FICHAS como recurso diario en infantil: ¿de verdad es necesario?

¡Ey! ¿Cómo lo estáis llevando? Hoy vamos a hablar de un tema que salió en la lluvia de idea que hice con mi fantástica comunidad de Facebook: las fichas en educación infantil. Muchas escuelas infantiles incorporan este recurso como material de trabajo diario. Hay centros que dicen que son muy útiles para crear una rutina en las aulas, pero, ¿de verdad son necesarias hacerlas todos los días? 

Creo que incorporar las fichas como recurso/material de aprendizaje diario en las aulas de educación infantil es bastante excesivo. ¿No se debería favorecer, fomentar y ayudar a desarrollar otros aspectos antes que optar por las fichas? Os cuento mi opinión sobre este recurso:

Las fichas no respetan el ritmo de aprendizaje de los niños

Hay educadores infantiles que se olvidan de que cada niño es completamente diferente. Pensar que todos los peques aprenden igual y repartir las mismas fichas a todos es un error (al menos para mí). De esta manera, no se respeta a los niños como son y se apaga poco a poco su individualidad. Además, con este recurso se enseña conocimientos y aprendizajes que los peques no están preparados para asimilar o que ya lo han hecho hace tiempo.

Los peques no son simples receptores del conocimiento

Todavía se piensa que los niños (y en etapas educativas más avanzadas también) desempeñan un rol puramente pasivo en el aprendizaje. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que los educadores y maestros infantiles explican las fichas, los niños escuchan en silencio y luego se ponen a realizar la actividad sentados en una silla. Sin embargo, los niños deberían optar a construir su propia inteligencia. Deberían ser protagonistas de su propio aprendizaje, ¿no?

Menos vínculos afectivos entre niños y educadores infantiles

El tiempo que invierten los educadores y maestros infantiles en explicar las fichas lo podrían aprovechar para favorecer vínculos entre los peques y ellos. Tenemos que recordar que la educación infantil es una etapa en la que la afectividad, la cercanía, la empatía y el cariño deberían predominar en el día a día de los niños. Es fundamental que sepamos diferenciar lo verdaderamente importante de la etapa de lo que no lo es.

El movimiento como base de aprendizaje en la infancia

A algunos educadores y maestros infantiles se les olvida algo importante: que los niños aprenden muchísimo moviéndose. Con la libertad de movimiento llega el descubrimiento, la experimentación, el interés y la curiosidad. Estos cuatro conceptos deberían ser clave en la etapa de la educación infantil y tendrían que favorecerse al máximo. Citando a Piaget, los niños desde su nacimiento hasta los dos años se encuentran en la etapa sensoriomotora, es decir, necesitan el movimiento para avanzar y seguir aprendiendo.

Aprender y descubrir desde la realidad es muchísimo mejor

Desde el punto de vista de muchos educadores y maestros infantiles (y también desde el mío), los peques aprenden muchísimo mejor desde la realidad. ¿A qué me refiero? Pues que es bastante más educativo que los niños manipulen, huelan y experimenten objetos por sí mismos que pintarlos o dibujarlos en una simple ficha. Los niños necesitan descubrir y conocer el entorno que les rodea de forma presencial para seguir aprendiendo.

Menos ocasiones de favorecer la creatividad y la imaginación

Hay educadores y maestros infantiles que esperan que todos los niños realicen de la misma manera las fichas. De esta manera, no se está fomentando la creatividad e imaginación individual de cada niño. Las flores, los coches y los balones (por ejemplo) pueden ser pintados de diferentes colores y no pasa absolutamente nada. Os vuelvo a recordar que los peques deberían ser más protagonistas de sus aprendizajes.

El juego libre no debería quedar en segundo plano

El tiempo que se invierte en que todos los peques se sienten en las sillas y en explicar las fichas del día, podría dedicarse al juego libre. Un juego libre sin que lo dirija ningún adulto, sin objetivos, ni directrices. Este juego nace de manera espontánea de los niños y no es ninguna pérdida de tiempo ya que con él aprenden muchísimas cosas nuevas y descubren de manera divertida su entorno.

¿Son necesarias tantas fichas, tareas y deberes en este momento?

Todos somos conscientes la situación a la que nos enfrentamos, y desde mi punto de vista, una larga lista de fichas (en infantil), tareas y deberes (en las etapas educativas avanzadas) no ayudan demasiado al aprendizaje ni motivación de los estudiantes. Creo que es hora de que educadores, maestros y profes saquen su creatividad e imaginación y piensen en actividades amenas con el concepto aprender jugando incluido.

Además, lo que más necesitan los niños y sus familias ahora mismo es saber que los educadores y maestros están ahí y que les están acompañando en su día a día. Las fichas se borrarán de los recuerdos de los estudiantes, pero la inteligencia emocional, la empatía, el cariño y la cercanía dejarán una huella en ellos para siempre. ¿Qué tal si dejamos las fichas a un lado y nos centramos más en el corazón?

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