Acabamos de entrar en esa etapa de los dos años en que las rabietas están a la orden del día. En realidad, hace ya un tiempo que estamos en esta etapa pero nuestra pequeña I cumplió los 2 años ayer.
Casi siempre oímos lo complicados que son los "terribles dos años" y todo lo que comportan pero en esta ocasión, me apetece darle la vuelta a esta visión y ver todas esas maravillas que tiene esta edad y que a veces, nos quedan ocultas por lo espectacular de las rabietas.
Momento de encontrarse y reafirmarse
Hasta este momento lo que teníamos en casa eran nuestros pequeños bebés, su personalidad aún no estaba formada (que no digo que ahora lo esté del todo) y solo podíamos intuir pequeñas pinceladas de lo que serían nuestros pequeños.
Con la llegada de los dos años, empiezan a buscar cuál es su sitio y a reafirmarse en su forma de ser como individuos con características propias. De este gran cambio proviene el gran aumento de rabietas.
Grandes descubrimientos
Por supuesto que hasta ahora estaban haciendo grandes descubrimientos pero lo que he podido percibir en I es que estos primeros descubrimientos iban dirigidos a cosas muy básicas como descubrirse las extremidades o como ha de colocarse para poder andar. Ahora sus descubrimientos van enfocados a todo lo que hay a su alrededor: Las flores, cómo usar un determinado juguete, cómo cocinar,... Este punto es algo que me parece fascinante y me encanta observar a I mientras se esfuerza en entender el funcionamiento de algo.
El habla
Que sí, que llegados a este punto habrá niños que sean capaces de hablar un montón y otros que casi no digan ni una palabra. A mí en particular me encanta comprobar como mi hija me entiende y como ahora ya puedo mantener conversaciones con ella (nada trascendental claro está pero puedo conversar).
La movilidad
I empezó a andar con 13 meses y poco a poco fue ganando confianza hasta moverse con soltura. Ahora corre y se mueve con soltura, mide las distancias perfectamente, se agacha para coger algo de debajo de una mesa y calcula cuándo ha de volver a incorporarse, chuta la pelota y maneja el cochecito de juguete que es un alucine (sube y baja escalones, corre,..). Cada vez que hace algo así me deja alucinada.
La comprensión
Últimamente hemos empezado a trabajar los números y los colores y es increíble que mi pequeña bebita sea capaz de contar hasta 3 y conoce algunos colores por su nombre.
Se que todavía nos queda mucho por descubrir pero me encanta lo que estoy descubriendo junto a ella y ver que en los dos años no solo nos esperan las temidas rabietas sino que tenemos muchas otras cosas maravillosas. Así pasamos un año más y espero que sean muchos otros que nos permitan crecer juntos.