Uno de los momentos más ansiados por los futuros padres es poder sentir las pataditas de su bebé, ya que no hay emoción más grande y hermosa que la que se siente en ese instante, incluso a aquellos padres que suelen ser fuertes y rígidos les mueve los sentimientos de una manera inexplicable.
Aun, cuando a partir de la 8 semana de gestación él bebé comienza a moverse, no es sino a partir de las 16 semanas aproximadamente que se siente, incluso, las primerizas pueden llegar hasta las 22 semanas sin notarlas, debido a que suelen confundirlas con gases estomacales o cólicos, mientras que las mujeres que ya han pasado por uno o dos embarazos pueden diferenciarlos fácilmente por la experiencia.
Es común oír que un bebé que da muchas patadas durante su gestación, será un niño intranquilo e hiperactivo, pero según estudios científicos esto no tiene nada que ver, de hecho, la intensidad o frecuencia con las que estas ocurren la mayoría de las veces tienen influencia con el estilo de vida de la futura mamá y el ambiente en el que se desenvuelve, pues se ha descubierto que después de un día ajetreado, con mucha presión, nervios, o cualquier impresión muy fuerte, la madre suele alterar sus emociones elevando su adrenalina, la cual es recibida por el bebé a través del cordón umbilical estimulándolo para que se agite y patee no solo más fuerte si no con más frecuencia de lo que normalmente lo hace.
Después que se comienzan a sentir, por lo menos una vez al día deben presentarse, esto indica que todo está bien, y no hay de qué preocuparse, sin embargo, muchos médicos recomiendan en los últimos meses de embarazo, contar las patadas y luego llevar un control de las mismas, en caso de que no ocurran de esta manera, se aconseja acudir al médico inmediatamente para chequear que no haya problemas con él bebé.
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