El día final de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil 2022, celebrada en Ágora Mall, (del 10 al 15 de mayo), alcancé a comprar este libro del ideólogo y organizador de la FILIJ, quien ha fundado su propio sello editorial: Ediciones Toral que como quien no quiere la cosa, va por más de 19 títulos propios y ajenos al admirado doctor Toral.
Octavio y Baltasar está lleno de nostalgia. No es una fábula y sin embargo, casi personifica a dos gigantes que sienten y respiran; se comunican a su modo y existen para que podamos existir.
Octavio y Baltasar fueron bautizados por alguien. Probablemente uno de esos seres especiales que han pasado por este mundo, como Sir Robert Hermann Schomburgk, discípulo de Alexander von Humboldt, dos que también como quien no quiere la cosa, vinieron, miraron y supieron más de América que muchos nativos inocentes, que nacemos, crecemos, nos multiplicamos y morimos sin apreciar las maravillas que nos rodean, sin valorizar en esta vida la grandeza de nuestra tierra.
Octavio y Baltasar son el hogar de un niño tímido que como yo, prefería la soledad a la estruendosa compañía de los hiperactivos (todos los que se mueven demasiado y hablan demasiado, según yo).
Octavio y Baltasar está narrado en primera persona, el recurso más efectivo de los escritores pero también el más difícil porque tiene sus trucos (no es casual que lo utilicen tanto los religiosos para ganar adeptos).
Octavio y Baltasar dice mucho en pocas palabras con el poder de no ser obvio, porque la literatura que llama al pan pan y al vino vino, realmente no es literatura, es hablar por hablar y está dirigida a los insensibles que no saben de metáforas o metonimias ni tienen recursos. Por suerte, los niños sí saben de tropos y símiles, a Dios las gracias.
Octavio y Baltasar dieron sus cientos de años para ayudar a respirar a muchos pero en particular crearon un lazo emocional imperecedero en el alma de un niño solitario que supo que ellos movían sus ramas tan solo al escuchar su voz, rendido ante la emoción del descubrimiento de comunicarse sin palabras.
Juan Carlos Toral y Omar Aranda en la presentación
Octavio y Baltasar, acompaña el discurso del Dr. Toral con el discurso visual de Omar Aranda, nacido en Argentina, quien dice cosas lindas como: ...intento aprender todos los días algo más y siempre me sorprende. Él capta el “vuelo” del amigo de Octavio y Baltasar con la mezcla de niño-adulto que perdura en esta obra para siempre.
Octavio y Baltasar es una magnífica herramienta literaria para abrir el diálogo con los niños sobre la protección a la naturaleza, el efecto de la urbanización, la necesidad de no escupir el agua que tomamos, la imperiosa prioridad de tomar conciencia porque estamos destruyendo un planeta que lo único que ha hecho es darnos su vida a costa de la suya.
Octavio y Baltasar está dedicado a los hijos de Juan Carlos Toral y de Omar Aranda y en ellos, a todos los niños del mundo que un día serán adultos sensibles como los árboles de caoba, pero que aún son capaces de construir un castillo entre las ramas de los árboles.
©Leibi Ng
Octavio y Baltasar
©2019. Juan Carlos Toral
Ilustraciones: Omar Aranda.
Dirección editorial: Joel Rivas
ISBN: 978-0201-3796-2-4