Antes, la mujer para ser considerada socialmente respetable o apegada a su rol femenino, debía casarse, ser madre y ama de casa. Con eso bastaba.
Sin embargo, actualmente el modelo de mujer es de persona multifacética con diversos roles porque ha habido una lucha para que la mujer obtenga una posición en la sociedad similar a la del hombre.
Esto ha llevado a muchas mujeres a caer en la confusión de buscar ser iguales a los hombres, a masculinizarse, actuando similar a los hombres: a nivel sexual, siendo infieles, teniendo múltiples parejas, no comprometiéndose, etc., en lugar de lograr igualdad en cuanto a derechos.
Tanto hombres como mujeres somos seres humanos y debemos ser tratados con respeto.
Con el cambio de prejuicios, actualmente existen muchas madres solteras, orgullosas y sin pena de serlo, ya que es un rol socialmente más aceptado.
Sin embargo, algunas mujeres que ejercen dicho rol no lo asumen de la manera más apropiada o sana.
Estas mujeres consideran que son madre y padre a la vez, queriendo mostrarse como seres súper poderosos que pueden con todo; a su vez, existen expresiones coloquiales que validan dicha creencia: las madres solteras son como cualquier madre pero con la valentía que el padre no tuvo.
Es importante que entiendan que por más trabajadoras y amorosas que sean con sus hijos nadie puede sustituir el lugar de otra persona, y mucho menos a nivel psíquico.
La madre por más que se esfuerce no puede representar ni ejercer la función paterna, ya que ella ejerce la función materna.
Es entendible que el afán de ser madre y padre se mantiene con la mejor intención o incluso desde la falta de conocimiento, pero precisamente es necesario informarse adecuadamente y buscar ayuda para preservar la salud mental de los seres más importantes en sus vidas: los hijos.
Muchas de estas madres solteras optan por manejarse con sus hijos de la siguiente manera errada...
Errores que las madres solteras deben evitar
Decir a sus hijos que no tienen padre o simplemente optar por no hablarles de él.
Sin saber que la falta de información, los vacíos o lagunas que los padres (en este caso la madre) no logran satisfacer son llenados por los niños con sus fantasías; cargadas de miedos, expectativas, deseos, etc.
Por ejemplo, los niños pueden creer que son culpables de la ausencia paterna, es decir, pueden sentir que los abandonaron porque hay algo mal en ellos.
Los niños podrían también anular la presencia incluso simbólica del padre, aseverando carecen de uno.
Muchas madres que manejan la ausencia de la antigua pareja de este modo, lo hacen por considerar a sus exparejas como mal modelo de paterno o ante la problemática que ellas mantienen con los padres de sus hijos, es decir, como a la madre le produce dolor el recuerdo de la pareja, evitan referirse a él o incluso evaden las preguntas de sus hijos con respecto al tema.
Hacer comentarios peyorativos acerca del padre.
Esto puede resultar muy doloroso para los niños, porque se supone que el amor de los hijos a los padres y viceversa es uno de los primeros amores.
En otras palabras, el padre es la figura de amor e identificación de los hijos. Aun cuando las madres hagan dichos comentarios intentando evitarles un dolor, lo que generan en los niños son sentimientos de minusvalía, inseguridad y desprecio hacia el padre.
Inconscientemente tratar a sus hijos como su pareja.
Por ejemplo, dormir con los hijos en la misma cama o decir - generalmente a los hijos varones- "Tú eres el hombre de la casa".
Esto genera una gran sensación innecesaria de presión y responsabilidad en los niños acerca de la ausencia o abandono paterno.
Desplazar hacia los hijos la negatividad que en realidad quisieran dirigir hacia la expareja.
Hay madres que depositan en los hijos la rabia que sienten hacia la antigua pareja o la molestia que les genera haber tomado malas decisiones, por ejemplo, en cuanto a la elección de pareja.
Esto generalmente es inconsciente y se evidencia a parir de los constantes reproches que las madres descargan sobre los hijos.
Por ejemplo, que trabajan mucho por ellos, que por estar solas tienen que trabajar el doble, el tener que trabajar dentro y fuera de casa, que darían la vida por los hijos, que son las únicas que se encargan de ellos, etc.
Una vez más estos comentarios generan sentimientos negativos en los niños, sintiéndose como una carga para la madre.
¿Qué puedes hacer si eres madre soltera?
Ante esta información puede que te sientas un poco abrumada o impotente en cuanto a qué hacer, pareciera que todo lo que se hace con los niños generara un malestar en ellos, pero no es así.
Se necesita primero sentido común, buscar información apropiada, investigar y buscar ayuda profesional en caso de no lograr lo anterior.
Sin embargo, lo que más te ayudará a actuar asertivamente es ser empático, es decir, antes de decir o hacerles algo a sus hijos pregúntese primero: ¿Cómo te sentirías en la misma situación? ¿Cómo se siente cuando alguien hace algún comentario negativo de sus padres aún cuando consideras que es cierto?
Además, considere que si para ti no es molesto, quizás para los otros sí lo es, de manera que debe estar atenta a lo que sus hijos le expresan incluso de manera no verbal.
Con los niños es importante ser honestos hasta donde su edad les permita, hablarles en una lenguaje apropiado para su momento evolutivo, darles tiempo para procesar la información, permitirle a ellos que hablen de diversos temas y que pregunten.
Tus hijos te necesitan
La idea de este artículo no es condenar a las madres solteras, ni generar la idea de que los hijos de madres solteras o con padres ausentes tendrán un futuro auguro u oscuro; ya que a pesar de la ausencia del padre, existen otras personas que pueden cumplir la función paterna (esta tercera persona puede ser hombre o mujer), es decir, alguien que le ponga un límite a la relación diádica única madre-hijo.
Cuando una mujer se convierte en madre la relación que establece con el hijo es devoradora, el niño es altamente dependiente y conoce el mundo a través de ella.
El bebé necesita de la madre y ella de él. La sensación de ser necesitada para las mujeres que se convierten en madre por primera vez puede ser muy satisfactoria, por lo que la tercera persona representando la función paterna es necesaria, mostrando una realidad más amplia, más allá de la relación diádica madre-hijo.
Ser madre solera no es sencillo, implica asumir una responsabilidad muy grande pero a su vez genera una satisfacción enorme, el lograr mostrar que sin la compañía del padre se logra criar al hijo.
Por tal motivo, es importante que las madres no reduzcan sus vidas exclusivamente a sus hijos, que no se limiten a decir que su mundo es su hijo (aplica para cualquier madre, soltera o no). Esto resultará perjudicial para ellos como para usted.
Una buena madre no actúa con excesos, sino de manera equilibrada, dedicando tiempo tanto a sí misma como a sus hijos.
Escrito por:
Daniela Saad.
Psicóloga venezolana,
de nacionalidad canadiense y libanesa.
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