La capacidad de mentir es una capacidad que se desarrolla muy pronto. Hacia los dos años y medio aproximadamente. Sí, tan pronto como nuestros peques aprenden a hablar ya son capaces de decirnos alguna mentirijilla del tipo “yo no he sido”. Éstas son las típicas mentiras de ocultación y autoprotección que intentan evitar una regañina o castigo. Son las menos preocupantes y las que aparecen primero. A medida que nuestros hijos crecen y sus habilidades lingüísticas y cognitivas se desarrollan su capacidad para mentir también va mejorando.
Veamos los tipos de mentira y cómo evolucionan con la edad.
Tipos de mentira
Mentiras de ocultación.
Es la más frecuente, la que evolutivamente aparece más pronto, la más fácil y la menos preocupante.
Consiste en ocultar una información, en no transmitir algo importante o negar un suceso.
Las frases típicas son del tipo “Yo no he sido”, “No lo se”, “No me acuerdo”
Sirven para protegerse y escapar de algún castigo. El niño buscar esconder algo malo que ha hecho como por ejemplo cuando ha roto algo.
No buscan hacer daño a terceras personas. Son sencillamente mentiras espontáneas fácilmente detectables.
Son muy frecuentes entre los 4 y 7 años.
Mentiras de fabricación o falsificación.
Este tipo de mentira requiere más elaboración, por lo que se da en edades más avanzadas. Requiere imaginación para construir una historia que resulte creíble en torno a un hecho incierto.
Evidentemente este tipo de mentira se fabrica sobre una mentira de ocultación porque busca también esconder alguna cosa mal hecha.
Cuando los niños construyen mentiras de este estilo pueden estar buscando librarse de un castigo, de una regañina o de alguna sanción o pueden estar tramando algo en contra de alguien, en este último caso es el más preocupante de todos, aunque afortunadamente se da en un bajo porcentaje de los niños.
Mentiras altruistas o de cortesía.
Tod@s hemos utilizado este tipo de mentira en muchas ocasiones, son los cumplidos, las felicitaciones, …
Son mentiras que no buscan ningún tipo de beneficio propio y mucho menos hay causar daño a terceros.
Muchas veces los niños, igual que los adultos, las utilizan para causar buena impresión y gustar a los demás.
Mentiras egoístas o antisociales.
Aunque es frecuente que los niños usen la mentira egoísta para conseguir algo (normalmente un premio) debemos estar atentos ya que este tipo de mentiras son las más preocupantes, sobre todo cuando buscan causar un daño a terceras personas.
Los padres debemos estar alerta y muy atentos si observamos que nuestro hijo usa repetidamente mentiras elaboradas y planificadas. Detrás de esta conducta puede estar escondiéndose otros problemas como la necesidad de mayor atención y afecto, estilos educativos excesivamente rígidos y autoritarios en los que se está castigando con demasiada frecuencia, o problemas de conducta que requieren la atención de profesionales expertos.
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