Desde que nació la pequeña saltamontes nos han preguntado muchas veces el porqué de su nombre. Y la verdad es que no sabemos qué contestar. Quizás porque no tenemos ninguna explicación al respecto. La mamá jefa y todo nuestro entorno estaban convencidos de que sería un niño (esas intuiciones con poca base científica…), así que teníamos decidido el nombre de nuestro presunto chico: Leo [La mamá jefa no cedió ante mis ruegos por ponerle Didac -Diego en catalán-]. Y estábamos tan convencidos de que sería Leo que apenas habíamos pensado un nombre de chica. La mamá había dejado caer la opción de Ana, que a mí no me hacía mucha gracia. Y no es que tenga nada en contra del nombre, pero quería algo menos visto. Y a mí me gustaba Ariadna, que a la mamá le parecía demasiado largo y a mí me dejó de hacer tilín tras una tarde de piscina el pasado verano, cuando escuché llamar por ese nombre a cuatro niñas en apenas diez metros a la redonda.
Así que cuando nos enteramos de que lo que vendría al mundo sería una mujercita nos quedamos compuestos y sin nombre. Y así estuvimos unas cuantas semanas, hasta que una mañana de fin de semana, mientras alargábamos al máximo la estancia en la cama (esos placeres del pasado…), nos dio por buscar nombres de chica en internet a través de nuestros smartphones. Y así fue como apareció ante nuestros ojos el nombre de Mara. Y el flechazo fue instantáneo. Para ambos. En parte porque tenía esa sencillez que buscábamos sin caer en el clasicismo. Y en parte también porque nos evocaba a Mara Torres, la presentadora de La 2 noticias. Y ya se sabe que un nombre gusta más cuando te recuerda a alguien por quien sientes admiración.
Recuerdo que aquella misma mañana buscamos el significado del nombre y al ver que era amargura nos entraron las dudas. Suerte que no dimos nuestro brazo a torcer por este aspecto, porque con el tiempo me tengo que reconocer como un enamorado de la etimología de este nombre. Según he podido saber indagando en la red, Mara es un nombre de origen hebreo que significa amargura. Pero una amargura con carácter de dulce melancolía. Además, según he leído en varios sitios, es uno de los pocos nombres de origen hebreo que no guardan ninguna relación directa con la religión en su etimología. Todo un logro para unos ateos convencidos como nosotros.
El otro día, además, la mamá jefa estuvo hablando con una chica marroquí que le preguntó por el nombre de nuestra renacuaja. Y cuando se lo dijo, la chica le comentó que Mara significa mujer en árabe. Así que la mamá llegó más que contenta a casa, porque la verdad es que nos parece preciosa esta relación entre nombre y significado.
Y vosotr@s, ¿Sabéis el significado del nombre de vuestros hijos?