Una de las actividades que podemos hacer con los peques también durante el verano es ir al cine los días que el tiempo no acompaña para disfrutar al aire libre. Es que a mí el cine me encanta y me encantaría compartir cada vez más con ellos. Pero a veces me asalta la duda de si llevarles o no, ya que mis mellis son movidos, sobretodo mi pequeña.
Qué tener en cuenta a la hora de ir al cine con niños
1. ¿Están list@s?: esto dependerá de nuestros niños. Generalmente se entiende que entre los 3 o 4 años de edad los niños serán capaces de prestar más atención y podrán ver una película. Aunque si tu hij@ no aguanta ni 15 minutos sentad@ mirando una serie, mejor dejarlo para más adelante.
2. Sensibilidad: Si son sensibles a ruidos fuertes o a la oscuridad tal vez sea mejor retrasar la salida al cine hasta el momento en que el niñ@ comprenda qué es un cine y como funciona. Para ello es ideal que vaya familiarizándose con el cine en casa.
3. ¿Qué película es la más adecuada?: sobretodo al principio intenta elegir películas más tranquilas para que tus peques se vayan familiarizando con
4. ¿A qué hora ? Generalmente cuanto más temprano. Las primeras sesiones están plagadas de peques y por tanto, si nuestros niños no se quedan muy quietos o silenciosos, no nos sentiremos tan incómodos ya que otros estarán haciendo lo mismo!
5. Comprar las entradas con antelación: Puedes comprarlas por internet y así evitarás tener a los niños impacientes en una cola eterna.
6. Bien equipados: Cuando vas con peques, hay que tener todo a mano, porque sino te verás yendo y viniendo al puesto de palomitas. Recuerda ir cargada de agua y algo de comida, porque te lo pedirán!
7. ¡No olvides pasar por el lavabo! Fundamental, porque si no te verás otra vez yendo y viniendo.
8. Ahora sí… ¡A disfrutar!: relájate y disfruta con ellos. Si es su primera vez será un recuerdo inolvidable y aunque tal vez no sea perfecto, será algo que los inicie en el maravilloso y fantástico mundo del cine.
Y recuerda, a no desesperarse si a la primera te sientes frustrad@ porque los niños se han pasado la hora y media dando vueltas de un lado a otro. Cuando quieras darte cuenta, ¡no pararán de pedirte ir al cine a ver la misma peli una y otra vez!
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