Para poder diferenciarlos veamos primero las fases del sueño y donde se producen para entender mejor.
El sueño de una persona esta formada por ciclos, cada ciclo está constituido por sucesiones de fases que duran entre 90 y 110 minutos, en una noche normal tenemos entre 4 o 6 ciclos.
Durante el sueño NO REM predomina las ondas cerebrales lentas, que significa una disminución en la actividad del sistema nervioso central.
Fase 1: Adormecimiento
Período de transición entre la vigilia y el sueño, que aparece no solo cuando nos estaos durmiendo sino en distintos ciclos del sueño. La actividad cerebral es similar a como cuando estamos despiertos por eso nos despierta cualquier ruido.
Fase 2: Sueño ligero
Disminución de las actividades musculares y fisiológicas, el sueño se vuelve más profundo.
Es la fase en la que más permanecemos de las 5 que hay en el ciclo, el 50% del sueño nocturno total.
Fases 3 y 4: Sueño profundo
Una disminución mayor en las actividades fisiológicas y un aumento en el tono muscular, el sueño de ondas lentas se corresponden con el sueño profundo. Durante esta etapa es que producen la mayoría de los episodios de terrores nocturnos.
Fase 5: REM
El rápido movimiento ocular es la que da el nombre a esta fase (rapid eye movements).En esta fase se da a la inversa que la anterior, disminuye en tono muscular y aumenta la actividad fisiológica.
En esta fase se dan las pesadillas, a pesar de que la actividad es mayor y las ondas que predominan son similares a la vigilia, cuesta despertarnos.
Unas de las diferencias significativas es que los niños no se despiertan con los terrores nocturnos como si ocurre con las pesadillas. Aunque los veamos con los ojos abiertos y de la sensación que están despierto no es así.
Las pesadillas al producirse en esta fase hacen que el niño se despierte y sienta miedo porque aun recuerda lo que ha soñado.
Cuando se sufre un trastorno del sueño como los terrores nocturnos, como estamos en una fase de sueño profundo (no REM), es muy difícil recuperar la consciencia completamente, es un despertar parcial por eso parece que están despiertos.
Sí bien afecta a un 5% de los nanos, suelen aparecer después de los tres años y desaparecen hacia la adolescencia. Muchas veces puede un niño tener un solo episodio y no volver a sufrirlo, sin embargo casi todos los nanos tienen algunas pesadillas.
Porqué sufre terrores nocturnos
Cuando el niño está pasando de la fase de sueño profundo a la fase REM, que es donde se producen los sueños, en lugar de ser una transición suave se da de forma brusca, el niño se altera, puede llorar, gritar y hasta levantarse de la cama.
Sí ha sufrido mucho estrés durante el día, o ha tenido fiebre o toma alguna medicación que pueda producir trastorno del sueño.
El 80% de los niños que lo padecen tienen familiares que han presentado trastornos del sueño, por lo tanto también es hereditario.
Cómo calmar a un niño que sufre terrores nocturnos
El niño es probable que no recuerde ni note la presencia de los padres durante el episodio, así que lo ideal es no intentar despertarle, para que no se desoriente, cuidar que no se haga daño y que vuelva a conciliar el sueño.
En caso de que se de con frecuencia estos episodios lo ideal es consultar a un especialista, para que les oriente y les de pautas adecuadas para prevenir estos terrores nocturnos.
Debemos tener en cuenta que el sistema nervioso irá madurando y estos trastornos del sueño irán desapareciendo, es una etapa por la que debemos pasar juntos de la mejor manera posible.