Cuando hablamos de matronatación para bebés, nos referimos a la capacidad para sostenerse o flotar en el agua el tiempo suficiente, no es un método para aprender a nadar, sino un medio de aumentar el apego y potenciar los vínculos emocionales entre padres e hijos, además se debe hacer como parte de la rutina diaria de la familia, ya que no hay nada más placentero para el bebé cuando su madre o su padre le sonríe, lo abraza, le hace un masaje o se mete con él en el agua para jugar, además es un método útil y divertido para estimular su desarrollo psicomotor.
Debemos pensar que en un trimestre o en un par de clases no aprenderá ni a nadar o flotar. Aunque todos saben flotar, eso no significa que pueda un bebé de 6 meses salir nadando de una piscina él solito, dependerá de muchos factores. Aunque si ponemos al niño en contacto permanente con el agua y con progresiones adecuadas, aprenderán a nadar. ¿En un trimestre? NO. Depende del niño y la asistencia en 3 años, aproximadamente
Por otra parte, cuanto más precozmente se aprenda a flotar en el agua y a progresar en ella, mayor tranquilidad tendrán los padres para disfrutar del baño, de los deportes acuáticos o de cualquier otra actividad relacionada con el agua, por otra parte, es responsabilidad de los padres que los niños sepan nadar o se mantengan a flote sobre el agua en edades tempranas.
Aprovechando que llega el buen tiempo, podemos acercarnos a una piscina para apuntarnos a Clases de matronatación para bebés y sus padres.
¿A qué edad puede comenzar? Los cursos están orientados a bebés desde los 3 meses hasta los 3 años de edad, pero a la piscina podemos ir, cuando se supone que el bebé ya esté vacunado y que se han visto sus reacciones a las vacunas, tiene unos horarios más previsibles y las mamás están más acostumbradas a su pequeño. Eso sí, es recomendable que en los primeros meses los bebés estén en el agua por sólo 10 min., y con el tiempo (poco a poco) se irá prolongando hasta llegar a los 30 minutos máximos. A estas edades no es necesario ni aconsejable que se queden por más tiempo. Antes de apuntar a tu bebé a clases de matronatación, es imprescindible que consultes con tu pediatra para que constate que el pequeño puede acudir a la piscina
Beneficios de la matronatación para los bebés Las clases de matronatación tienen muchas más ventajas, tanto a nivel físico como social y emocional:
- Ayuda que se les abra el apetito, concilien mejor el sueño, además de relajar a los bebés y que estén de buen humor.
- Favorece el desarrollo psicomotor. Aunque todavía no camina o gatea, el bebé se mueve con libertad dentro del agua y comienza a tener nociones del espacio y las distancias.
- Ayuda al desarrollo de su aparato locomotor, mejorando el rendimiento muscular y favoreciendo la movilidad y la rapidez.
- Fortalece el aparato respiratorio. El agua exige un mayor esfuerzo respiratorio, por lo que el bebé fortalecerá sus pulmones durante las clases.
- Estimula la capacidad observadora y de juego del bebé, lo que repercutirá positivamente en otros aprendizajes futuros y fomentará su creatividad.
- Aumenta y favorece el vínculo entre padre y/o madre y el bebé. El bebé compartirá con sus padres una experiencia divertida y enriquecedora, toda una aventura que le hará unirse emocionalmente mucho más a ellos. Además, entre ellos se creará un vínculo de confianza porque el niño necesita de sus padres para poder mantenerse en el agua de forma segura.
- Ayuda a aprender a compartir y realizar actividades con otras personas, aumentando su confianza a la hora de comunicarse y socializarse.
- Ayuda a enfrentarse a nuevos retos y a entender el ensayo- error. Entender el ensayo- acierto desde la más tierna infancia será un niño no más inteligente a nivel académico (no va a ser mejor matemático) pero sí más inteligente a nivel emocional (sentirá más confianza en sí mismo)
- Aprender a superar obstáculos, a desear y demandar más retos, a ganar confianza y más control de su cuerpo. El niño hasta los dos años y medio aprox. no tiene un cuerpo; el niño ES un cuerpo y de su movimiento depende su comunicación, su expresión y su autonomía.
Recomendaciones Antes de apuntar al bebé a una clase de matronatación, ¿debemos saber qué cuidados deben tener los padres? :
La adaptación del bebé al agua El bebé necesitará un tiempo para aclimatarse al agua. Puedes ayudarle durante su baño diario dejándole que se divierta con juguetes sumergibles. Luego puedes llevarlos a la piscina para que asocie el juguete con el agua y la diversión, y mojándole la carita para que cuando empecéis las clases y se salpique ya conozca esa sensación. Cuando lleguéis el primer día a la piscina, coge al bebé en brazos, pégalo a tu pecho y háblale en un tono tranquilizador, explicándole que no debe tener miedo porque está con su mamá y/o papá. Pasea mientras con él por el agua y poco a poco le vas mojando. Así cogerá confianza, se sentirá cómodo en el agua y se divertirá mientras aprende a flotar y manejarse con soltura en el medio acuático.
