Te lo ha dicho tu matrona, te lo dicen en el hospital, te lo dicen hasta en tu panaderia : la leche materna es lo mejor. Pero, realmente, ¿porqué?
Los estudios muestran que generalmente, los bebés de pecho tienen menos infecciones bacterianas y virales y su tasa de mortalidad es bastante más baja que los bebés de biberón. Sin embargo, eso no quiere decir que dar el pecho permite proteger a tu bebé de TODAS las enfermedades. Tampoco quiere decir que si das el biberón a tu bebé, se pondrá enfermo cada dos por tres.
¿Qué es la leche materna?
La leche materna que nos interesa (es importante subrayarlo porque la leche de vaca es también leche materna, destinada a su bebé, el ternero) es la leche humana producida por la madre después de un embarazo (aunque existen también casos de lactancia materna con adopciones). Desde el nacimiento, la madre produce calostro, la primera leche concentrada en anticuerpos protectores y nutrimentos esenciales. Luego, la composición de la leche cambia y evoluciona.
¿Qué es la leche de fórmula?
La leche de fórmula es leche de vaca modificada (también existe ahora leche de fórmula que tiene como base leche de cabra o bebida de arroz) para responder a las necesidades de los recién nacidos en proteínas, lípidos, glúcidos y vitaminas entre otras cosas.
¿Quién ha inventado la leche de fórmula?
En 1860, él farmacéutico Henri Nestlé crea la primera harina láctea qué empieza muy poco a poco hasta él año 1866, cuando salva al pequeño Wanner gracias a la harina. Desde entonces la harina se vuelve famosa y permite responder a las madres que no pueden amamantar, pero también ayuda a hacer frente a la falta de nodrizas.
La primera leche de fórmula se inventa en el 1908
En 1908, Maurice Guigoz inventa la primera leche de fórmula y consigue la medalla de plata durante la exposición nacional de Berne. Es un éxito grande y a partir del año 1927 se vende en farmacia.
Pero es sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial que empieza la edad de oro de la leche artificial. Es el símbolo de la liberación de la mujer y permite que sea el padre el que dé el biberón. Simone de Beauvoir escribe “La lactancia es también una servidumbre agotadora.
Pero sin marco legal definido, los industriales van demasiado lejos y provocan la confusión en los padres acerca de la diferencia entre leche artificial y leche materna. Eslóganes tipo “Para tener bebes saludables, es mejor la leche Guigoz” se multiplican.
Este uso incorrecto y abusivo de los sustitutos de la leche materna y su consecuencia sobre la lactancia materna han llevado muchas organizaciones a actuar a los finales de los 70. En el 79, la OMS y UNICEF organizan una reunión internacional sobre la alimentación del recién nacido y del niño pequeño que juntó expertos. Se decidió crear una normativa que tiene como objetivo poner límites a las prácticas sobre la alimentación infantil. En 1981, se aprueba el Código internacional sobre alimentación infantil.
En el año 1991, un marco legal se fija por la Unión Europea.
Recomendaciones de la OMS:
La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses del bebé. De los 6 meses a los 2 años, la lactancia tiene que ser complementada por alimentación solida.
Adicionalmente:
La lactancia debe iniciarse en la hora siguiendo el nacimiento del bebé
La lactancia es “a demanda”, siempre cuando el bebé lo desea, tanto de día como de noche
Hay que evitar el uso de chupetes y biberones
Actualmente, se sabe de sobra que la leche de fórmula NO es equivalente a la leche materna. Sin embargo, hay que decirlo también, las leches de fórmula actuales responden a las necesidades nutricionales de los bebés.
¿Cuales son los componentes de la leche materna?
Los glúcidos:
La leche materna contiene 75g/L de glucidos. 63g de lactosa y 12g de oligosacáridos. Los oligosacáridos son algo único en la leche materna. Contienen prebióticos. Tienen un papel importante en la maduración del sistema digestivo. El papel de estos oligosacáridos (casi ausente en la leche de vaca) en las infecciones digestivas y extra-digestivas está más que probado.
Los lípidos:
Los lípidos tienen un papel fundamental en la mielinización (El proceso de mielinización consiste en recubrir los axones (partes de las neuronas en forma de cilindro alargado) con una sustancia llamada mielina o vaina de mielina, que se encarga de brindar protección específicamente a estas partes de la neurona.).
La leche materna contiene aproximadamente 35g/L de lípidos pero puede variar mucho según la hora del día, la edad del niño, el volúmen de leche tomada, la madre y su tipo de alimentación. Los lípidos se concentran al final de la toma.
Si la cantidad de lípidos es bastante parecida en la leche de vaca, la digestibilidad de las grasas de la leche humana es muy superior, gracias a la lipasa.
Las proteínas
Las proteínas son esenciales a la construcción del cerebro humana, a la absorbción del hierro y es un agente anti-infecciones.
En la leche, hay dos familias de proteínas:
Las proteínas solubles, fácilmente digeribles
La caseína, que se digiere más lentamente.
La leche humana contiene aproximadamente 8 a 12 g/L de proteínas, bastante menos que la leche de otros mamíferos. Sin embargo, está perfectamente adaptada a los bebés humanos, por su absorción y sus ácidos aminos. Las proteínas son además muy especificas: incluso las caseínas son diferentes. Representan solamente el 40% de las proteínas (un 80% en el caso de la leche de vaca). Un porcentaje elevado de proteínas solubles y micelas de caseína de pequeño tamaño explican la coagulación más fina de la leche humana en el estómago del bebé.
