Papás y mamás que estéis leyendo este post; vuestro hijo no va a tener una mala adaptación si decidís no llevarle a una escuela infantil. Utilizar los centros educativos infantiles como únicos lugares de socialización y aprendizaje me parece un auténtico error. Antes de los tres años los niños necesitan estar con sus padres no con un montón de desconocidos alrededor. Y tampoco necesitan aprender conceptos matemáticos básicos a esas edades (es más, a mí me parece una locura).
Sí que es verdad que hay muchos tipos de escuela infantil. Y países europeos como Finlandia que se dieron cuenta que no podían calificara pequeños de dos años ni someterle a una proceso de evaluación, asumieron que un niño de esas edades necesitaba experimentar, conocerse a sí mismo, explorar, identificar sus emociones y las de los demás.
Afortunadamente, en España, parece que poco a poco algunos centros de Educación Infantil se están dando cuenta de que la metodología que están empleando no es la adecuada y que no están yendo por buen camino. Rectificar es de sabios, o eso dicen. Cada vez van cobrando más fuerza, las escuelas basadas en Montessori y la Pedagogía Waldorf que se caracterizan por la estimulación y el respeto hacia el desarrollo del niño.
En Montessori se busca ayudar a que cada niño alcance su potencial dando importancia a las habilidades sociales, el crecimiento emocional y la coordinación física, así como la preparación cognitiva para una futura formación académica. La Pedagogía Waldorf se basa en una educación sin exámenes, sin libros de texto, en enseñar una buena educación artística y en no usar las nuevas tecnologías en edades tempranas, sino una educación caracterizada por las relaciones humanas.
Aun existiendo centros que respetan el ritmo individual de cada niño que tienen en sus aulas, hay padres que deciden no llevarles a ningún tipo de escuela infantil y optan por una crianza y educación en casa. Pero también hay familias que llevan a sus hijos a la escuela infantil por pura obligación y porque no tienen a nadie que pueda cuidar del bebé tras la baja por maternidad. Y también hay padres que llevan a sus hijos a los centros porque creen que es lo mejor para ellos y porque va a ser bueno para su desarrollo.
Lo que quiero decir es que cada familia es un mundo diferente y no merece ser juzgada por las decisiones que tomen respecto a la educación de sus hijos.Lo que yo pienso es lo siguiente: esta etapa necesita un lavado completo de cara. Particularmente no estoy de acuerdo que un niño de uno o dos años aprenda antes conceptos matemáticos básicos que a conocerse a sí mismo y a conocer e identificar emociones primarias como el miedo, la alegría, el enfado… no me parece bien que a niños de estas edades se les someta a un proceso de evaluación y se les califique como si tuvieran dieciocho años.
Y tampoco me parece correcto, que con tres años o incluso menos se les quiera enseñar a leer y a escribir. Obviamente, cada escuela infantil es diferente. Por supuesto que hay escuelas infantiles en las que respetan el ritmo de los niños, fomentan la experiencia, el descubrimiento, la imaginación y la creatividad. Pero también hay otras en las que se trata a los más pequeños como si fueran personas adultas y les agobian desde tempranas edades con conocimientos que quizás no estén preparados a asimilar todavía.
Pero entonces, ¿qué es lo que deberían potenciar cada escuela infantil? Yo pienso que deberían centrarse en las habilidades sociales, en la exploración y descubrimiento del entorno, de nuevas experiencias y sensaciones, en la educación emocional, en la educación artística y musical y en que el niño conozca su propio cuerpo a través de la psicomotricidad, de la danza y de juegos activos que requieran actividades físicas…
Sé de primera mano que ha habido una gran parte de educadores infantiles y maestros de primaria que han protestado contra nuestro sistema educativo y que intentan diariamente enseñar a los más pequeños lo que verdaderamente es importante para su edad. Pero desde mi punto de vista, ningún niño va a tener ningún problema por no asistir a la escuela infantil. Conozco casos muy allegados de niños que no han pisado un aula hasta los cuatro años y no ha pasado absolutamente nada.
Conozco a niños de tres que no van a una escuela infantil y que son increíblemente sociales, despiertos, creativos e imaginativos. Tengo la sensación de que cada vez son más padres los que tienen que dar explicaciones de la educación que deciden dar a sus hijos. Y me da la sensación de que gran parte de la sociedad todavía tiene bastantes prejuicios hacia las familias que optan por la crianza en casa. Creo yo que los padres que deciden no matricular a sus hijos en ninguna escuela infantil deberían ser igual de respetados que los que sí lo hacen. ¿Por qué siento que no es así?
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