Haciendo un sondeo general con más o menos 50 adultos, me encontré que la mayoría de ellos pensaban que era mejor invitar a los niños a que fueran ambidextros o que si un niño lo era, era más afortunado que los demás.
Al preguntar sobre la lateralidad la mayoría de las personas me respondía simplemente que era si escribías con la mano derecha o la izquierda y muy pocos, solamente los que juegan futbol incluyeron que también influía en el pie con el que se patea mejor la pelota.
Frente a la pregunta de cuál es la influencia de la lateralidad en el desarrollo de los niños, casi nadie sabía que contestarme y los pocos que lo hicieron mencionaron únicamente que para los zurdos todo es más difícil porque casi nada está diseñado para que ellos lo utilicen.
No miento si les digo que esta era yo antes de estudiar la maestría en Neuropsicología y Educación que terminé el año pasado. Sin embargo, a medida que avanzó esta materia me fui dando cuenta de la importancia que tiene este aspecto en todo el desarrollo de los niños, no sólo a nivel escolar, sino en la mayoría de los aspectos de su vida.
Es un tema muy amplio por lo que me es imposible abarcarlo en esta sola reflexión, o lo resumiría demasiado. Por esto, voy a dedicar las siguientes reflexiones para abordar este tema, explicando lo que es, la influencia que tiene en el desarrollo de los niños y algunos consejos prácticos para que su desarrollo sea óptimo.
Lo primero que me parece importante aclarar es que la lateralidad no se resume simplemente a la mano con que se escribe. La lateralidad es la preferencia en el uso de uno de los órganos duplicados que tenemos en el cuerpo: manos, pies, ojos y oídos.
También implica la organización sensoriomotriz: la mano y le pie preferentes coordinan y dirigen la función de las dos extremidades superiores e inferiores y el ojo y el oído preferentes dirigen el análisis sensorial de la información que entra por estos medios.
La importancia de la lateralidad está en que esta no se limita a la elección de un brazo o una pierna determinada, sino que constituye un principio organizador de la estimulación que nos llega y de la respuesta motriz. Posibilita la utilización eficaz del propio cuerpo, su ubicación en el espacio y la percepción del propio esquema corporal. Esta ubicación espacio - temporal nos permitirá además comprender los códigos escritos (letras y números) que son el medio principal por el que los niños adquieren el aprendizaje.
Sin la lateralidad los niños no sabrían si una serie de grafismos como los siguientes representan los mismo mensajes, las mismas cantidades o son garabatos aleatorios que no es posible interrelacionar:
23 32 2E E2 S3 3S ES SE
Una lateralidad bien definida es reflejo de un cerebro funcionalemente bien organizado. El establecimiento de la lateralidad implica unos referentes corporales más claros, un mayor dominio del esquema corporal, mejor orientación espacial, mejor integración y mejor coordinación de la respuesta motora. El resto de los tipos de lateralidad (que veremos más adelante) se asocian por lo general a problemas escolares, retraso en la adquisición de la lectoescritura, problemas en el aprendizaje de las matemáticas, torpeza motriz, problemas de autoestima .
Es cierto que hay muchos alumnos que no tienen una lateralidad bien definida que logran aprobar, pero estos requieren de gran voluntad y ponen mucho esfuerzo en el estudio, pero el tiempo les rinde menos y es costoso para ellos terminar sus trabajos escolares. Esto lleva a muchos a pensar que esto es un reflejo de su capacidad o de su falta de capacidad.
El conocimiento de la lateralidad de todos los niños en educación infantil desde los cuatro años, facilita la eficacia en la actuación de los docentes para prevenir problemas de lectura, escritura, matemáticas entre otros, desarrollar neurofuncionalmente el aprendizaje, ayudar en la adquisición de aprendizajes básicos y así evitar muchas posibles dificultades que se presentan.
Más adelante iremos hablando de cada uno de estos temas.