Adoro Irlanda. ¿Os lo había dicho alguna vez? Estuvimos en Dublín los últimos días de nuestro viaje de novios ¡y quiero volver! Ya sabéis que me encanta la cerveza de casi todos los tipos y las pintas de Guinness que tomamos en el Temple Bar fueron algo de otro planeta. Porque la Guinness no es eso que nos sirven aquí. No. Es otra cosa. Pero no me enrollo más y vamos con lo que toca: cómo preparar un Irish bread, un pan de Guinness:
INGREDIENTES
Una lata de cerveza Guinness
450 gr.de harina (275 de fuerza y 175 integral de trigo)
2 cucharadas (tablespoon) de avena2 cucharaditas (teaspoon) de sal
2 cucharaditas (teaspoon) de azúcar moreno
25 gr de mantequillaUn sobre de levadura de panadero
La preparación es muy fácil. Al menos, la que hacemos nosotros. Sé que muchos utilizan prefermentos, masas madre... Nosotros, después de probar estas preparaciones, nos quedamos con la sencilla. Nos gusta mucho más el sabor, así que ¿para qué complicarnos?
En un bol vais mezclando todos los ingredientes secos: harinas, avena, levadura, sal y azúcar. Mientras tanto, en un cazo, derretís la mantequilla junto a la cerveza. Cuando lo tengáis, vertéis la mezcla en el bol. Ya sólo queda remover y remover, amasar y amasar, hasta que tengáis una masa uniforme.
Cuando la tengáis, tapáis el bol con un trapo seco y dejáis que leve durante media hora. Si tenéis un molde o un banneton, lo enharináis para que continúe levando ahí durante, al menos, una hora. Si no tenéis, no pasa nada. Esperáis a que leve el mismo tiempo e intentáis darle la forma que queráis con las manos.
¿Vamos preparando el horno? Lo encendéis a 220 grados y metéis dentro un bol con agua. Es para que coja humedad. Cuando haya alcanzado esa temperatura y vayáis a meter el pan, sacáis el agua y bajáis a 200 grados. Esto es para que primero se forme la corteza y después se haga la miga.
Y ya está. En media hora sacaréis del horno un pan casero riquísimo, tanto para comer como para desayunar con un poco de mantequilla por encima.
Si no habéis hecho nunca pan en casa, tenéis que probarlo. No le tengáis miedo. En mi opinión, hay mucho mito en torno al pan. Parece que hay que hacer magia para que te salga y que vas a neceitar 5 días y medio para prepararlo. No es así. Quitando el rato de levado, es muy rápido y fácil de hacer. ¡Prometido!