No voy a hablar de la pequeña de la casa, porque ella la verdad ha tenido buen sueño desde chiquitita, aunque tuvo sus épocas de desvelarse y querer irse a jugar, pero en este tema la estrella es su hermana mayor. Terremoto mayor durmió mal desde el primer día. Poco e interrumpido, y nos costaba un mundo que se quedara dormida. Paseos, mecimientos, brazos, miles de técnicas tuvimos que aprender. Colecho o no colecho, rutinas, masajes, días y días sin dormir más de 4 horas.
La memoria ya me falla, pero creo que la primera vez que durmió 5 horas seguidas, fue teniendo 2 años y medio. Pero siempre en verano ha dormido mal, por la alergia al sudor. Poco después que durmiera noches casi enteras, empezaron los terrores nocturnos, después las pesadillas. Algunos dicen que es porque no duerme bien por dormir con nosotros, pero también probó tener su propio cuarto, y despertaba cada 2 horas llorando y pidiendo compañía. Hemos dormido muchas noches a su lado en un colchón, o en su misma cama. Eso nos hizo cuidar la calidad del colchón que debía tener su cama. Uno piensa que los colchones para niños son solo para niños, pero ¿cuántas noches pasamos durmiendo en ellos?
Y otro punto que nos dimos cuenta, es que su sueño depende mucho de en qué cama duerma. No era lo mismo ese colchón de cuna moisés que se utiliza apenas unos meses, que los siguientes. Terremoto mayor pasó de moisés a cuna, y la cuna era de transición a cama, por lo que teníamos claro que el colchón debía ser de calidad. De mayor grosor para que fuera más firme, pero con un relleno que permita que respire, pues los pequeños sudan mucho, o al menos terremoto mayor justo cuando se queda dormida siempre suda tanto que parece que se hubiera bañado! Además buscamos que fuera lavable, porque sabíamos que podía haber escapes cuando quitáramos el pañal. Además, este colchón iba a ser utilizado por su hermana, así que debía ser de buena durabilidad, aunque al final su hermana decidió saltarse esa etapa.
Cuando decidimos comprarle cama, buscamos esas mismas características, de nuevo un colchón que creciera con ella y fuera sosteniendo su peso conforme crece, sin olvidar que fuera hipoalergénico. Porque le iba a durar muchos años! Y aun dura! En esta tienda puedes encontrar colchones de transición de cuna a cama, y que son para niños de 2 a 12 años; también colchón antiasfixia o colchones para adolescentes.
Con 8 años la vemos dormir 10 horas seguidas algunas noches, pero también hay noches que despierta a las 2 como una rosa, y ya no duerme más. Se dice a si misma que pasará la noche en vela, y su mente es más poderosa que el cansancio, y queda despierta, leyendo, mirando el techo, escuchando música.
Otros días son las 5, y ya quiere levantarse, y que la acompañes a jugar o a hacer alguna actividad. Su sueño nunca ha sido como el del promedio de los niños de su edad, y sigue siendo irregular, con despertares, etc… pero procuramos cuidarlo, aprender con ella sobre lo que necesita su cuerpo para descansar y reponerse, porque después durante el día no para de moverse!