El bebé va a descubrir un mundo al que no está acostumbrado. La piscina es algo totalmente nuevo para él, y lo más importante es que desde el primer momento se sienta cómodo en el agua, evitando los sustos que puedan crearle alguna fobia.
Lo primero y más importante es conocer la instalación y qué nos debe ofrecer. Es importante que haya comodidad de accesos, temperaturas adecuadas tanto en vestuarios como en piscina, el agua tiene que estar entre 30 y 32 grados, no más, los niños se mueven, y como ya hemos dicho, cuando son muy pequeñitos, de 3 a 5 meses, están poco tiempo en el agua. El agua fría es muy desagradable y si está caliente no estimula. Es importante que la piscina tenga el nivel de cloro esté entre el 0,5 y el 0,6 por cierto - el exceso de cloro puede causar asma y dañar los pulmones los pequeño -. Además, la zona donde vas a cambiar de ropa a tu bebe.
Debemos vigilar mucho la higiene en los bordes de las piscinas, en los accesos y lavabos, etc., aunque, actualmente la higiene en el agua tiene controles rutinarios. También se debe exigir que se demuestre que el técnico o responsable de la actividad tenga formación en esta especialidad. Y que sean los padres los que guíen sus hijos en los ejercicios sugeridos por el profesor. Por lo demás, se debe mantener vigilancia constante para evitarse accidentes como ahogamientos, caídas o que entre agua al oído del bebé.
Cuidados con los bebés en la piscina Ha sido una experiencia inolvidable, aunque decidimos no repetirla muchas veces ya que el agua estaba demasiado fría. Preferimos comprarle una piscina inflable pequeñita, para que ella pudiese refrescarse del calor y no estar expuesta a riesgos de ahogamiento, caídas o de intoxicación por beber el agua con cloro, etc.
Cuando haga calor y decidas meterte en la piscina con tu bebé, te sugiero que consideres algunos consejos para que tu bebé disfrute a tope de la experiencia y no está expuesto a riesgos de contraer alguna enfermedad o de sufrir algún accidente:
- La temperatura del agua para un bebé debe encontrarse entre los 28º y 32º, para que el pequeño no sufra peligro de hipotermia. Si lo llevas a una piscina pública, averigua si la temperatura de la piscina es la adecuada.
- Los bebés no deben estar mucho tiempo dentro del agua de la piscina. Un bebé con menos de un año de edad no debe estar en la piscina por más de 20 minutos. Si deseas puedes sacarlo y, pasada una horita, meterlo otra vez en el agua.
- Cada bebé es único y lo es también en la piscina. Hay bebés que les gusta el agua y otros a los que no. Se debe respetar el gusto de cada bebé y no obligarle a entrar en la piscina si no quiere. Cada cosa a su tiempo y a su momento.
- Si notas que el bebé empieza a tiritar o a presentar labios morados, sácalo de la piscina y abrígalo bien. Lo mismo debes hacer cuando el bebé ya esté un buen rato en la piscina.
- Cuando el bebé tenga catarro o esté resfriado no es conveniente que lo metas en el agua de la piscina. Mejor que esperes a que él se mejore.
- Cuando saques al bebé de la piscina y antes de envolverlo con la toalla es aconsejable que lo bañes con agua dulce de una ducha, para evitar irritaciones en la piel provocada por el cloro del agua de la piscina.
- Está indicado el uso de flotadores especiales y de manguitos en los bebés de más de 7 meses de edad, desde cuando sean vigilados de cerca por un adulto. Estos aparatos darán más libertad al bebé para que puedan mover las piernas y brazos.
- Las clases de matronatación están muy indicadas para las familias que desean que su bebé tenga un contacto más continuo con el agua de la piscina y aprendan a nadar.
- No está recomendado que los bebés se bañen en jacuzzi, especialmente para proteger su piel.
- Ojo al cloro de las piscinas. Hay estudios que demuestran que un nivel grande de cloro en el agua de la piscina puede desarrollar asma y otros problemas respiratorios en los pequeños.
- Ojo al bebé. Los expertos aconsejan que el adulto que esté a cargo del bebé jamás debe distraerse. Jamás deben "bajar la guardia", un descuido puede ser fatal.
- Mantener la piel del bebé siempre hidratada con una crema protectora solar especial para bebés, para evitar quemaduras y eczemas.