Laura, estoy encantada de que nos acompañes en Nunca jamás y yo. Muchas gracias por haber aceptado la entrevista. ¿Por qué Laura Estremera decidió ser educadora infantil?
Laura Estremera: Pues la verdad es que lo primero que estudié realmente fue magisterio de audición y lenguaje, así que en mi mente tenía trabajar con niños más mayores. Posteriormente me formé como educadora infantil y descubrí un mundo nuevo ¡qué equivocada estaba! Me dí cuenta de lo mucho que me gustaba trabajar con los más pequeños y de ¡cuánto me quedaba por aprender! Porque es una etapa realmente amplia que abarca muchos aspectos.
Según tú, ¿qué se debería fomentar en todas las escuelas infantiles con los niños?
L.E: Tratar al niño en su globalidad: la parte afectiva, motora, el juego… y no sólo la cognitiva, que es la que solemos asociar más a la escuela. Para un niño pequeño (y también para un mayor) pero especialmente para el pequeño, la parte afectiva y emocional es fundamental. El ser humano nace inmaduro, nuestros antepasados, cuando empezaron a andar a 2 patas, su pelvis varió y también el tamaño de la cabeza, con un cerebro de mayor tamaño, como esa cabeza no pasaba por el canal del parto, se solucionó naciendo antes de tiempo.
Por eso se dice que la gestación humana dura realmente 21 meses: 9 dentro del útero y 12 fuera. Por lo tanto, este primer año es muy importante y el bebé debe de poder sentirse seguro. Mientras no consiga una seguridad afectiva, este no podrá irse a explorar el mundo, interesarse por los objetos… Y lo mismo le ocurre a los niños más mayores.
Una vez el niño se siente seguro y ha creado un vínculo con la persona de referencia, me parece muy importante fomentar la libertad de movimiento (en este aspecto podemos seguir a Pikler) no sólo en cuanto a los bebés, sino en toda la etapa. A través del movimiento, el niño vivencia muchos conceptos y al vivirlos en su cuerpo, es mucho más significativo que hacerlo a través de una ficha.
Por otro lado, el juego libre con material no estructurado me parece esencial, este tipo de material se adapta a las necesidades, intereses y etapa del niño. Desde un juego más sensioriomotor, como puede ser chupar, golpear el objeto… hasta un juego más simbólico que nos encontramos al final de esta etapa, en la que cualquier objeto puede representar otro y de esta forma dejar volar su imaginación en función de sus necesidades. Sin olvidar que a través del juego aprenden.
Otro pilar fundamental bajo mi punto de vista son las experiencias, si visitáis mi blog, podéis ver diferentes actividades (sensoriales sobre todo) que le permiten al niño vivir experiencias en el aula.
En algunos centros infantiles se han puesto como objetivos principales enseñar a leer a los niños, pero, ¿es realmente necesario?
L.E: Es cierto que nuestro entorno está rodeado de letras y que algunos niños se interesan por ellas, pero si hacemos un análisis más profundo e investigamos sobre los requisitos para poder leer, nos damos cuenta de que un niño de esta etapa no está preparado para ello, y que si nos centramos en este objetivo, dejamos de prestar atención a otras cuestiones que en ese momento son más importantes para el niño.
¿Cuál sería la relación ideal entre padres y educadores?
L.E: Creo que es fundamental crear una relación de afecto y confianza con las familias, ellos nos dejan lo que más quieren, que son sus hijos. Por lo que esta relación debe de ser lo más transparente posible. Para mí es muy importante también que las familias, cada una en función de sus posibilidades, participe en lo que hacemos en el aula.
Háblanos de la ratio en educación infantil, ¿qué te parece que un educador sea el único responsable de más de quince niños de dos años?
L.E: Me parece una ratio muy elevada.
Los niños fineses van a las escuelas infantiles para jugar, para crear y experimentar. ¿Crees que los centros españoles están demasiado programados, sujetos a un currículo mal adaptado y que existe poca flexibilidad y libertad?
