Hoy queremos indagar en una de aquellas actividades más saludables para los bebés en el medio acuáticos. Tanto desde cualquier blog de bebés de Internet, como desde los pediatras más especializados, se recomienda estimular a los bebés a partir de aquellos meses en los que ya el niño o niña empieza a percibir el mundo que les rodea y a querer introducirse en él. Para ello, la natación de bebes recién nacidos comienza a ser una moda muy extendida entre los padres y madres que disfrutan de este medio. Si aún no tienes claro si comenzar a iniciar a tu bebé en la natación, sigue leyendo este artículo.
Beneficios de la natación en bebés
Los frutos para los niños que se pueden encontrar en la natación son abundantes. Desde mejorar las capacidades cardiorrespiratorias, hasta la coordinación y desarrollo de capacidades sensoriales, aquí os indicamos los más importantes:
Impulsa el desarrollo muscular del bebé para otros movimientos como el empezar a gatear.
El agua favorece la relajación y la activación del metabolismo por lo que estimulará su apetito, para así conseguir que coma y duerma mejor.
El bebé percibe la atención de los padres y se siente más seguro a la par que disfruta con la actividad.
La natación supone una mejora en la independencia y autoconfianza del bebé.
Inicio de socialización con otros bebés.
Desarrollo de la inteligencia desde los primeros impulsos, autocuidado y comprensión de riesgos.
Clases de natación a bebés
Los cursos de natación bebés son muy comunes en muchas piscinas y entornos deportivos aunque también puedes iniciarte por tu cuenta con baños con tu bebé. Llena la bañera con agua templada y con el tratamiento adecuado para el niño. Entra con tu bebé en el agua y ayúdale a flotar, a moverle suavemente y simplemente a empiece a conocer el medio.
Para piscinas, lo más aconsejable es que la natación infantil se tome desde la tercera semana de su nacimiento, donde ya son capaces de mecanizar algunos movimientos. Obviamente no empezarán a nadar enseguida ni serán capaces de mantenerse por sí solos y deberá haber en todo momento acompañamiento y supervisión de un adulto. Para ello, muchos padres prefieren tomar las clases con sus propios bebés y así además mejorar el vínculo con la criatura. En cuanto a la equipación, aunque existan gorros de natación bebes no será necesario que los lleven, además de que porque puede ser perjudicial para el desarrollo del cráneo, porque higiénicamente no tienen un pelo muy denso.
Tras algunas clases, el bebé ya podría empezar a desplazarse en tramos cortos y a familiarizarse con las características de este nuevo medio acuático. La edad para este nivel de natación puede encontrarse a partir del año y medio o dos años..
El agua y los bebés
La natación educativa ya existe en muchos colegios y los más pequeños disfrutan de sus dos horas semanales de diversión acuática. Si tienes la posibilidad de inscribir a tu hijo en uno de estos centros, ¡no lo dudes! Sus clases se convertirán en una nueva rutina que el bebé empezará a disfrutar desde el inicio.