a sus tías y tíos, a sus abuelos o a mi mejor amiga, si es que en ese
momento no le nace. Tampoco se lo exijo para mí. Más bien, si
tengo ganas de mimarla y la veo que no está muy de ánimo, le
pregunto: ¿puedo darte un beso? Creo que poner el poder de
decisión en ella es mucho más razonable que obligarla a dármelo
porque soy su mamá. Besar no debe ser, bajo ninguna
circunstancia, una obligación.
Se imaginan que ustedes fueran por la calle y un extraño por verlas
lindas, les dijera: "¿Me das un beso?" les aseguro que saldrían
corriendo despavoridas a menos que se tratara en mi caso de Will
Smith. Entonces vuelvo a lo mismo: me caen mal los adultos que
creen que tienen algún poder sobre el cuerpo de otro ser humano y
mucho más, si se trata de un niño.
¿Por qué yo no obligo a mis hijos a dar besos?
Primero que todo, por respeto. Mis hijos son dueños de su cuerpo y de sus sentimientos. Ellos son los que deben decidir cómo demostrar su afecto. Además, hay niños más expresivos que otros y siempre se debe tener en cuenta que cada uno es un mundo.
Porque para ellos, un beso es una demostración de afecto real. A diferencia de los adultos que lo hacen por cortesía, para los niños, un beso es algo íntimo e importante.
Porque a mi no me gustaría que me obligaran a hacerlo. Así de simple.
Por su seguridad: estudios han demostrado que los niños a quienes se les obliga a abrazar y besar en contra de su voluntad, son más vulnerables a sufrir abuso sexual porque no han aprendido a decirle NO al contacto físico indeseado con un adulto.
Así que si lees esto y conoces a mis hijas, por favor, nunca les
pidas un beso. Ellos te lo darán si les nace hacerlo. Gracias.
(PD: yo tampoco le pido besos a otros niños porque no los quiero
poner en esa situación de decirme que no y no quiero que sus papás
los obliguen por quedar bien conmigo).
Los besos correspondidos son mejores