L.E: No creo que todo sea culpa del currículo, de hecho, si te fijas en la metodología del primer ciclo es basado en las experiencia, actividades y el juego en un ambiente de afecto y confianza Aquí no dice nada de tener que tener a los niños sentados haciendo fichas… sino que habla de un ambiente de afecto, de juego, de experiencias, de actividades…
Otra cosa es ¿qué entendemos cada educador por actividades?: ¿esas actividades deben hacerlas todos los niños a la vez, en el mismo tiempo sin tener en cuenta las necesidades individuales o puede hacerla el niño en función de su interés o tienen diferentes niveles de acabado que se adaptan a cada niño?,
¿Qué se entiende por juego?: ¿qué todos los niños jueguen a lo mismo porque toca jugar a las construcciones o que puedan elegir libremente a qué jugar en función de sus necesidades?
¿Cómo ves la integración del Método Montessori en las escuelas públicas?
El método Montessori tiene mucho que aportar a la escuela, teniendo en cuenta que no somos guías (las personas formadas en el método) sí que es cierto que hay muchos aspectos que se podrían integrar en el aula y que favorecerían a muchos niños: desde la forma de ver la infancia, la creación de un ambiente preparado, eliminar el uso de premios y castigos, el orden, el papel del maestro…
Creo que esta filosofía encaja en el primer ciclo y que incluso no se contradice respecto a la legislación vigente (excepto en el uso de TICs y en algunos casos, la mezcla de edades)
En mi blog también podéis encontrar una entrada sobre cómo podemos aplicar Montessori en un aula tradicional, que os invito a leer Montessori en el aula
¿Crees que en las escuelas infantiles se produce un aceleramiento del aprendizaje? ¿Qué puede llegar a pasar si un niño no está preparado para asimilar algunos conocimientos que le intentan enseñar?
L.E: En algunas ocasiones, parece que interesa más el resultado que el proceso: por ejemplo, tener unos murales bien terminados y perfectos, aunque para ello, el educador haya ido colocando la mano del niño impregnada en pintura en el lugar preciso ¿qué le ha aportado esto al niño?, ¿ha disfrutado en el proceso?
Si nos remontamos al primer año de vida ¿respetamos el movimiento en libertad del niño?, ¿dejamos que sea él el que descubra las nuevas posturas o somos nosotros los que lo colocamos en posturas para las que todavía no está preparado?, ¿realmente respetamos los tiempos del niño o en seguida buscamos el resultado, que ande, aunque para ello hayamos forzado al niño y saltado etapas?
Insisto en el desarrollo motor, porque como siempre digo, podemos representarlo mentalmente como una escalera de caracol, en la que cada peldaño, parte del anterior y aunque es posible saltarse etapas y adelantarlas (debido a la intervención del adulto) esos peldaños, se quedarán sin construir y sobre esos peldaños, se asentarán los aprendizajes posteriores. Incluso la lectura y la escritura tienen relación con el gateo; la posibilidad de haber vivido la etapa del suelo, ayudará a integrar conceptos escolares…
¿Qué ocurre cuando ofrecemos a un niño pequeño una cera (mancha poco) antes de haber dejado que experimente libremente con sus manos llenas de pintura sobe superficies amplias? Pues que no hemos permitido el desarrollo natural desde los movimientos más amplios hasta los más finos; desde el movimiento en bloque de hombro, brazo, codo, al pintar con toda la mano sobre un mural hasta que todas esas articulaciones van aprendiendo a trabajar de forma más fina y separada y el trazo de la cera fluye sin tensión junto al movimiento de la mano y la muñeca y ya en formatos más pequeños como es un folio.
En ocasiones nos olvidamos del proceso y buscamos el resultado.
Seguro que te suena esta terminología: limpiamocos y quitapañales . ¿Opinas que el trabajo de los educadores está poco valorado?
L.E: La verdad es que nunca me han llamado así. Realmente estoy muy agradecida a las familias con las que he tenido contacto estos años. Creo que trabajamos con niños que se encuentran en una etapa muy importante de la vida.
Y por último, Laura, ¿qué les dirías a los chicos y chicas que hoy están en las aulas estudiando para convertirse en educadores y maestros?
L.E: Que nunca dejen de leer, de buscar información, de aprender. Es una etapa tan amplia, que cuanto más estudias, más cuenta te das de lo poco que sabes realmente y de lo mucho que te queda por aprender. Y que nunca, nunca, nunca olviden, que lo que tienen entre manos son personas.
¿Qué os ha parecido la entrevista a Laura Estremera? ¡Espero que os haya resultado útil e inspiradora!
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