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Siempre me ha dado muchísimo coraje el tema de tener que dar besos cuando no me apetecía. No soy especialmente cariñosa. No me gusta tener que dar besos a alguien que no conozco. Ahora que soy adulta me apetezca o no me apetezca si tengo que dar los 2 besos de cortesía los doy, pero ya te digo que me cuesta. Además que se me nota que lo hago por obligación. Pero oye, que no pasa nada. Que triste manía tenemos de criticarnos porque si tu tal o tu pascual. Vamos a ver, que cada uno es como es y afortunadamente todos somos diferentes.
Pero este post no es para hablar de lo que nos criticamos los unos a otros, lo que quiero decir es que a veces no somos conscientes de lo que obligamos a los niños y de las cosas que hacen sólo por complacernos, como dar besos, pedir perdón....
Como poco es para que nos llame la atención cuando obligamos a los niños a besar y a hacer cosas constantemente. Llegan a un sitio con un montón de gente, y tienen que dar besos para todos. Y digo yo, que hay niños que no tienen problemas en regalar besos a todo el mundo, pero que hay otros que pasan de besos y los dan en contadas ocasiones. ¿Tengo que obligar a mi hijo a que de besos?
Mira no, además me sienta fatal cuando se les dice "si no me das un beso no te vienes", o peor aún cuando les dicen eso de "qué malo eres que no me quieres porque no me das un beso". No quiero ponerme profunda con este tema pero ¿obligarles a dar besos a todo el mundo no crees que puede transmitirle que tiene que dar besos a cualquiera que se lo pida?. Ahí lo dejo.
Está muy bien que los niños te den un beso, un abrazo o te muestren su cariño, a todos nos encanta recibirlo, pero si quieren y si les apetece.Nuestros niños tienen derecho a decidir si quieren dar un beso
Esto de los besos es como todo en general. Se nos da de perlas obligar a los niños y opinar por ellos.
Voy a poner como ejemplo a mi hijo, cuando tiene que ir a un sitio que no conoce o entrar en una habitación donde hay mucha gente, por ejemplo un cumple, no le hace ni pizca de gracia. Se me engancha a la pierna, se mete detrás de mí y le cuesta soltarse una eternidad. ¿Qué hago? ¿Le amenazo con que me voy, o con que nos vamos y ya nunca vamos a ir a un cumple, o con algo parecido?. ¿De qué me va a servir eso?. Lo digo porque esto lo he hecho, eh, no me invento nada.
Es que a veces los padres, como humanos que somos, nos sentimos presionados en general y esa presión se la pasamos a nuestros hijos. A veces nos cargamos demasiado y lo acabamos pagando con ellos como el otro día cuando os contaba aquí lo importante que es que nos cuidemos.
Hay quien cuando entra en un sitio nuevo con gente que no conoce se siente tan divinamente y hay a quien no le gusta tanto esa idea y le cuesta entrar. Si yo soy de las que le cuesta entrar y no oigo más que "venga vamos pasa, pasa, no seas tímida, que no te de vergüenza, venga mujer que no pasa nada, que nadie te va a comer, ji ji y ja ja. A mi aunque esa persona lo esté haciendo con su mejor intención, lo único que me apetecería es salir corriendo de allí para que no se fijarán más en mí. Pues eso mismo es lo que les pasa a los niños muchas veces.
Hay situaciones en las que no se sienten cómodos y obligarles no les lleva a nada. Si les dejamos un tiempo para que observen, vean ellos mismos lo que hay, esperamos a que se sientan seguros, a que vean que no está ese señor que ha dicho no sé qué de que nadie le va a comer, el niño se relaja, entra y disfruta.
Resulta que los niños también tienen opinión. Que son niños pero opinan y sienten como un adulto. Otra cosa es que no sepan resolverlo de la manera que un adulto lo hace.
Posiblemente, si a ese niño le obligas a soltarse de la pierna acabe llorando y quizás te monte un buen pollo y el adulto como tal lo resuelva mucho mejor y no se quede enganchado de la pierna de nadie.
Respetemos los sentimientos de nuestros niños. Es tan fácil hacerlo como mirar a través de los ojos con los que él mira.Nuestros niños tienen su propia opinión y a veces no coincide con la nuestra
Esto también pasa cuando se pelean con otros niños o entre hermanos les obligamos a pedir perdón. Nosotros como adultos lo sentimos así y les obligamos a hacerlo. Lo hacemos de una manera inculcada y sin ninguna maldad, pero la mayoría de las veces no se lo enseñamos. Yo personalmente cuando estoy enfadada, y meto la pata en algo, así como que inmediatamente no es que me haga mucha gracia lo de pedir perdón. Necesito mi tiempo de calma y luego ya si eso pido perdón..... Con los niños ¿qué hacemos?. En cuanto ocurre algo como puede ser una pelea de hermanos, enseguida empezamos con el tema de "pero pide perdón a tu hermano", que ya por costumbre va y lo hace pero siguen estando enfadados y no ha sentido la necesidad de pedir eses perdón. Lo ha hecho porque nosotros le hemos obligado a hacerlo. Le estamos quitando la oportunidad de resolver un problema. Muchas veces nos quejamos de que no aprenden y se abren debates en cuanto a formas de educar, que si castigos o no castigos, pero luego hay cosas tan básicas como dejarles sentir que no lo hacemos. Nos preocupamos tanto en darle forma a su educación que nos olvidamos de sus sentimientos. Lo que hacemos es privarles constantemente de oportunidades para que aprendan, crezcan, evolucionen, resuelvan y encuentren soluciones por ellos mismos. Si somos capaces de respetar su ritmo, seremos capaces de dejarles crecer. Y cuando sean adultos serán más capaces de resolver y de dar solución a los problemas.
Darles el tiempo que necesiten para que ellos sientan y darles la oportunidad de expresarse les hace crecer, ¿para qué obligarles si ellos pueden aprender?.
Con este post participo en la iniciativa del blog Bea Mamádedos #besos libres. Una gran iniciativa de las que te hace pensar.
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