La noche anterior yo estaba súper nerviosa, preparando la bolsita, cubriendo la agenda con sus datos, ultimando las etiquetas de la ropa que iba a llevar... vamos que dormí regular (parecía que era yo la que iba jajaja)
Llegó la mañana, y con todo en las manos nos fuimos directos a la guardería . Había unos cuantos niños más que hacían el período de adaptación (de 10 a 11.30) y cuando llegué estaba una mamá con su hijo de unos 2 años. Lo que vi fue ¡horrible! El pobre niño llorando, en el colo de su madre, por otro lado la profe intentando cogerlo, y en su desesperación, el chiquillo se agarró al pelo de su madre, ¡pensé que se lo arrancaba!
Después de esta escena, nos tocaba a nosotros, pero llegó otra niña con unos gritos a pleno pulmón. Y cedí mi "puesto" para que entrara ella, no por ser amable, que también, sino porque podía estar un ratito más con mi pequeñín en el colo...
Hasta que nos tocó. Yo pensaba que mi leoncito iba, por lo menos, a poner mala cara, pero nada, ni se inmutó, se fue tan pancho . Me fui contenta por un lado, pero triste por otro. Pasó la hora y media y ya estaba en la puerta de nuevo.
Cuando vino la profe sólo me decía "pero qué niño tan bueno y tan alegre, se pasó toda la mañana riendo" Así que ¡estupendo! Llegamos al segundo día y otra vez lo mismo, al tercero ya me dijeron que lo dejara a comer. Comió y ¡genial!
Fue una experiencia para él estupenda, de hecho cada vez que subimos la cuesta de acceso a la guarde, él ya empieza a saltar como un loco. Y cuando lo voy a recoger no me hace ni caso, yo creo que si hablara me diría "mami déjame aquí todo el día ¡me lo paso genial!"
Y esto por un lado me hace feliz, saber que está contento es genial. Pero por otro digo, ¿no me echa nada de menos? Está genial que no extrañe, pero por otro lado (un poco egoísta) me fastidia! ¿A ti te pasa lo mismo?
¿Cómo fueron los primeros días de tu peque? No te vayas sin contármelo.