Dentro de estas proteínas solubles, algunas tienen un papel fundamental, como es el caso de las inmunoglobulinas que dan las defensas y los anticuerpos.
La concentración de los oligoelementos es muy elevada en el colostro y juegan un papel fundamental en la constitución del esqueleto. Adicionalmente, los oligoelementos se digieren mejor en la lecha humana.
Conclusión
La observación de los componentes de la leche materna nos permite concluir que la leche humana es muy diferente a la leche de vaca, que no está adaptada a la nutrición de los bebés humanos. La leche de vaca está hecha para favorecer un crecimiento rápido para que el pequeño ternero se haga grande lo más rápido posible. Esto no se produce en el caso de los bebés humanos: el desarrollo del humano es lento, la madurez sexual tardía y la esperanza de vida importante.
La leche de cabra tampoco se puede dar a los bebés tal cual: demasiada rica en sales minerales (puede dar problemas renales), demasiada pobre en vitaminas y ácidos grasos. Tiene que estar modificado, como es el caso de la leche de vaca.
Es por ello que hay necesidad de modificar en laboratorio la leche de vaca (o de cabra) para adaptarla a los bebés humanos.
Aquí un resumen de la composición de las leches:
Lo que la leche de fórmula no puede reproducir:
Es un hecho, la leche de fórmula está adaptada a las necesidades nutricionales de los bebés. Sin embargo, la leche materna no sólo responde a las necesidades nutricionales del bebé, hace mucho mucho más.
El calostro
La leche de fórmula no puede reproducir el calostro. Es la razón por la que los inicios de la lactancia son muy importantes. Es muy rico en proteínas y anticuerpos indispensable a construir las defensas del recién nacido. Además, tiene oligosacáridos que permite proteger la mucosa intestinal. En el calostro, hay cerca de 90g/L de anticuerpos
La leche madura
Más allá del calostro, la leche materna madura tiene elementos únicos que hace de él algo único:
Oligosacáridos, para la fauna intestinal
Las inmunoglobulinas para las defensas
La lipasa para digerir las grasas
La lactasa
Los ácidos aminos
Las hormonas
Los micronutrientes que se adaptan a la capacidad de eliminación del bebé
Factores de defensa inmunitaria antibacterianos, antivirales y antiparasitarios
La variación de la leche materna
De nuevo, es algo único. La leche de fórmula es igual para todos los bebés y en cualquier momento.
La leche varía durante la toma: al principio, la leche contiene mucho agua y sales para hidratar al bebés. Los glúcidos después aumentan. Luego, las proteínas y los lípidos aumentan y al final los lípidos aumentan mucho, proporcionando al bebé una sensación de saciedad.
La leche varía durante el día: por la mañana, hay más lactosa, a medio día, más lipidos y proteinas, por la tarde más oligosacáridos y por la noche, más proteínas.
La leche varía en el tiempo: durante la primeras semanas, la lactosa aumenta y los oligosacáridos disminuyen, la proporción de los lípidos se multiplica por dos, los sales minerales disminuyen a la mitad, la proporción de proteínas se divide por diez y los ácidos aminos bajan. Adicionalmente, el volumen de leche producida se adapta al bebé.
Esta variación es muy importante. La leche se adapta en todo momento a sus necesidades, su edad y su estado (cuando el bebé está enfermo, la madre produce anticuerpos para ayudarle a luchar contra la enfermedad). No es el caso en la leche de fórmula. Si eres de los que piensan que el horóscopo de los Capricornios de la revista Hola se aplica a todos los Capricornios del mundo mundial, entonces la leche de fórmula te conviene.
Si piensas, como yo, que no es posible, entonces entiendes porque la leche de fórmula no se puede ver cómo un sustituto igual a la leche materna.
Los riesgos asociados a las preparaciones comerciales para bebés
Una mamá informada vale por dos mamás
Si piensas dar leche de fórmula, tienes que ser consciente de lo siguiente:
Los aditivos de la leche de fórmula son varios, entre otros aceite de palma por ejemplo.
Por otra parte, cuando damos leche de fórmula, tenemos que ser conscientes del riesgo de contaminación a la salmonela por ejemplo (aquí el caso más reciente: https://elpais.com/sociedad/2019/03/29/actualidad/1553874967_650184.html )
Conclusión: ¿porqué dar leche materna?
La leche materna se adapta en todo momento a tu bebé. La leche de fórmula responde a las necesidades nutricionales de tu bebé, pero no contiene muchos elementos que se pueden encontrar en la leche materna como los anticuerpos por ejemplo.
Se han demostrado en múltiples estudios los beneficios de la leche materna sobre el sistema inmunitario, digestivo y más, pero no se ha demostrado cualquier beneficio de la leche de fórmula más allá de responder a sus necesidades nutricionales.
Algunos libros que puedes leer si quieres saber más acerca de la lactancia materna:
LA biblia de la lactancia materna. Te recomiendo leer este libro si tienes intención de dar el pecho a tu bebé.
También me han recomendado estos libros (no les he leído pero tienen muy buena pinta ):