Vaya por delante que se trata de unos libros ideales para todo tipo de bebés. Si añado lo de "inquietos" en el titular es porque a nosotros nos han venido de maravilla con nuestra pequeña saltamontes, que tiene una gran tendencia a dispersarse y a pasar a otra cosa mariposa en menos que canta un gallo.
Desde hace algún tiempo voy leyendo en otros blogs que sigo a madres y padres que dicen leer cuentos a sus hijos de edad parecida a Maramoto. Con ella eso no nos ha sido posible. No puede estarse quieta. Va, viene, coge el libro, lo destroza, te lo vuelve a dar, se vuelve a ir, de repente te vienes arriba porque te deja enlazar dos frases seguidas pero inmediatamente se va, o te trae otro libro y mientras lo abres ya está en otro lugar del piso? Podría seguir así hasta mañana, pero me agota hasta escribirlo.
Con los únicos que hemos conseguido que se detenga un poco, aparte de con el Mini de "Mamá y yo" (ya os hablé de los Minis en otro post), es con los libros de la colección De la luna a la cuna de Kalandraka. Nos encantan los libros de esta editorial. Cada vez que entro en la FNAC, La Casa del Libro o La Central de Callao y me dirijo a la sección de infantil me los llevaría todos a casa. Uno tras otro. De momento, como Mara tampoco muestra demasiado interés por ellos, hemos decidido empezar por esta colección.
Para empezar se nota que están más enfocados a los bebés, ya que las páginas son gruesas y fáciles de pasar. Igual visualmente no son tan llamativos como los otros libros de Kalandraka, pero la verdad es que las ilustraciones son simpáticas y cumplen a la perfección su función. Y lo más importante y en lo que creo que radica la clave de su éxito con Maramoto: Están pensados para ser cantados. Y ya sabéis que a Mara no hay nada que le guste más que la música. Le gusta tanto que ni siquiera le importa que su papá en prácticas desafine si encuentra en su entonación un mínimo de ritmo. Con eso le vale.
La colección nos está sirviendo para que Mara vea y ponga nombre a los colores, nombre a los animales y sonidos a éstos y a los instrumentos musicales. Nos está sirviendo para eso y mucho más. Me meo viéndola imitar mis gestos y me sorprende cuando antes de pasar la página ya empieza a hacer el gesto o a intentar reproducir el sonido o la palabra que viene después.
Lo "malo" de estos libros de la colección ‘De la luna a la cuna’ es que se leen en un minuto. Y claro, de momento solo tenemos cuatro de los ocho que componen la colección (el precio de cada uno oscila los 7???), así que con el tiempo me da la sensación de que hasta Maramoto se aburre cuando entramos en bucle. Tendremos que ampliar la colección en nuestra próxima visita a la librería
¿Conocíais esta colección de Kalandraka?