Así, existe una relación directa entre las enfermedades cardiovasculares y la ingesta de alimentos ricos en grasas saturadas y colesterol. Las grasas ricas en ácidos grasos insaturados, en cambio, se han ido confirmando a través de numerosos estudios como nutrientes saludables y protectores de la salud.
¿Qué son los omega 3?
Son ácidos grasos que pertenecen al grupo de los insaturados. Dentro de este grupo encontramos:El ácido oleico (monoinsaturado), componente principal del aceite de oliva.
Los omega 3 que, concretamente, son poliinsaturados, y de ellos, los denominados EPA y DHA (ácidos grasos de cadena larga), son a los que se les atribuyen especialmente sus efectos beneficiosos. Así pues, las grasas ricas en ácidos grasos insaturados omega 3 nos ayudan a equilibrar nuestra dieta con respecto a las grasas saturadas que ingerimos (carne, embutidos, bollería industrial), cuyo consumo deberíamos restringir, limitar e incluso, en algunos casos, suprimir por completo.
¿Quién debe tomar omega 3?
La población en general. Estudios epidemiológicos realizados aconsejan un consumo de pescado azul de entre 200-300 g a la semana (2 raciones semanales). Si no se alcanza esta cantidad, debemos recurrir a productos enriquecidos.
Niños y mujeres embarazadas o que dan el pecho. Todas estas etapas de la vida son fases de crecimiento y desarrollo del tejido celular. Los omega 3 ayudan a un correcto desarrollo tanto a nivel celular como de las neuronas de nuestro cerebro, por ello es tan importante que no falten en la dieta de los más pequeños.
Entre los diferentes tipos de suplementos de omega 3 para los más pequeños destacan el jarabe, las cápsulas y las gominolas con omega 3 para niños.
¿Cuánto omega 3 debe tomar un niño?
La leche materna proporciona la cantidad de omega 3 que el bebé necesita en periodo de lactancia. A partir del año, las dosis recomendadas ascienden a los 0,7 gramos hasta los 3 años; 0,9 gramos de 4 a 8 años; y de 1 a 1,2 gramos de 9 a 13 años.Cómo tomarlo
Las fuentes naturales más importantes de ácidos grasos omega 3 son los pescados grasos: atún, sardina, boquerón, salmón…; también, aunque en menor proporción, los pescados blancos y mariscos. Las nueces y los aguacates también son alimentos muy ricos en omega 3, al igual que los aceites procedentes de plantas como el aceite de linaza, el de canola o el de soja.Lo más lógico y recomendable para satisfacer las necesidades de omega 3 en el organismo de los más pequeños es potenciar el consumo de pescado e incluir en la dieta al menos 2 veces por semana pescado graso o azul. La edad más adecuada para introducir este tipo de pescados se sitúa entorno a los 8 meses, después de haber introducido los pescados blancos. También puedes ofrecer pescado en conserva a bebés mayores de 12 meses, siempre que no esté contraindicado por el pediatra.
No obstante, gracias a la tecnología alimentaria actual podemos también recurrir a productos que están suplementados con estos omega 3: entre otros, lácteos, huevos y preparados para lactantes. Echa un vistazo a este batido omega 3.
Beneficios del omega 3 en niños y bebés
Ya hemos comentado la importancia de la ingesta de omega 3 en bebés y niños en edad de crecimiento; veamos ahora los beneficios específicos que produce su consumo:Beneficios cognitivos: numerosos estudios relacionan el consumo de ácidos grasos omega 3 en edad preescolar con un mayor rendimiento en las funciones cognitivas del niño. Asimismo, se le atribuyen mejoras en el aprendizaje y desarrollo del vocabulario, la memoria y la percepción espacial.
Trastornos de déficit atencional: existen investigaciones que señalan la importancia del omega 3 en niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), ya que mejoran su enfoque en la atención y vigilancia. Además, se ha puesto de manifiesto que en un número importante de casos de trastornos de déficit de atención los niveles en sangre de ácido eicosapentaenoico (EPA) son significativamente bajos.
Mejoran la sintomatología del asma bronquial: los ácidos grasos omega 3 desempeñan un papel fundamental en la función pulmonar de los niños sanos, así como en numerosas enfermedades inflamatorias de pulmón, como por ejemplo el asma. La ingesta de estos ácidos grasos reduce la respuesta que tienen las personas asmáticas ante algunas sustancias y mejora la sintomatología general del asma bronquial.
Para terminar, nos gustaría recomendarte algunas recetas que resultan ideales para proporcionar ácidos grasos omega 3 a la dieta infantil: pastel flambeado de salmón, pasta de aguacate, arroz blanco con salmón, hamburguesas de atún de lata, pizza de atún y cebolla y potitos de pescado.