¿Cuál es el error? Por un lado, no podemos mantener alejados a nuestros hijos de ciertos aspectos que definen a nuestra sociedad como es el uso de las tecnologías, pero por otro lado, no es apropiado que como padres/cuidadores/tutores empleemos las pantallas como canguros o sustitutos de los padres.
En España, los niños con edades entre 4 y 12 años ven una media de televisión de dos horas y 44 minutos al día, son de los que más televisión ven en Europa y tan solo son superados por nuestros vecinos italianos que dedican dos horas y 50 minutos (según el informe publicado en 2015 por Kids TV Report: http://www.audiovisual451.com/los-ninos-europeos-pasan-dos-horas-al-dia-viendo-television-y-siguen-prefiriendo-la-animacion/). En este informe no se computan las horas que los niños pasan con otras pantallas que no sean la televisión, por lo que el tiempo dedicado podría ser bastante mayor.
A todo ello le sumamos, que muchas veces los contenidos que visualizan no son los más apropiados para su edad y madurez. Siempre confiamos en que al tratarse de dibujos alojados en canales “infantiles” la calidad de los mismos es más que aceptable. Sin embargo la realidad es otra Si ofrecemos dibujos de calidad a nuestros hijos estaremos fomentando inmensidad de valores como el respeto, el trabajo en equipo, el esfuerzo, etc. Pero si, por el contrario, no filtramos qué tipo de contenidos ven, no estaremos respetando sus etapas evolutivas y su madurez y estaremos anticipándonos a otras etapas posteriores como la pre y adolescencia.
¿Pero qué tipo de dibujos deben ver nuestros hijos?
La respuesta no es tan complicada e impera, como siempre, el sentido común. Si tanto en el colegio como en casa, nuestros hijos tienen prohibido decir “palabrotas” ¿Por qué les ofrecemos contenidos donde los protagonistas mencionan palabras que no son correctas? Si regañamos a nuestros hijos cuando pegan a algún amiguito o compañero de clase ¿Por qué les dejamos ver dibujos de super héroes donde se fomenta la lucha gratuita y además se premia al vencedor? Si les inculcamos el respeto por los adultos y en especial por las personas más mayores ¿Por qué les dejamos consumir dibujos donde constantemente se falta el respeto a los padres o abuelos?
Como veis, hay multitud de variables que nos ayudan a valorar qué tipo de contenidos podemos dejar ver a nuestros hijos. Sí, podemos dejar, porque realmente somos los adultos, sus tutores los que tenemos que decidir, en pro del niño, que contenidos deben visualizar. Este tipo de decisión no corresponde a un niño de 4 años y menos a uno de 2 y somos nosotros, los padres, los responsables primeros de velar por la integridad de nuestros hijos y de trabajar en un presente para evitar un futuro que no deseamos.
Recomendaciones sobre dibujos animados de 0-6 años
A continuación, os dejamos una relación de los dibujos animados que desde Hi Family consideramos que son los más aceptables para vuestros hijos de entre 0-6 años. Además, todos ellos son fácilmente localizables en YouTube:
Dani el Tigre (2-5 años): una familia de tigres en la que se trabajan las emociones de una forma clara y directa. También útiles para papás y mamás que muchas veces no saben cómo abordar ciertas situaciones.
La Patrulla Canina (2-7 años): un grupo de mascotas lideradas por un niño de 8 años, ayudan a resolver situaciones curiosas. Se fomenta el trabajo en equipo y el respeto por las diferencias de cada uno.
PeppaPig (2-6 años): una familia de cerditos ya de sobra conocida por nuestros peques. PeppaPigjunto a su hermano George y sus padres, viven aventuras realmente divertidas y en diferentes entornos. Son un claro ejemplo para los niños, de la importancia de establecer vínculos sanos entre los diferentes miembros de la familia, amigos, colegio, etc. Además, fomentan el respeto por los animales, la naturaleza y la importancia del juego al aire libre.
Baby TV (1-6 años): en este canal de TV, cualquier dibujo que vea el niño, es más que aceptable. Hay juegos de adivinanzas para los más mayores y canciones y música para los más pequeños. Aunque parezcan dibujos demasiado infantiles, sus contenidos son muy aptos y deseables para niños de hasta 6 años.
