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Adoptada estoy mas que segura que no lo soy, soy como una copia mejorada en femenino de mi padre, y mi hijo, Dios mio, la primera impresión que tuve al conocernos es que era exacto a mi papá. Tal vez haya sido esto, tal vez esa sea mi culpa, físicamente le recuerdo a mi padre.
Debo admitir que soy una rara mezcla de Sheldon Cooper, Leonard, Peggy y Amelie (Si soy medio friki, me gusta big bang theory, pero también el cine de autor), puedo ser tímida, encantadora, sabionda y no entender el sarcasmo. No soy la que no se ríe porque no entendió el chiste, sino porque no le ve la gracia por ningún lado. Peco de seria, demasiado reflexiva, me tomo la vida y al mundo demasiado en serio, y eso a mucha gente no le gusta, solía ser el reclamo mas continuo por parte de las maestras cuando iba al colegio.
Mi madre en contraparte, es de las que se ríe de todo, le gusta el ruido, el desorden y la gente que ella considera divertida. Aunque ahora que lo pienso, mi padre que fue bastante capullo con ella, a veces no le gustaba que riese mucho en público, tal vez de allí el exceso de etiqueta y protocolo en nuestra crianza, que siempre seguí al pie de la letra y hoy en día a veces me gustaría no ser tan formal y tan correcta, tal vez por eso mi madre me considera aburrida. O tal vez sería por culpa de aquella tía que en mi décimo cumpleaños no tuvo mejor idea que atacar a mi hermana para molestar a mi mamá, gratuitamente, valga decir, diciéndole "fea", eso marcó un antes y un después, porque a partir de allí nunca nadie mas excepto esa tía volvió a decirme en mi casa si era guapa, mona, linda. "Mis defectos" afloraron de repente, y está tan arraigado en mi madre que no hay conversación que no incluya un "ella es gorda como tú", "tiene el culo así como el tuyo", "es una niñita asi gordita como eras tu", "la mujer de fulano es antipática, es que cumple años el mismo día que tu", y otras lindezas.
Cumpliendo odiosos pronósticos familiares yo me casé primero, pero solo con un mes de diferencia, pronósticos y cábalas que entre otras cosas hicieron de mi vida un martirio y que contribuía a que mi madre nunca jamas resaltara mis virtudes, ni me dijera lo guapa que era, según ella para que no me enamorara pronto, no me lo creyera o no creciese siendo engreída, aunque la verdad creo que mí madre nunca me consideró realmente guapa, para ella la mas guapa siempre ha sido su hija mayor, entre otras cosas porque se parece mucho a ella, y mi padre que siempre fue retardatario, aprovechaba la situación porque no quería lidiar con novios y amigos en casa. Tampoco me apoyó en las decisiones menos trascendentales de mi vida, como querer estudiar ballet, tocar el piano, ser artista o simplemente bailar en una fiesta, su respuesta siempre era la misma, "eres muy gorda", " eso es para tu hermana que es delgada ", "eso no es para ti, para tu hermana si porque tiene los dedos largos", " ¿artista? Pero si eres aburrida, tu hermana si tiene don de gentes", "tu eres tiesa, tu hermana si sabe, le gusta, disfruta bailar", "a las gordas como nosotras eso no nos queda bien". Estoy segura que ese feo ataque a mi hermana de once años también marcó su vida, pero algo es cierto, nuestra madre siempre estuvo con ella para ayudarla a superarlo y creo que mi hermana es una de las mujeres con mejor autoestima que conozco.
Cuando mi madre se refiere a nuestras bodas, su opinión es que la de mi hermana fue "divertidísima", "que recuerdos, ya sabes como es ella". Lo admito, mi hermana siempre ha sido el alma de la fiesta, y su boda fue espectacular, pero cuando le pregunté que tal le había parecido la mía, me dijo con mohin incluído, "bueno, fue una boda clásica" y no hubo mas.
¡¡¡Clásica!!! Eso es como cuando tienes un hijo y la gente te dice ¡ah mira que simpático! porque no quieren decirte que no es nada mono. A veces las mentiras piadosas son buenas, o a veces una hija solo quiere escuchar un bonito halago de su mamá, sobre todo si se trata de su boda, también hubiese ayudado que no me dijera que mi vestido era "sencillito", creo que aquí hubiese sabido encajar mejor su concepto de clásico, pero creo que en realidad quería decir que era aburrido.
