo habiendo congelado menos unidades.
Desde Clínicas Eva tratan de concienciar para vitrificar óvulos a las edades óptimas en las que la posterior implantación y fecundación se logra con buenos resultados. De lo contrario, la desilusión, tras el tiempo de espera puede dar lugar a importantes crisis vitales, si tenemos en cuenta el papel que la maternidad juega en la vida de muchas mujeres.
Donantes, la última esperanza
Las mujeres donantes de óvulos son la última esperanza no sólo para quienes no han prevenido vitrificando sus óvulos, sino también para otras pacientes con diagnóstico, por ejemplo, de menopausia precoz.
Donar óvulos es una acción altruista mediante la que se ayuda a cumplir el sueño de otra mujer: tener un hijo. La ley lo explica: se trata de un acto anónimo, altruista y voluntario, aunque, pide que la donante reciba una compensación económica en razón del tiempo invertido y las molestias ocasionadas.
Aunque el tratamiento es indoloro, no deja de tratarse de una intervención en quirófano, bajo sedación, eso sí, una intervención sencilla, con una duración aproximada de 30 minutos.
Requisitos para la donación
Aunque la mayoría de los estudios previos a la donación son de carácter físico, puesto que incluyen estrictos controles médicos mediante entrevistas, pruebas y análisis clínicos, también se tienen en cuenta estos otros factores:
La edad, las donantes de óvulos son chicas jóvenes.
Haber acudido voluntariamente y ser consciente del acto de donación.
Además de obtener buenos resultados en las pruebas mencionadas anteriormente, las donantes no pueden padecer malformaciones congénitas o hereditarias. Ni ellas ni sus familiares cercanos.
No haber dado a luz más de seis hijos. Se valorará positivamente que la gestante no haya dado a luz antes.
Por último, se valorarán también la personalidad y el aspecto físico. Estos dos últimos valores se utilizan para ayudar a seleccionar una donante afín a la mujer que recibe la donación.
Todo el proceso viene a durar aproximadamente un mes y se puede realizar aunque se tomen anticonceptivos . Eso sí, no se recomienda mantener relaciones sexuales durante la fase de estimulación ovárica previa a la extracción.
Clínicas Eva pertenece al grupo empresarial Otsu, especializado en la creación y desarrollo de proyectos a través de la identificación de un sector con el que el grupo se identifica en su génesis, visión y valores. En 2002 nace la enseña principal de Otsu, Clínicas Dorsia, a la que avalan sus buenos resultados y más de 10 años en el sector de la medicina y la cirugía estética.
.