Ratoncito Pérez, Madrid
Esto ocurrió hace casi un año. Día primaveral, la niña llega de la ruta escolar, se baja, le preguntas qué tal el día y te responda “bien, se me ha roto un diente”. Así, directa, te enseña lo que queda de él tan feliz, sin darle mayor importancia, con su morro hinchado como un chorizo, como si diese igual soltar esa frase que comentar “bien, hoy hemos aprendido la letra A”.
Reacción del padre “¿Cómo que se te ha roto un diente???”, incrédulo, mientras lee la agenda escolar.
Reacción de la niña, “Sí, mira, ¿ves? Creo que me lo he tragado, me duele el labio”, orgullosa de su herida de guerra.
Reacción de la madre, que soy yo, ”¿Qué? ¿Cómo ha pasado? ¿cuándo ha sido? ¿Se te ha caído al suelo, lo has recuperado, lo has guardado en un pañuelo? ¿Pero dónde estaba tu profesora? ¿Te han llevado a la enfermería? ¿Por qué no me han llamado del colegio?”. Todo esto, seguido, sin respirar, parece fácil, pero pensar y decir tantas cosas a la vez requiere su técnica, creedme. A mi favor hay que añadir que, que 3 semanas antes, le habían clavado a mi hija un lápiz a un centímetro del lagrimal del ojo derecho, esto requiere un post nuevo que prometo publicar, porque tiene ojo de milagro.
Dientes de chuche
El diente se rompió al chocar nuestra hija con otro compañero en el patio. En enfermería le curaron la herida del labio, pero no se percataron del diente roto, creemos que ella se lo tragó sin más. Lo primero que hicimos fue pensar en ir a urgencias dentales. Pero la niña no sangraba, no refería un dolor escandaloso y, sobre todo, era la esquina de una paleta de leche, no de un diente definitivo, así que decidimos esperar.
Al día siguiente, como había sido un accidente escolar y el Centro había gestionado el incidente con el seguro escolar, la llevamos al dentista y nos tranquilizó, nos dijo que el nervio no estaba dañado pero, aún así, nos comentó que, cuando se trata de una rotura parcial, es muy importante vigilar el color del diente. Si pasan los días y sigue siendo blanco, prueba superada. Si se torna gris, significa que el diente se estaba muriendo, en cuyo caso había que extraerlo a la mayor brevedad posible.
Para los casos en los que no hay rotura, sino que la pieza dental se arranca de cuajo, hay que conservarlo y proceder como se indica en el artículo de La Guía del Niño . Si no fuese posible reimplantarlo, habría que recurrir a técnicas de reconstrucción del diente, no me preguntéis cómo lo hacen
En nuestro caso, ni nos planteamos la reconstrucción de la paleta, porque es un diente de leche, en breve se va a caer, era un trocito muy pequeño el que faltaba, pero evidentemente es una opción a valorar en otros casos.
Smile while you hace teeth, Pinterest
Sobre todo, no os alarméis, calma, es muy escandaloso pero todo tiene solución.
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