Supongo que como hija también he dejado mucho que desear, he tratado de entender y justificar a mi madre, pero me cuesta comportarme como ella quiere, fui una adolescente muy dificil, no rebelde, pero si demasiado reflexiva, y de soltar verdades a mi manera, así que mi madre siempre se sintió juzgada o atacada. Con el tiempo aprendí que no podría complacer nunca a mi madre, porque yo soy así, "clásica", me gustan las cosas lindas, ordenadas, leer mucho, el buen cine, no hablo muy alto, no me río de forma estruendosa, soy extremadamente cuidadosa con no herir a nadie soltando lo primero que pienso, aunque me haya pasado mas de una vez, soy humana. Pienso en grande, me gusta expresarme bien, hablar correctamente, y puedo socializar con gente de cualquier estrato social, formación académica, etnia o religión pero que sea educada no me hará dejar de pensar que todos podemos auto superarnos y ser cada día mejor. No me conformo, no quiero hacerlo, me niego a cumplir 50 años y etiquetarme con un "ya estoy vieja", me gusta discrepar, no conformarme, me encanta pensar diferente y la gente que piensa diferente a mi, pero no la que quiere que actúe y piense como ellos para lograr sentido de pertenencia, creo que cada uno es valioso por si mismo como individuo, somos bellos siendo diferentes, y no aceptar a otro por pensar diferente es lo que ha llevado al mundo a esta catástrofe social que vivimos.
Me gusta la complicidad que tengo con mi esposo, me gusta el modelo de crianza que hemos adoptado para nuestros hijos, tengo muchos conocidos, muchas amistades, pero soy selectiva con mis amigos. A mis amigas las cuido como oro en paño, a las de siempre y las de ahora, soy leal y sincera y si eso es ser clásica, pues lo soy. A mis amigos los aprecio con el alma, pero si tienen esposas, me hago mas amiga de ellas y menos de ellos, por simple empatía, e incluso respeto a algún ataque de celos manifiesto.
No tengo quejas de ella como madre, en lo absoluto, se que ha sido la mejor madre que se puede tener, aunque la madre con menos tacto y mano izquierda. Se que siempre ha dicho que a todos los hijos se les ama por igual, y ahora que espero a mi segundo bebé entiendo que es cierto, puedo sentir un amor inmenso por mis dos bebés, y creo que si no fuese así, ella no hubiese sido capaz de prácticamente morir en un parto complicado para que yo pudiese nacer. Sin embargo estoy segura de que con unos hijos se empatiza mas que con otros, somos humanos, me parece normal. Aunque si a mi me llega a pasar, trataré de no demostrar esa especial empatía, trataré de ser igualitaria en derroche de amor y cariño. Espero lograrlo y que mis fantasmas no me jueguen una mala pasada en este asunto tan delicado.
Amo inmensamente a mi mamá, aunque a veces creo que ella no piensa lo mismo, y me esfuerzo en decírselo, con palabras, con besos y abrazos, pero hay tantas dudas, resentimientos y malos recuerdos que para ella debe ser muy dificil aceptarlo, aunque cada vez trata mas de demostrarlo, y yo se lo agradezco infinitamente.
Todas nuestras vivencias son en balance positivas, tengo la imagen de una madre luchadora que daría todo y mas por sus hijos y estos complejos de desamor y falta de apego, me están sirviendo para escuchar a mis hijos, por ahora #MiniMoi ya presenta una personalidad fuerte, es distinto a mi, se parece mucho a su padre, y eso hace que lo ame mas, porque algún día escogí a su papa para ser mi compañero de vida, porque me parece alguien genial. Se que haré lo mejor para él, como ella lo hizo con nosotros, pero estaré mas dispuesta a escuchar, observaré siempre y estaré pendiente de lo que realmente es importante y me da totalmente igual lo que opinen los demás. Prometo no minar la autoestima de un hijo para proteger la del otro, les daré las herramientas a ambos para que sepan salir adelante, al fin y al cabo mi madre me dió muchas, y soy quien soy gracias a su esfuerzo y su tesón. Aunque mi madre no tuviera filtro y me soltara sus perlas cada vez que se enfadaba o se ponía reflexiva y "sermonera", puedo decir que fue ella quien formó mi carácter, aunque también me regalo un cúmulo de inseguridades.
Que difícil es ser madre y tener un hijo en contracorriente, pero el amor lo puede todo, es cuestión de sentarse respirar, de interiorizar que no todos somos iguales y que nuestros hijos no son extensiones de nosotros, espero tener la cordura y la paciencia de cuando entre en conflicto de parar y preguntar : ¿a ver hij@ qué es lo que te pasa?