El Equipo Umizoomi (3-7 años):son unos dibujos americanos (se pueden encontrar con traducción latina) en la que tres amigos, una niña, un niño y un robot, tratan de resolver situaciones conflictivas sencillas a través de juegos matemáticos. Trabajo en equipo, respeto y matemáticas son las palabras que mejor definen a estos dibujos.
Caillou (2-7 años): en esta serie podemos ver como todos los miembros de la familia asumen diferentes roles y responsabilidades en el hogar más allá del género. Además, se fomentan las relaciones sanas entre diferentes culturas y personas diferentes.
Super Wings (3-7 años): Jett es un avión de correos que junto con sus amigos, viaja por todo el mundo entregando sus envíos y resolviendo diferentes situaciones.A través de sus viajes conoce lugares y personas increíbles y aprende nuevos idiomas.Además, la podéis encontrar en CLAN.
PICA PICA (1-6 años): Para los más pequeños, sobre todo, este grupo de tres miembros además de bailar también versionan diferentes canciones. El colorido, el sentido del humor y el buen gusto con el que escogen sus canciones y coreografías, los hacen “imprescindibles” para nuestros hijos.
Pocoyó (1-3 años): Pocoyó es un niño pequeño que junto con sus amigos va a vivir situaciones y experiencias que le permitirán desenvolverse y moverse en ellas de forma airosa. Una voz en off irá haciendo preguntas a Pocoyó y sus amigos y le irá dando pistas de cómo resolver dichas situaciones.
Algunas reflexiones finales
Los dibujos animados deberían ser un medio y no un fin. A través de ellos pueden aprender muchos valores, pero los niños de 0 a 6 años de la forma que mejor aprenden es relacionándose con su entorno, experimentando situaciones en vivo y en directo, jugando, tocando, hablando. Una buena alternativa para minimizar el uso de las pantallas es, por ejemplo, la lectura. A través de ella, el niño se sumerge en un mundo paralelo, aprende, se relaciona, imagina y se siente bien. Además, leer con ellos es siempre un planazo que ¡les encanta!
¿Somos conscientes de todos los problemas que un exceso de televisión puede conllevar?:
Problemas en la vista: en los últimos años han aumentado los casos de miopía en los más pequeños entre 2 y 4 años. Los oftalmólogos lo atribuyen al mayor uso de pantallas de móvil, ipads y televisión. La vista en la edad infantil es, por excelencia, el sentido del aprendizaje, la comunicación y la relación social
Anula la imaginación: todo tiempo que, por exceso, pase el niño/a delante de la televisión, es tiempo que no le permite imaginar, crear e incluso algo tan importante como aburrirse.
Desarrollan más agresividad: sobre todo cuando ven contenidos que no son apropiados para sus edades. Los niños aprenden por imitación y muchos de los contenidos que ven son imágenes cargadas de dureza, lucha, falta de empatía y agresividad. Al ver contenidos de este tipo, pierden su capacidad de razonar en pro de los que consideran sus héroes o sus dibujos favoritos. LLegan a la conclusión de que, si ellos lo hacen, está bien.
Falta de comunicación familiar: los efectos de este problema serán más visibles en torno a la adolescencia. Si en una familia todo gira en torno a la televisión, la comunicación familiar se pierde y como consecuencia se pierde todo lo positivo que genera esa comunicación: miradas, información de interés, contacto físico, capacidad de empatía y de resolución de conflictos, etc.
Enseñanza de contravalores: como el consumismo, la falta de armonía y belleza, el mal uso del concepto “dinero”, falta de generosidad y empatía, etc.
Si les defendemos constantemente de los peligros que pueden surgir al cruzar una calle, jugando en un parque o relacionándose con otros niños¿Porqué no estamos alertas de los peligros que pueden conllevar ver la TV en exceso o no tener ningún tipo de filtro en los contenidos que ven?
Tal y como indica a autora Catherine L´Ecuyer en su obra maestra Educaren elAsombro: “Educar en el asombro consiste en respetar la libertad interior, contando con el niño en el proceso educativo, respetar sus ritmos, fomentar el silencio, el juego libre, respetar las etapas de la infancia, rodear al niño de belleza, sin saturar sus sentidos”
Margarita Fernández Acero
Pedagoga
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