Los cien usos de las muselinas

Uno de los regalos a los que más partido saqué durante las primeras semanas de mi hijo fue una colección de pañitos de gasa de algodón que me regaló mi madre cuando estaba embarazada y que no sabía ni para que servían. Pero en cuanto empezamos con el pecho le encontré muchísimos usos. Me los ponía al hombro a la hora de sacarle el provecho a mi bebé, le limpiaba los restos de leche de la cara o me quitaba las gotas de leche que caían de los pezones. Guardé un pañuelo en cada rincón de la casa y así los tenía a mano en cualquier sitio.

Después me enteré de que aquellas gasas, en tamaño extra-grande, eran las muselinas. ¡Y yo que protegía el capazo del sol con una de mis pashminas blanca! Me hice con una de algodón y de estrellitas grises de Aden+Anais que compré en lesemmes.com y desde entonces le he encontrado mil usos.

muselinas


Me encantan porque cuanto más las lavas, más suaves son, no pesan y se pueden llevar a cualquier lado. Son de fibra de algodón, muy finas y cómodas. Estos son los usos que yo he recopilado, ¿hay algo para lo que no se usen?

Para cubrirse cuando se está dando el pecho
Para enrollar al bebé recién nacido en un arrullo y que se sienta seguro y cómodo
Como sábana en verano (tanto en la cuna como en la silla o capazo)

Como manta de juegos en la calle o para sentarnos a jugar en el césped

Como sábana bajera cuando vamos de viaje (el bebé siente el olor familiar y no extraña la cuna)

Para cubrir la silla cuando el bebé duerma y para que tenga más intimidad

Para limpiarle en alguna ocasión las babas o lo que haga falta

Para cubrirle en el coche en verano cuando llevamos el aire acondicionado encendido

Como cambiador cuando salimos de casa

Para dar sombra al carrito del bebé (funcionan mejor que la sombrilla, siempre y cuando se deje un hueco para que corra el aire)

Como toalla en la piscina o en la playa

Y si las muselinas de algodón son increíbles, aún lo son más las de fibra de bambú. Acabo de descubrirlas y son igual de ligeras pero mucho más suaves.

Siguen siendo de fibras naturales, y esto no es una tontería. Se aconseja que los bebés, -y todo el mundo en general, pero sobre todo en el caso de recién nacidos- se cubran con tejidos de este tipo y no sintéticos, porque son más cómodos, transpirables y resistentes. Puesto que no contienen elementos químicos no irritan las pieles más delicadas. Y si el algodón es orgánico, aún mejor, como se explica en este artículo de Le Petit Baobab. Por cierto que también hay sábanas de cuna, sacos de algodón, baberos, dous dous y arrullos del tejido de las muselinas (y sus estampados) Las sábanas tienen muy buena pinta, aunque son más caras que las habituales (en la imagen inferior, las de adenandanais.co.uk).

aden+anais sabanas


¿Me he dejado algún uso de las muselinas?

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