Para que una pareja funcione, el respeto mutuo y la solidaridad son fundamentales, pero estas virtudes son mucho más importantes cuando hay un embarazo y un proyecto común de por medio. En este reportaje te ofrecemos algunas claves para que tú, futuro padre, si estás aún un poco perdido, sepas lo que tu pareja embarazada, puede estar esperando de ti.
Los dos están 'embarazados'
Lo ideal es que desde el primer día te sientas tan embarazado o más que ella. Sabemos que esto es difícil desde un punto de vista físico, pues tú como padre, percibirás eminentemente la parte emotiva de estos nueve meses de espera, y será tu chica quien sufra las consecuencias físicas. (Dolores, fatiga, náuseas)Es ley de vida y has de saber que hay hombres que se cambiarían sin pensárselo, por sus parejas, sólo para probar ‘qué es eso tan especial del embarazo’. Tienes en tu poder todas las herramientas para hacerle la gestación mucho más llevadera a ella. Practica con el ejemplo, como si fueses tú quien debiera reducir los malos hábitos y hacer hincapié en una vida saludable.
Solidaridad total
Si ella es una fumadora habitual y le está costando un montón dejarlo, es tu momento para cuidarte, cuidar de ella, y por supuesto, del futuro bebé que está en camino. Tú te apuntas tres tantos, al velar por la salud de los tres, y otro más al notar lo increíblemente agradecida que estará ella. Todo son ventajas.Lo mismo ocurre con las comidas fuertes, el alcohol, y esas cosas que solías hacer cuando no esperabas un bebé…ahora, en cambio, tienes tiempo para realizar actividades más relajadamente. Ir juntos a las clases de preparación al parto, por ejemplo. Si tu pareja decide acudir, tu compañía como padre y compañero, es totalmente necesario.
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Comprensión, lo más importante
Es la gran baza que te ayudará a sobrellevar la parte más negativa de este proceso: los cambios de humor radicales de tu pareja embarazada. Y es que la gestación es un ‘baile de hormonas’ que hace, de manera literal, cambiar por completo el ánimo de la mujer que espera al bebé. Piensa que acostumbrado a que ocurra algo parecido con la menstruación, te será mucho más fácil hacerte a estos pequeños ataques de nervios.Si además, ya cuentas con otro hijo en casa, y para colmo ella sigue desempeñando labores dentro y fuera del hogar, en su horario laboral, intenta sumar a todo eso la sobrecarga que implica estar embarazada. Lo verás claro: tu pareja te necesita, más que nunca.
Menos sexo y más cariño
No tiene por qué ser del todo así, pero lo que pretenden recomendar los expertos es que te esmeres en los detalles sentimentales o emotivos, y ubiques la actividad sexual a un segundo plano, nunca tercero o inexistente.¿Por qué? Sencillamente, durante el embarazo, el cuerpo está cien por cien centrado en el futuro bebé. Es un proceso natural que tu chica, por mucho que lo desee, no podrá obviar. Por ello, tendrás que esperar a aquellos momentos en los que a ella le apetezca, y continuar llenando la rutina con otro tipo de muestras amorosas.
Tú, su mejor terapeuta
Tu pareja está llena de dudas y miedos. Por mucho que haya sido madre anteriormente y veas en ella a una mujer perfectamente capaz e independiente, el embarazo es siempre un trance difícil y delicado, sumado a un estado hormonal desequilibrado que hace a la mujer tener un punto de vista más radical sobre sí misma y el bebé.
¿Qué quiere decir esto? Que seguramente notes en ella cierta exageración en sus palabras, vacilación ante actos o circunstancias en los que antes ella era de lo más segura o sencillamente, sientas que está muy asustada. No hay recetas mágicas, sencillamente, unas palabras sinceras de apoyo y comprensión, volverán a mantener a tu chica con los pies en la tierra sabiendo que tiene un pilar fundamental en estos nueve meses, a ti.